Papelera: en Uruguay aseguran que Argentina frena un informe
Por Verónica Toller
Uruguay reclamó a la Argentina que no obstaculice la divulgación de los resultados de las muestras obtenidas en la planta pastera UPM, ex Botina, y de sus efluentes en el río Uruguay, informó ayer el diario El Paí s de Montevideo. La delegación uruguaya en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), hizo el reclamo a sus colegas argentinos en ese ámbito. La CARU, según la prensa uruguaya, “ya recibió los resultados de un segundo análisis” de las aguas.
La noticia abrió una nueva controversia en el proceso de monitoreo conjunto de la ex Botnia, que iniciaron la Argentina y Uruguay tras el fallo de la Corte Internacional de la Haya sobre la situación de la pastera.
Lo cierto es que el tiempo pasa y el Comité Científico binacional no ha dado a conocer resultados.
¿Por qué? En el fondo del asunto actuaría un profundo desacuerdo entre ambas delegaciones acerca de una cuestión puntual: la temperatura a la que Botnia arroja sus efluentes al río.
Argentina reclamó a Uruguay que la empresa supera la temperatura permitida por la normativa CARU para los efluentes: en el Tema E3 del Digesto sobre Contaminación, sección 2, el organismo define como contaminación a “la introducción directa o indirecta, por el hombre, en el medio acuático, de sustancias o energía de las que resulten efectos nocivos”.
Elevar la temperatura del agua es introducir energía con efectos nocivos y, por tanto, es contaminar, dice Argentina.
¿Cuál es la temperatura permitida? La de las condiciones naturales del propio río Uruguay. No puede superar ningún efluente los 30º C, según el Decreto 253/79 reglamentario del Código de Aguas por el que se rige la CARU. Botnia-UPM está arrojando sus efluentes a 3º C por encima del máximo permitido, comprobado en los ingresos de monitoreo y en los ingresos previos de cortesía. Argentina reclamó. Uruguay dio a conocer entonces, tres días antes del primer ingreso oficial de monitoreo a la planta, la Resolución 370/2011 de su Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, donde autorizó a la planta pastera a arrojar efluentes a 37 º C inclusive.
Argentina no acepta esto. El fallo de La Haya ordena que el control de la planta sea ejercido por la CARU. Mañana se producirá el cuarto ingreso del Comité científico a la planta. La temperatura del efluente arrojado al río ha sido de 32,7 º C. Uruguay y Botnia-UPM lo reconocen, pero no lo ven problemático. Argentina sí.
Clarín, 18-9-11