DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

III CONGRESO LATINOAMERICANO

 

 del Pensamiento Social de la Iglesia

 

Paola Calderón

 

Religión digital, 19-12-22

 

El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño se prepara para realizar el III Congreso Latinoamericano del Pensamiento Social de la Iglesia. Un evento previsto del 21 al 23 de abril de 2023, como parte de la agenda del Centro Pastoral de Gestión del Conocimiento.

 

Congreso que se realizará en la sede del CELAM en Bogotá y para el que se entregarán informaciones específicas a partir de enero próximo en el sitio web del organismo. www.celam.org

 

En un videomensaje Mons. Miguel Cabrejos, presidente del Celam, recordó que la cercanía de la Navidad y el reciente aniversario de las apariciones de la Virgen aSan Juan Diego hace 491 años, se convierten en una ocasión propicia para convocar a la celebración de este congreso.

 

Fiesta de la dignidad humana

En primer lugar, porque en palabras del Papa Pío XII "la Navidad es la fiesta de la dignidad humana, la fiesta del admirable cambio por el cual el Creador del género humano, tomando un cuerpo vivo, se ha dignado nacer de la Virgen y con su venida nos ha compartido su divinidad”.

 

También porque al pensar en San Juan Diego, recordamos a un indígena, un campesino marginado, escogido por la Madre de Dios para extender su invitación para seguir a su Hijo. "Juan Diego fue un hombre de gran coherencia moral, desprendimiento y pobreza evangélica,” agregó.

 

Igualmente, el arzobispo peruano, explicó que desde la presidencia del Celam, invitan a participar a quienes se sienten llamados, a pensar en las consecuencias sociales del Evangelio; las consecuencias de la encarnación de Jesús en nuestro tiempo. "Queremos invitarlos a que lo hagan para enriquecer nuestro pensamiento social, en cuanto es una motivación a la construcción de nuevos caminos para nuestras sociedades," afirmó.

 

Academia y sabiduría popular

También adelantó que, dentro de los objetivos del Congreso, está reunir el aporte de quienes reflexionan desde los centros de estudios sobre el tema, pero también de quienes lo hacen desde la vida cotidiana. La preocupación es pensar sobre el fundamento de la dignidad humana. "Queremos indagar en el conocimiento que entrega la experiencia, desde la sencillez que nos regala Juan Diego como ejemplo de vida y el conocimiento experto de las aulas," puntualizó.

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LA CULTURA DE LA MUERTE

 


 MONITOREA LA LEY DE ABORTO

 

NOTIVIDA, Año XXI, Nº 1311, 15 de diciembre de 2022

 

 

El Proyecto Mirar, una iniciativa creada para monitorear la implementación de la Ley de aborto presentó un nuevo informe, focalizado en “las desigualdades en el acceso al aborto” y con vistas a “la calidad en la atención”. Mirar es un trabajo conjunto del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) e Ibis Reproductive Health.

 

El escrito menciona que “los insumos son una dimensión clave para la calidad de la atención”. “Durante 2021 se distribuyeron 74.071 tratamientos, 4 veces más que en 2020” Y “en 2022 se incorporó la distribución del combipack (1 Mifepristona 200 mg + 4 Misoprostol de 200 mcg)”. Recuerdan que esto fue posible gracias a una donación de la IPPF (25.000 combipacks) y una posterior compra de 50.000 “tratamientos” realizada al Fondo de Población.

 

“Para el 2023, la perspectiva es continuar con la distribución de ambas drogas, reproduciendo la estrategia de provisión mediante donaciones y compras en el mercado internacional y nacional”. “Otra novedad del 2022 ha sido la puesta en marcha de los procesos de producción de la mifepristona en laboratorios públicos del país”. “Dos de estos laboratorios vienen produciendo misoprostol para abastecer al sistema de salud público (Laboratorio Industrial Farmacéutico de Santa Fe desde el 2019 y Productora Farmacéutica Rionegrina S.E. desde el 2021). Más recientemente se han sumado los Laboratorios Puntanos de San Luis y el Instituto Biológico Tomás Perón de La Plata”.

 

Se destaca el crecimiento de los servicios públicos de Salud que hacen abortos, que en la Ciudad de Buenos Aires son el 100%, todos los Cesacs y todos los hospitales, incluidos los pediátricos. A nivel nacional la cantidad de servicios públicos de salud que realizan abortos aumentó un 58%, no obstante, lo consideran “insuficiente” porque hay una “sobrecarga de los equipos de salud” especialmente de los que hacen los abortos después del “primer trimestre o segundo trimestre inicial”.

 

Sorprenden los datos consignados sobre los abortos en la provincia de Chubut. El total en sí mismo (985) supera al de provincias que la doblan en cantidad de población, por ejemplo: Corrientes, Chaco y Misiones. Pero lo más llamativo es la proporción de abortos que se realizaron después del primer trimestre, en el 71% de los casos la práctica se realizó cuando el embarazo superaba las 14 semanas, según consignan. Aclara también que el 96% de los abortos de Chubut se practicaron con medicamentos. Recordemos que de Chubut provino el caso FAL y que fue la primera legislatura provincial en aprobar una ley de aborto.

 

Se puntualiza que en marzo de 2022, la OMS publicó nuevas directrices para aborto y resaltan que “por primera vez, las recomendaciones de prestación de aborto de la OMS incluyen la autogestión del aborto con medicamentos (Recomendación nº50) y a trabajadores de la salud comunitaria y farmacéuticos como proveedores capacitados para el aborto con medicamentos hasta las 12 semanas de gestación (Recomendación nº28)”.

 

Entre las deudas mencionan “campañas públicas de comunicación y difusión del aborto como un derecho”. Denuncian la persistencia de “prácticas no recomendadas como el uso del legrado” y exhortan “a fortalecer la utilización de la AMEU con más capacitaciones y otras estrategias”.

 

Entienden que la objeción de conciencia “que no se ajusta a la Ley” también va en detrimento de la calidad de atención. Dice: “la objeción es para el que interviene directamente en la práctica” que no debe obstaculizar y tiene que derivar, pero “existen malas objeciones (que no son formalmente ejercicios del derecho a la objeción de conciencia sino prácticas por fuera de la ley), cotidianas del personal de salud en contacto con las personas usuarias pero que no está involucrado directamente en la práctica del aborto: por ejemplo, personal administrativo que obstaculiza o demora la recepción o la reserva de turnos”.

 

Valeria Islas directora Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, una de las referentes citadas en el estudio, entiende que a veces “se piden más requisitos de los que plantea la ley, sobre todo en el primer trimestre” por lo que “hay que ir revisando los micro-procesos de acceso a la atención”.

 

Se demanda que los profesionales de la salud además de intervenir ante la solicitud expresa de un aborto, sean activos “proveedores de información sobre la posibilidad y el derecho a interrumpir el embarazo”, es decir, que ofrezcan el aborto. Para eso hay que “deconstruir hábitos de atención”.

 

El reporte concluye proponiendo una agenda de temas pendientes en materia de “calidad de la atención de los servicios de aborto”, por ejemplo, relevar experiencias reales de utilización de los servicios para “identificar barreras en el acceso al aborto” y “evaluar si la ley se está implementando de manera apropiada según los estándares que el marco normativo y las recomendaciones internacionales indican”.

DETERIORO

 

 neuro moral y drogas

 

POR JUAN ALBERTO YARÍA

 

La Prensa, 11.12.2022

 

Hace un tiempo, Oscar se acercó a mí, luego de una infancia en donde los traumas marcaron su vida. Lo que hoy parece ser típico: adoptado, no conoce a sus padres biológicos, luego, padres ausentes, abusos, golpes, violencias por doquier, negligencia, abandonos varios. Ya tiene diversas causas por conflicto con la ley. Sus traumas se transformaron en venganza, iracundia, odio hacia el mundo y daños en sus apreciaciones morales. Desfamiliarización por doquier y sociedad desvinculada. Temas comunes en esta columna.­

 

No había otro ni otros en su vida, ya que estos surgen normalmente de la educación. El hombre paradójicamente es un ser `naturalmente' cultural; el hombre necesita ser educado, solo los animales son adiestrados. La combinación de ternura, reconocimiento y límites permiten ese ejercicio mayéutico que es educar: desde adentro surge el ser que somos. El adulto solo libera las potencialidades que tenemos para llegar a lo que Píndaro decía: Llegarás a ser lo que eres''. ­

 

Sócrates se hacía llamar `partero de la verdad'. Su madre era una partera reconocida y él decía que había adquirido el mismo oficio: Lo mío es ser partero de almas, el asunto es saber preguntar. Los que están conmigo parecen al principio ignorantes, pero después hacen un progreso admirable. Nada aprendieron de mí, son ellos quienes por sí mismos hallaron muchas y bellas cosas que ya poseían''.­

 

Necesitamos del otro como testigo, un acompañante, ya sea en su silencio amoroso o en la pregunta clave. Ha aquí el enigma del vivir: el encuentro interpersonal -tema hoy en crisis-. El estar ahí en momentos de crisis, de crecimiento, de duelos, separaciones. Ahí está lo invalorable y en falta hoy, especialmente en la infancia y en la adolescencia. Oscar lo vivió.­

 

El otro (padres, amigos, maestros, compañeros, profesores) como modelo es clave para llegar a ser los que somos, para el contacto con nuestro sí mismo y de esta manera asumir la responsabilidad de nuestra vida sin derivarla en cualquier pretexto que justifique nuestra venganza y malignidad hacia -precisamente- el otro. Crecer solos o rodeado de aparatos tecnológicos y de juegos electrónicos es nuestro mayor déficit; falta lo humano y entonces no nos preparamos para ser protagonistas de nuestras vidas.­

 

Cuando todo esto falta surge aquello que Erich Fromm llamaba el `miedo a la libertad': La soledad moral nos lleva a subordinar toda la vida a poderes exteriores y superiores y así nos alienamos (alieno: pasar o transmitir a otro el dominio de algo)''. El joven se refugia y se entrega mansamente a la masa. Es un `nadie' y se acostumbra a eso, cree es el mundo. Lo colectivo masificante y dañino suplanta al hombre que deberíamos ser. Vivimos en plazas, `aguantaderos' y seguimos la consigna del `Führer' del momento y nos convertimos en parte de un clan, `barra brava' y nos refugiamos en el anonimato de la masa buscando `patrones del mal' que en su psicopatía son dominadores de lo poco que queda de nosotros.­

 

Oscar me recuerda aquello que los antiguos decían: En la vida somos herederos, sin transmisión no hay vida plena; la transmisión no se realiza cuando los hijos se niegan a acogerla o porque los padres se niegan a llevarla a cabo''. Padres inciertos, vida en barrios marginales sin escuela y la oferta generosa de unos padres adoptivos a través de un servicio social lo acerca a mí luego de mucha droga y de andanzas con `padres amos de la muerte', o sea `patrones del mal'.­

 

Me asombra su necesidad de afecto. Nada que ver con su historia. Me dice: Usted tiene mucho `rolo' (corazón en el lenguaje de las `tumbas' de nuestros barrios periféricos)''. Viene con una tobillera electrónica y le digo que uno de los objetivos es que pueda desplazarse sin ese artefacto de control cumpliendo con un tratamiento y viendo qué le paso en su vida. El juez le dio una posibilidad de recuperación y no la puede desperdiciar. Me abraza otra vez y me dice sonriendo: Mucha plata, mucha plata''. Le digo que no entiendo y me comentan que en el lenguaje en el que él vivió quiere decir mucha alegría.­

 

Me di cuenta de que estábamos los dos en diferentes mundos; para él, la alegría quería decir `mucha plata' y todo su lenguaje era un `idiolecto' que respondía a un dialecto marginal. Vivió un mundo de golpes en donde las palabras eran armas, grupos de choque. Hoy participa en grupos, tiene terapias, colabora. El filósofo francés Fabrice Hadjadj enseña que el hombre puede malograr su vida por permanecer informe, sin educar''. Oscar era un ejemplo de eso. Adquirió en la comunidad terapéutica herramientas emocionales, morales que le permitieron salir del apocalipsis que fue su vida. El apocalipsis es una figura de lo humano y no solo una alegoría religiosa; cada uno de nosotros asiste al fin de los tiempos, o sea de nuestros tiempos cuando `tocamos fondo', y Oscar tocó fondo.­

 

`CEGUERA' DEL LOBULO FRONTAL­

La cocaína es la `reina' de las drogas. Jorge, otro paciente, me decía: `Para nosotros el dealer es Dios''. Sigmund Freud en su momento la probó y percibió que era una sustancia mágica, euforizante y productor de mayor efectividad en el trabajo. Fue acusado por Albrecht Erlenmeyer, uno de los grandes psiquiatras europeos de la época, quien dijo que estas ideas iban a desencadenar un azote en la humanidad.­

 

Luego Freud cambió su enfoque sobre la cocaína cuando se la recetó a su amigo Von Fleishl para vencer la adicción a la morfina y contó desencantado: Von Fleishl se adaptó a la nueva droga con la desesperación de un hombre que se ahoga''; se volvió paranoico, deliraba y alucinaba. Trataba de defenderse de monstruos e insectos que reptaban por su piel.­

 

El farmacólogo L. Lewin en Berlín mostró que la cocaína generaba dependencia y daños en distintos sistemas corporales. La catalogó como un `veneno' que nos promete cada día más placer. Aunque la sustancia ya había conquistado el mercado de los vinos, el de la Coca Cola (primera formula fue con hojas de coca, cocaína, cafeína y nuez de cola que luego fue reformada) y el de los cigarrillos. Esto luego se abandona. Pero hoy es la estrella rutilante en el mercado de la creación alucinatoria de sensaciones con un gran mercado de venta y de propaganda que va de `boca a boca'.­

 

La industria multinacional de las drogas ha incorporado el neuro marketing (marketing al servicio del consumo con múltiples `tips' que seducen) usando todos los sistemas tecnológicos de difusión. Logró la implantación de la cultura de la banalización del uso de drogas, minimizando el daño y `cancelando' todo proyecto educativo preventivo. Además, la industria de las drogas ha incorporado químicos dignos de los sistemas autoritarios y tiránicos para el `dominio' de los seres humanos en donde mezclan distintas drogas haciéndolas más compulsivas (necesidad de repetir las dosis de una manera inveterada y desafiando todos los frenos cerebrales o directamente destruyéndolos). Se ofrece desde el infierno terrestre un paraíso momentáneo.­

 

El tusi o cocaína rosa es un ejemplo de ello (estimulantes mayores junto con alucinógenos y ketamina, potente disociativo de la personalidad), fue creado por el químico Alexander Shulgin en 1974, y lanzado con fuerza en todos los mercados. En menores genera una dependencia instantánea y una destrucción neuronal grande.­

 

REDES NEURO MORALES DAÑADAS­

 

Hoy se habla de una `red neuro moral' en el cerebro que queda dañada en los consumidores de cocaína, especialmente los de larga data, y que lleva a conductas de daño a sí y/o terceros. Son las que se denominan `psicopatías adquiridas' por lesiones cerebrales y generan demencias fronto-temporales.­

 

La lectura de sí mismo (capacidad de autoconciencia) y la empatía (ponerse en el lugar del otro) van desapareciendo y las respuestas impulsivas, automáticas y bestiales son comunes. Se denomina `ceguera frontal' porque la zona frontal del cerebro es el CEO de nuestra personalidad y el guía de nuestras acciones. El doctor Pablo Malo (estudioso del cerebro en la Argentina) habla de que tienen la brújula moral'' rota.­

 

La progresiva búsqueda de placer a través de este euforizante se convierte en cada vez más lejana y aparece el abandono de sí mismo que es el peor de los abandonos y todo esto culmina en un apetito por la muerte. Rápidamente se deteriora la conducta y se expone a riesgos o expone a otros precipitándose, de esta forma, en conductas suicidas u homicidas.­

 

Juan Alberto Yaría

* Director general de Gradiva - Rehabilitación en adicciones

COMPARTIR LO QUE TE SOBRA


 no es caridad, es justicia

 

Guillermo Altarriba Vilanova

 

El Debate, 02/12/2022

 

José María Larrú es economista y teólogo, da clase en la Universidad CEU San Pablo y esta semana visita la serie de entrevistas de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) para arrojar luz sobre la postura del magisterio católico en torno al consumo y el consumismo

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–Estos días se celebraban el Black Friday y el Cyber Monday. ¿Plantean algún dilema ético?

–Bueno, hay una parte del Black Friday que yo apoyaría mucho, que es el motivo por el que surgió, ligado a la fiesta norteamericana de Acción de Gracias. Me parece estupendo dedicar un día a agradecer todo lo recibido, y me da un poco de rabia que nuestra tradición católica –las témporas de acción de gracias– pase más o menos desapercibida. Todo lo que se genera a partir de ahí me da un poco de tristeza, esa temporada de consumo quizá desenfrenado donde uno no piensa tanto en si consumo en rebajas porque tengo una necesidad o si, como hay rebajas, consumo.

 

–Es profesor de Doctrina Social de la Iglesia, ¿qué dice el magisterio católico sobre el consumo?

–Los principios están claros: todo lo creado por Dios es una donación gratuita que nos ha hecho, y por tanto el destino de los bienes es universal. Consumirlos es bueno, y necesario: el primer mandamiento que Dios hace a Adán es «Creced y multiplicaos», disfrutad de todo lo que he creado para vosotros. Ahora bien, la Iglesia distingue entre bienes necesarios y bienes superfluos, con una franja gris en medio que serían los bienes «socialmente necesarios», que dependen del contexto y la cultura: un ejemplo hoy sería el teléfono móvil.

Hoy hay mucho consumo para aparentar, para revelar un estatus… pero no es verdad que seamos lo que consumimos

 

–¿En qué se diferencia la forma de consumir unos y otros?

–La Iglesia nos dice que tenemos derecho a la propiedad privada de los bienes necesarios, e incluso de los socialmente necesarios, pero que no tenemos derecho de dominio sobre lo superfluo. Cuando compartimos los bienes necesarios con los pobres, estamos haciendo un acto de caridad, de amor… pero cuando compartimos lo que nos sobra estamos haciendo un acto de justicia. Casi nos hacemos un bien a nosotros mismos, porque nos despegamos de la acumulación de cosas que en verdad no son necesarias.

 

–¿Puede poner un ejemplo?

–Mira, no se trata de hacer limpieza de todo lo que he acumulado y llevarlo a Cáritas. Eso no es justicia, eso es hacer limpieza. Compartir lo superfluo es darme cuenta de que vivo en un sistema que me crea necesidades superfluas, y decido parar. Se trata de hacer un discernimiento constante, cada uno con su conciencia: de lo que tengo y gano honestamente, ¿qué parte debo compartir con quien vive más necesidad que yo, con quien no ha tenido las mismas oportunidades que yo? Y darme cuenta de que al compartir lo que me sobra, o lo necesario de lo que tengo de más, estoy haciendo un acto de hermandad, de fraternidad.

 

–No hay una fórmula que se aplique a todos los casos.

–No, no heredamos la tradición judía del diezmo –«Cumplo con el 10 % y me libero de esta norma»–, no hay recetas ni porcentajes. Es más profundo. Toda la espiritualidad samaritana depende de la compasión que nos genera ver al otro en necesidad, y aquí el bienestar nos juega malas pasadas, porque tendemos a generalizar nuestro estilo de vida. Se trata de entender que nada de lo que consigo es solo fruto de mi trabajo: soy deudor de la naturaleza, de las generaciones anteriores y de todo lo que hace la sociedad permanentemente por mí. El cristianismo no es el individualismo de «esto me lo he currado yo solo», sino que es muy comunitario. No es comunista ni comunitarista, pero sí es muy comunitario.

 

–San Juan Pablo II escribía en Centesimus Annus que las opciones de consumo manifiestan «una concepción global de la vida», un consumismo que no es cristiano. ¿Existe una forma ética de consumir?

–Sí, el consumo responsable: consumir parándote a pensar, discerniendo. Hoy hay mucho consumo para aparentar, para revelar un estatus… pero no es verdad que seamos lo que consumimos. San Juan Pablo II identificaba dos estructuras de pecado: el afán de ganancia y la sed de poder. Si esos son los dos mimbres sobre los que estoy trazando mi vida, probablemente las estoy fomentando. Creo que es importante incorporar a la comunidad, el bien común, dentro del consumo, y cuando no lo hacemos es cuando caemos en el consumismo. En consumir por consumir, por aparentar y acumular, y creer que los bienes materiales nos dan la felicidad y la identidad. Ese sí es un error.

 

–En este discernimiento, ¿entra una responsabilidad moral sobre a quién le compramos los bienes o servicios que consumimos?

–Sí, hay que informarse lo suficiente sobre qué hay detrás de cada bien que consumo, porque puedo estar consumiendo males. Hay límites éticos, porque al mal hay que ponerle coto, y el mal corporativo existe. ¿A quién dona esta cadena de contenidos en streaming? ¿Cómo trata a sus trabajadores esta empresa? ¿Este alimento que dicen que es orgánico ha sido respetuoso realmente con el medio ambiente? Si trato de llevarlo al extremo me puedo volver loco, claro, pero hemos de saber que todos tenemos un margen de maniobra, también como consumidores.

 

–Habla de la relación entre consumo y respeto al medio ambiente, ¿también ahí hay que realizar un discernimiento?

–Sí. Según la doctrina social de la Iglesia, los humanos somos los encargados de señorear el conjunto de la Creación, que –como te decía al principio– se nos ha dado como don. Dice el Génesis que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, y esto hace que seamos mucho más responsables que el resto de animales o plantas. El Papa Francisco aporta una idea muy bonita en Laudato Si: que debemos escuchar a la vez el grito de la Tierra y el grito de los pobres, porque los pobres que gritan están en la Tierra, y muchas veces son su mejor altavoz.

SER HUMANO = PERSONA


 No hay nada que discutir

 

Stefano Fontana

 

Brújula cotidiana, 02-12-2022

 

Francisco, respondiendo a una pregunta sobre el aborto en una entrevista publicada por la revista jesuita estadounidense America, hizo la diferencia entre “ser humano” y “persona”: “No digo una persona, porque esto está en disputa, sino un ser humano”. Volvió a proponer la imagen, que ha usado en otras ocasiones, del sicario condenando el aborto, pero quiso aclarar que con el aborto no se puede decir que se interviene sobre una persona sino sólo sobre un ser humano. Esta distinción no sólo es inoportuna, dado que brinda apoyo e ideas a quienes defienden el aborto, sino que es indefendible en su contenido. De hecho, no se entiende qué otra manera existe de tener las características de un ser humano sin ser también una persona. No hay seres humanos que no sean personas, ni personas que no sean seres humanos (aparte de los ángeles y Dios, por supuesto).

 

La distinción de Francisco requiere algunas condiciones imposibles: que un ser humano pueda existir sin tener la personalidad que caracteriza la esencia del ser humano; que la personalidad sea algo que se añade después y, por tanto, que una cosa puede cambiar su esencia para que lo que no es persona luego se convierta en una; esa personalidad viene por evolución como si existiera potencialmente en una fase anterior de ausencia de personalidad. Pero procedamos analíticamente.

 

¿Qué significa la expresión “ser humano”? Significa un ser vivo que pertenece a la especie humana. ¿Qué significa “especie”? Significa un nivel de la realidad, un modo de ser propio de individuos que comparten las mismas características esenciales. ¿Cuáles son las características esenciales? Son las condiciones que le corresponden a un ser determinado como pertenecientes a su esencia o naturaleza, condiciones de las que no puede ser privado porque es “esa cosa ahí” precisamente por esas características esenciales. ¿Qué es la esencia? Es el principio que constituye ese ser como “esa cosa de ahí”, que lo hace ser lo que es y, como tal, pertenecer a una especie determinada. Todo lo que es, es algo, si es algo tiene esencia, si tiene esencia se pone en una especie según las características de su esencia. En fin: ¿cuál es el elemento de la esencia de ese ser que llamamos hombre que lo sitúa en su propia especie, es decir, en la especie humana? Este elemento es la inteligencia, de la que derivan otras de sus propiedades, como la libertad, la voluntad, la responsabilidad, la conciencia, la sociabilidad, etc. Ahora bien, si la expresión “ser humano” significa esto, coincide con el concepto de “persona”, que también significa precisamente lo mismo.

 

Para la “filosofía cristiana” la presencia de la inteligencia en el hombre denota la existencia de un alma (intelectual), es decir, una sustancia que ciertamente necesita del cuerpo para conocer, pero sólo hasta cierto punto, porque a partir de ahí conoce por sí mismo, de una manera inmaterial. Por tanto, cuando decimos que el hombre se caracteriza esencialmente por la inteligencia, decimos que está constituido por el alma. ¿Y cómo hace el alma para constituir al hombre? Da vida al cuerpo, asumiéndolo en su propio acto, comparte su propio ser en el cuerpo, de modo que no se debe decir que el alma está en el cuerpo, sino que el cuerpo está en el alma. En todas las cosas que no son de masa, es decir, que no son materiales y que no ocupan un espacio, “más grande” significa superior. El alma es superior al cuerpo y, al compartir su propio ser en el cuerpo al asumirlo en sí mismo, da al hombre su existencia unitaria. Por tanto, ningún ser humano puede ser definido como tal si no tiene estas características, pero éstas son al mismo tiempo las características de la persona.

 

El alma asume el cuerpo en su propio acto de ser, por lo mismo no puede añadirse a un cierto grado de desarrollo del cuerpo. Por eso la teología dice que procede de Dios inmediatamente, como aclara por ejemplo Pío XII en Humani generis (1950) contra las soluciones evolucionistas. Por tanto, es impensable que haya un desarrollo del hombre desde una fase puramente material en la que no hay alma, a una fase inmaterial en la que sí hay alma. Dios no crea el alma indirectamente, por evolución de causas secundarias, es decir, mediante la evolución del cuerpo. Teilhard de Chardin y Karl Rahner lo decían, pero el magisterio de la Iglesia y la sana teología nunca han confirmado esta visión. La razón es muy simple, incluso en su profundidad: más no puede venir de menos. El espíritu no puede provenir de la evolución de la materia, porque la materia es menos que el espíritu. Si esta posibilidad fuera cierta, incluso el ser podría surgir de la nada. Muchas corrientes de la filosofía moderna aplican el historicismo a la naturaleza a través del evolucionismo (filosófico), que sin embargo toma posiciones injustificadas, como la de suponer que lo inmaterial surge por evolución de lo material.

 

Cuando decimos que un ser humano es persona, afirmamos que tiene todas las características de la persona por derecho, pero no decimos que las ejerce efectivamente. De hecho, la existencia puede presentar impedimentos para la realización de las condiciones de la esencia. Por ejemplo, la inteligencia puede verse afectada por una lesión cerebral, pero la persona afectada sigue siendo inteligente. El recién nacido es libre, aunque no sepa ejercer esta libertad. En casos de este tipo no se puede decir que existe un ser humano y no una persona.