DON BOSCO

DON BOSCO
"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER




NOTIVIDA, Año XX, Nº 1194, 28 de abril de 2020

Reunión informativa de la Comisión de Mujeres de Diputados


La flamante comisión de Mujeres y Diversidad, que preside la diputada Mónica Macha (FdT, BsAs) se reunió virtualmente ayer con Elizabeth Gómez Alcorta, “Ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad”.

Al inicio de la reunión, Gómez Alcorta describió las medidas que el Ministerio que encabeza está llevando a cabo durante esta crisis.

Destacó que las consultas a la Línea 144 aumentaron un 40% en relación al mes previo a la emergencia, enfatizando que es una línea de consultas, no de denuncias y que las últimas no se incrementaron, por el contrario “bajaron en todo el país”. “El promedio de esas consultas anónimas es de 334 diarias. El 97% de esas llamadas -que en total son 10.351- fueron por violencia doméstica y la casi totalidad de las consultas estaban vinculadas a violencia psicológica. Un 73% se refería a violencia física y un 35% a violencia económica”. “Por otro lado en el 48% de las consultas el agresor es una expareja y en el 44% la actual pareja”. Añadió que en ese marco se incorporaron 20 operadores a la línea y se lanzaron campañas publicitarias en la televisión y en los medios de transporte.

Recordó que han dictado una Resolución para que se pueda salir a denunciar “violencia de género” porque es un caso de “fuerza mayor”.

“Pensamos que es correcto disminuir las poblaciones carcelarias en el marco de la emergencia de acuerdo a muchas recomendaciones internacionales de organismos de derechos humanos –manifestó Gómez Alcorta- pero llamamos la atención para que en estas medidas -que se toman en clave de política criminal- se tuviera especialmente en cuenta a aquellas personas procesadas por delitos de “violencia de género” o delitos contra la integridad sexual. En esos casos pedimos que, de resolverse favorablemente, se tomaran los recaudos para la seguridad de las víctimas. En cuanto al acceso a la justicia en el marco de la emergencia las más de las provincias ya implementaron mecanismos para que se puedan hacer denuncias virtuales”.

En el momento de las consultas muchas de las diputadas presentes hicieron hincapié en las domiciliarias otorgadas a personas detenidas por “violencia de género”. Y pidieron mayores detalles.

Así por ejemplo Ingrid Jetter (PRO, Ctes.) destacó que el juez de casación bonaerense  Victor Violini -que participa de la mesa de diálogo con los detenidos junto a otros funcionarios del Ministerio de Justicia en la provincia de Buenos Aires- le otorgó recientemente la prisión domiciliaria a 2.300 presos. “Un violador quedó libre y fue a vivir a una casa que queda a pasos de la casa de su víctima en Bernal, otro violador liberado -considerado formalmente en el grupo de riesgo porque tiene más de 60 años- es un abuelo que había violado a su nieta y volvió a vivir a la casa donde vive esa nieta ¿Quién está más seguro la víctima o el preso que salió por el coronavirus?” Dijo que esta situación fue alertada por muchos jueces, uno de ellos la jueza Julia Márquez que en nota al presidente de la Corte bonaerense dio el ejemplo de un condenado por lesiones agravadas a su pareja en un caso de “violencia de género”, que fue liberado en pocas horas sin verificar a dónde iba a vivir y sin estar en ningún grupo de riesgo”.

Ma Rosa Martínez (FdT, BsAs) preguntó qué proyectos son prioritarios en el marco de la emergencia y anticipó que están trabajando en la ley cupo laboral trans.

Romina Del Plá (PO, BsAs) expresó que se incrementaron las denuncias pero que no hay en paralelo una acción efectiva de protección de parte del Gobierno.

Gabriela Estévez (FdT, Cba.) preguntó si esta nueva actitud de tratar de separar al agresor del contexto familiar y permitirle a la mujer quedarse en su casa junto con sus “hijes” podría incorporarse a la Guía de recomendaciones que el Ministerio envía los gobiernos provinciales y municipales.

Sofía Brambilla (PRO, Ctes.): quiso saber si el personal que atiende la Línea 144 se incrementó en forma proporcional al aumento de las llamadas y solicitó un mapeo de violencia por provincias.

Claudia Najul (UCR, Mza.): pidió conocer los reclamos de las mujeres que llaman a Línea 144 y expresó su preocupación por las domiciliarias otorgadas a los detenidos por “violencia de género”. “¿Hay aumento de embarazo adolescente?” “¿Se está accediendo a los anticonceptivos?”

Mara Brawer (FdT, Ciudad de BsAs): consultó sobre las denuncias por violencia hacia niños y niñas.

Enrique Estévez (PS, Sta.Fe): manifestó particular preocupación por la situación económica de las madres solteras que son sostén de hogar y tienen trabajos informales, por la población LGBT -en particular las personas trans- y por los trabajadores sexuales que tampoco pudieron ingresar al IFE. Preguntó si está previsto un protocolo único a nivel nacional para abordar las situaciones de violencia en el marco de este aislamiento social obligatorio.

Adriana Cáceres (PRO, BsAs): recordó que varios diputados de su Interbloque presentaron un proyecto para crear un “comité de crisis con perspectiva de género” y le consultó a la Ministra si van a contar con su apoyo.

Lucila Masin (FdT, Chaco): comunicó su inquietud por la atención de mujeres con discapacidad –particularmente la de las mujeres sordas- y mujeres indígenas. Preguntó si hay posibilidad de articular un Comité nacional para las personas LGBT.

Gabriela Lena (UCR, E.Ríos): demandó que la Resolución del Ministerio de las Mujeres que autoriza a salir para hacer la denuncia por violencia de género no le permite a la mujer ir acompañada. Y preguntó si el Ministerio está articulando medidas con el Pan ENIA, de reducción del embarazo adolescente.

Flavia Morales (Frente de la Concordia Misionero): destacó lo que le cuesta a la víctima llegar a hacer la denuncia y preguntó si hay posibilidad en las actuales circunstancias de reformar la ley penal o procesal penal para darle mayor protección a las mujeres. Propuso un rigorismo en cuanto a los certificados psicológicos y psiquiátricos a los agresores para que no puedan otorgarle la libertad a los presos sin esos certificados.

Jimena López (FdT, BsAs): preguntó en qué consiste el programa “cuarentena con derechos” y cómo se pueden generar mejores condiciones para que los empleadores cumplan con sus obligaciones para con las empleadas domésticas.

A la hora de dar respuestas, Gómez Alcorta remarcó que las consultas por violencia de género aumentaron (40%), no así las denuncias, que anejan la intervención de la policía o el poder judicial.

Destacó que el único registro de información nacional y oficial de femicidios es el de la CSJN. El problema de este registro, dijo Gómez Alcorta, es que da datos a año vencido y añadió que lo que indican esas cifras es que es un fenómeno persistente que se mantiene, “son guarismos similares a lo largo de los años”. Afirmó que los datos de los observatorios indican que el número de femicidios en el marco de la pandemia es parecido a los del año pasado para la misma época.

Sobre la tan criticada liberación masiva de presos, que el presidente avaló, replicó que: “No hay un plan del Ejecutivo para la liberación masiva de presos”. “Sí hay una clara de decisión de los poderes judiciales, que son los dan la libertad y la preocupación que manifestaron varias diputadas es también la nuestra”. “En particular en la provincia de Buenos Aires puedo afirmar -porque nos hicieron llegar el dictamen-  que la subsecretaría de política criminal de esa provincia le pidió encarecidamente al procurador general que no libere a nadie condenado por delitos contra la integridad sexual”.

En relación al embarazo adolescente comentó que no se puede medir en tan corto plazo pero que en materia de anticonceptivos la Dirección de Salud Reproductiva del Ministerio de Salud le aseguró que hay anticonceptivos suficientes para toda la pandemia. Y aclaró que la línea 144 deriva las consultas sobre niñas y adolescentes a la Línea 102.

Explicó que hay una subsecretaría de Estado de la Diversidad y que están trabajando en un programa de “ampliación de derechos para personas trasn” que incluye el cupo laboral trans y la protección en casos la violencia institucional.

Con respecto a la ley de ESI relató que están articulando acciones con el Ministerio de Educación.  Informó que ahora Educación entrega cuadernillos con el título “Seguimos educando” para niños desde los tres años hasta el final del secundario -que complementa con una enorme cantidad de horas en televisión y radio- que incluyen transversalmente contenidos de ESI. Pero que vienen trabajando con ese Ministerio para sacar un módulo específico de ESI.

UN FALLO DE LA CORTE SUPREMA



SOBRE EL DERECHO DE LAS MUJERES EMBARAZADAS PRIVADAS DE SU LIBERTAD A LAS ASIGNACIONES SOCIALES

Centro de Bioética, ABRIL 27, 2020

POR MARÍA DEL PILAR DE OLAZÁBAL

El 11 de febrero de 2020 la Corte Suprema de Justicia de la Nación falla a favor de la Procuración Penitenciaria de la Nación y de la Defensoría General de la Nación en la causa caratulada “Internas de la Unidad nº 31 SPF y otros s/ habeas corpus”, quienes actuaban en representación de mujeres privadas de su libertad –en este caso de la Unidad Penitenciaria nº 31- embarazadas o que optaban por permanecer con sus hijos menores de 4 años.

El objeto de la causa era que se les otorgara los beneficios de la Ley 24.714 de Asignaciones Familiares que les fue denegado por la ANSeS, el Servicio Penitenciario Federal y el Ente de Cooperación Técnica y Financiera del Servicio Penitenciario Federal.
Rechazada la pretensión por la mayoría de la Sala III de la Cámara Federal de Apelaciones de la Plata, la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal hizo lugar a la demanda ordenando a la ANSeS que otorgara los beneficios correspondientes, según la normativa legal. Contra dicho pronunciamiento la demandada interpuso recurso extraordinario cuya denegación dio origen a la queja.

Los fundamentos de la CSJN para no hacer lugar a lo peticionado por la ANSeS fueron, entre otros, los siguientes:

El art. 9 de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer. El mismo contempla que la condición de mujer privada de libertad no puede ser valorada para la denegación o pérdida de planes sociales, subsidios, servicios o cualquier otro beneficio acordado o al que tenga derecho a acceder, salvo disposición legal en contrario.

Que, según establece la Convención sobre los Derechos del Niño, los Estados partes deben tomar “todas las medidas apropiadas para garantizar que el niño se vea protegido contra toda forma de discriminación o castigo por causa de su condición, las actividades o creencia de sus padres”. Se busca el interés superior del niño y que se le asegure protección y cuidado necesario para su bienestar.

“A fin de hacer efectivo el reconocimiento contemplado en las referidas disposiciones, el art. 75, inc. 23 de la Carta Constitucional pone en cabeza del Congreso de la Nación el dictado de un régimen de seguridad social especial e integral en protección del niño en situación de desamparo, desde el embarazo hasta la finalización del período de enseñanza elemental, y a la madre durante el embarazo y el tiempo de lactancia”.

Para la Corte, el rechazo de los beneficios en cuestión importa un supuesto de agravamiento ilegítimo de la forma y condiciones en que se cumple la privación de la libertad tanto para las madres como para sus hijos. Por ello, desestima la queja.

Por este fallo se obliga a la ANSeS a otorgar el beneficio de asignación universal por hijo y por embarazo, contemplado en el art. 6 de la Ley 24.714, a mujeres embarazadas privadas de su libertad.

De esta manera, junto con un reconocimiento de la importancia de la maternidad y los derechos de la mujer, también podemos reconocer un reconocimiento de la personalidad del niño por nacer, cuyo interés superior está en juego en la protección de su derecho a recibir protección y cuidados.

LA MULTINACIONAL DEL ABORTO



Planned Parenthood, financió con U$S 5 millones a organizaciones abortistas argentinas

POR KONTRAINFO/FF
(13 JUNIO, 2018)

La IPPF (International Planned Parenthood Federation), con sede en Londres, es la mayor red de clínicas de abortos de Estados Unidos y del mundo (152 países y 5 millones de abortos al año) y lleva transferidos (de acuerdo a sus propios informes financieros) cerca de U$S 5 millones de dólares a organizaciones argentinas que integran la Campaña por el Aborto Legal Seguro y Gratuito, de acuerdo a los reportes financieros de la misma multinacional. 

Esto se suma a los cuantiosos recursos de la Fundación Ford (pantalla de la CIA) y la Open Society de George Soros, que siguen los lineamientos del Banco Mundial. Entre las organizaciones argentinas que vienen recibiendo los cuantiosos fondos están: “Católicas por el Derecho a Decidir”, Casa FUSA, Fundación Huesped, CELS (el que además recibió U$S 1.340.000 de Soros y $1.750.000 de la Fundación Ford solo en 2017), CEDES y otras. Los montos transferidos en realidad son más ya que a partir de 2017, IPPF no informa cuánto destina a cada ONG.

En la Argentina, Casa FUSA, declara ser representante de Planned Parenthood y hasta posee una clínica en el barrio porteño de Almagro, donde brinda “servicios de salud a adolescentes con enfoque de género” y promueve la realización de abortos. Solo esta ONG ya lleva recibidos desde 2008 u$s 3.502.960 ($90.000.000 de pesos al tipo de cambio del dólar de junio de 2018).

Otras “organizaciones socias” que promueven la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, Seguro y Gratuito, vienen recibiendo aportes de la IPPF:
Católicas por el Derecho a Decidir (u$s 744.015),
CEDES – Centro de Estudio de Estado y Sociedad ( u$s 190.202),
Fundación Huésped (u$s 84.000), que impulsa la campaña #AbortoSinBarreras
Asociación Civil Pro Amnistía (u$s 99.850), razón social de Amnistía Internacional.
Otras entidades subvencionadas por IPPF son el Fondo de Mujeres del Sur (u$s 75.000), CELS – Centro de Estudios Legales y Sociales (u$s 32.500), FEIM Argentina (u$s 23.150) y el Centro de Estudios Sociales y Políticos Para el Desarrollo Humano (u$s 5.167).

En total la IPPF transfirió entre 2008 y 2016 U$S 4.756.844 dólares, que al precio actual representan unos $123 millones de pesos.

¿Quiénes financian a su vez a la IPPF? La crema del poder financiero mundial: Ford Foundation, Bill Gates Foundation, George Soros (Open Society Foundations), Hewlett / Packard Foundation, etc.




El caso de “Católicas para el Derecho a Decidir” es paradigmático ya que en 2003 crean en la Argentina la “Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito” en la “Asamblea por el derecho al aborto”. Esto luego se presentó en el  “XIX Encuentro Nacional de Mujeres”, llevado a cabo en Mendoza en 2004. Finalmente la campaña se lanzó el 28 de mayo de 2005.
Medios cuasi especializados en difundir esta agenda como Cosecha Roja también reciben el apoyo de la Open Society de Soros.

El caso del CELS recibiendo U$S 1.340.000 de Soros y $1.750.000 de la Fundación Ford solo en 2017, permite explicar también la postura de medios como Página/12 con gran parte de sus periodistas socios del mismo:
-Women on Web y Women Help son los sostenes en la Argentina de “Socorristas en Red”, dos fundaciones internacionales que a su vez reciben financiación de:

Women’s Global Network for Reproductive Rights
http://wgnrr.org/resources-and-materials/annual-report/
Financiada por: IPAS y el SAAF (Safe Abortion Action Fund), también estructuras montadas financieramente por la IPPF.

Pero como dijimos, la IPPF no es la única transnacional que financia la agenda de la legalización del aborto en el mundo, también lo hace la Open Society de George Soros, la Fundación Ford y otras, todas siguiendo los lineamientos del Banco Mundial quien viene prescribiendo avanzar en este sentido desde el año 1968 hasta la actualidad, tal y como refleja en su informe del 2007 revisando la implementación del aborto en todo el mundo con el objetivo de reducir las tasas de natalidad, requisito necesario para las potencias centrales, tal como en su momento lo reclamó Henry Kissinger en su informe NSSM 200 de 1974 desclasificado hace pocos años.

COMUNICADO



 DE LA RED FEDERAL DE FAMILIAS


SOBRE LA SITUACIÓN ACTUAL

NOTIVIDA, Año XX, Nº 1193, 22 de abril de 2020

ESTADO DE SITUACIÓN

Frente a las complejas y confusas circunstancias públicamente conocidas por las que atraviesan nuestro país y el mundo entero, la RED FEDERAL DE FAMILIAS se ve obligada a emitir este comunicado para llamar la atención sobre diversos asuntos que han pasado inadvertidos o que han sido considerados de forma ligera y tangencial, y que, sin embargo, afectan directa o indirectamente, su Ideario.

En el marco de excepcionalidad y emergencia que suponen la cuarentena y el confinamiento decretados por el Gobierno Nacional y la consecuente paralización del país; ante el estado de ánimo en que se encuentra la población, acicateada incesantemente por los diversos medios de comunicación, públicos y privados e intimidada en general por el temor al contagio; y considerando la legítima incertidumbre y angustia respecto de una salida que no se vislumbra y de un futuro que se presenta sombrío, resulta difícil pretender que el hombre común preste atención a otras cuestiones que no sean ésas que se le presentan como de urgencia inapelable, pero que no pueden pasar inadvertidas.

Las difíciles coyunturas que nos aquejan no nos autorizan a aflojar en la lucha en la que estamos implicados y, mucho menos, a abandonar nuestros principios sino que, por el contrario y de cara a ellas, nos obligan a reafirmar una vez más nuestro compromiso de reconocer, difundir y promover la vigencia en el orden social, de los siguientes principios no negociables y constitutivos del Ideario y la finalidad de la Red: a) el respeto y la protección de la vida humana en todas las etapas de su desarrollo, desde la concepción y hasta la muerte natural; b) la estructura natural de la familia fundada en el matrimonio de un varón y una mujer, abierto a la transmisión de la vida; c) el derecho y deber originarios de los padres a educar a sus hijos conforme a sus convicciones morales y religiosas; y d) la procura y promoción del bien común como deber de gobernantes y gobernados.

En esta comunicación, queremos destacar, principalmente:

1)      Que ratificamos nuestra defensa irreductible de los derechos del niño por nacer y que, por lo tanto, repudiamos las aclaraciones del Ministerio de Salud de la Nación, emanadas el pasado 13 de abril, declarando que el acceso a la interrupción ilegal del embarazo y a los métodos anticonceptivos quedan fuera de las restricciones impuestas por la cuarentena por cuanto se considera a ambos como “servicios esenciales” de salud. Así también impugnamos las adquisiciones, mediante compras directas y por sumas millonarias sustraídas a la atención de la emergencia declarada, de materiales diversos y de sustancias, como el Misoprostol, destinadas a la atención de aquellas prestaciones. Dicho Ministerio había recomendado suspender los servicios y controles de rutina para no sobrecargar el servicio sanitario.

2)    Que la afirmación del presidente Fernández acerca de que la prioridad es la vida se contradice abiertamente con la simultánea declaración precedente, no rectificada, acerca de que la interrupción voluntaria del embarazo (eufemismo por aborto) es una prioridad esencial, lo que demuestra su falsedad e hipocresía. El manifiesto ministerial es, por otra parte, coherente con la promesa hecha por el mismo Presidente ante ambas Cámaras y cuyo cumplimiento ha quedado en suspenso por la restricción de actividades legislativas, de enviar al Congreso de la Nación, desde la misma oficina presidencial, un nuevo proyecto de legalización del aborto.

3)    Que la intromisión del Estado en el derecho y el deber de los padres de educar a sus hijos conforme a sus convicciones morales y religiosas se ha puesto de manifiesto en la presentación de plataformas educativas, aprovechando y jugando con la situación actual y con la suspensión de la actividad escolar, con elementos ideológicos, el uso de idioma mal llamado inclusivo y, en las clases de ESI, cargadas de ideología y de propuestas aberrantes. Esa intromisión se produce en los hogares, sujetos al confinamiento, por medio de todos los instrumentos públicos de difusión.

4)    Que los ataques a la vida y a la familia se ponen de manifiesto en tales intromisiones y en el plan de corrupción que ellas suponen, así como en las recomendaciones para la cuarentena, también procedentes del gobierno nacional, de recurrir a prácticas sexuales aberrantes en sustitución de las relaciones personales impedidas por causa del encierro forzado.


5)    Que, en ese orden, apuntamos que hay una relación directa entre las “prácticas aberrantes” a las que esta declaración alude y la violencia contra la mujer que dicen querer erradicar. La pornografía y los hábitos sexuales que se sugieren desde el Estado inducen a cosificar al otro y verlo como mero objeto de la satisfacción individual. Numerosos estudios muestran la relación entre el consumo de pornografía y la violencia sexual. Recomendar el consumo de pornografía y decir que se quiere reducir la violencia contra la mujer es tan hipócrita como afirmar que la “prioridad es la vida” y que el aborto es un “servicio esencial”.

6)    Que advertimos que desde el Estado se emiten diversas medidas y consejos destinados, supuestamente, a promover el cuidado de la salud corporal, a la vez que se lanzan ataques directos a la salud moral y espiritual de los individuos y de las familias a los que va destinada la actividad gubernamental. Mientras tanto, el ejercicio público del culto se ve imposibilitado, bajo el pretexto de impedir la concentración de personas, a la par que se permite la concurrencia pública a supermercados y bancos.

7)    Que, en orden al bien común comprometido, queremos destacar los daños, no sólo económicos -que son gravísimos- sino morales, psíquicos y espirituales que se siguen de la prolongación del confinamiento de personas y familias, muchísimas de ellas en condiciones precarias, sin perspectivas más o menos inmediatas de una conclusión. Parece que no hay plan alguno de salida de esta crisis y que el único remedio que se encuentra es el dejar que transcurra el tiempo a la espera de una solución mágica.

El enunciado precedente es sólo eso, un enunciado no exhaustivo hecho con el propósito de poner de relieve algunos de los aspectos que se ocultan detrás de la situación de emergencia en que se ha puesto a la población, y a la Nación entera.

Frente a tales circunstancias, nosotros nos mantenemos alertas y activos, trabajando en nuestros proyectos y observando lo que se hace en el otro campo, para estar en condiciones de dar una condigna respuesta cuando las cosas se modifiquen.

Destacamos que nuevamente y como se viene haciendo desde el año 2010, se ha presentado en el Congreso de la Nación el proyecto de ley de Protección Integral de los Derechos Humanos de la Mujer Embarazada y de los Niños por Nacer, que ha tenido entrada en la Cámara de Diputados el 2 de marzo bajo el n° 33/2020, y que antes del inicio de la cuarentena cosechó la firma de 25 miembros de ese cuerpo.

Tomemos conciencia de nuestra finitud, recobremos la calma si la hemos perdido y no nos dejemos ganar por el pánico, por el temor desmedido a la enfermedad y a la muerte, que indefectiblemente nos afectara a todos y a cada uno de nosotros.

Cuando ella nos alcance, que nos encuentre firmes en nuestra posición, cumpliendo nuestro deber y con la mirada puesta en las cosas de lo alto y no en las mezquinas y torpes apetencias de los bienes caducos de esta vida mortal.

Buenos Aires, 22 de abril de 2020.

ORIENTACIÓN CÍVICA


Programa virtual y gratuito, disponible para quienes deseen aprovechar la cuarentena para disponer de un esquema simple y sintético que los ayuden a evaluar mejor la actividad política.

www.orientacion-civica.blogspot.com

¿CASTIGO DE DIOS?



POR HÉCTOR AGUER

La Prensa, 20.04.2020

Acabo de recibir esta consulta: ¿Se puede pensar que la pandemia desatada por el covid-19 sea un castigo de Dios?. Yo añadiría a la pregunta: ¿Sensatamente?. Así se excluye desde el comienzo tanto el fundamentalismo desorbitado que agita terrores apocalípticos, cuanto el relativismo incrédulo del católico "progresista", que descarta con una sonrisa la cuestión in limine.

Basta hojear en la Biblia los relatos del peregrinaje del pueblo de Dios registrado en los libros del Éxodo, los Números, y el Deuteronomio, para encontrar numerosos testimonios de la actitud divina ante la infidelidad, reiterada y contumaz, de los judíos. La noción de castigo va asociada a una imagen de Yahweh, que incluye el desfogue de su ira, manifiesta en el juicio contra el pecado; este es siempre desobediencia, incredulidad, apostasía. Aparece también el juicio y castigo de las naciones paganas, ya que el de Israel es un Dios universal, único y celoso de su gloria. En una y otra dirección se destaca asimismo la paciencia de Dios y su amor misericordioso, dirigido a obtener del pecador la conversión, ya que Él "no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva". Esta expresión ilustra un rasgo del Dios de Israel, que se reitera de continuo en los nebiyîn, los escritos proféticos.

Los términos mencionados parecen hallarse siempre en vinculación intrínseca: la ira es expresión de la santidad divina, de la que ha querido hacer participar al hombre; se manifiesta en el juicio, en el cual se muestra que Yahweh gobierna soberanamente el mundo, donde se ejerce como factor decisivo la libertad y consiguiente responsabilidad de la criatura, hecha a imagen del Omnipotente. Se citan las ciudades paganas castigadas por su maldad, como Babel, Sodoma, y Nínive, a las que se suma la misma Jerusalén cuando es llamada infructuosamente al arrepentimiento. En la dialéctica de la historia, los imperios paganos son instrumentos para la corrección del pueblo de Dios. Son bien elocuentes estos pasajes de la profecía de Ezequiel: "Les infligiré justos castigos: la espada, el hambre, las bestias feroces y la peste" (Ez. 14, 21)... "Ustedes caerán bajo la espada; los juzgaré en el territorio mismo de Israel, y así sabrán que yo soy el Señor (ib. 11, 10).

Respecto de la peste, es interesante recordar el castigo que se impone a la necia jactancia de David al realizar el censo del pueblo, a pesar de la sensata recomendación en contrario de Joab. Se le propone elegir entre tres años de hambre, tres meses de derrotas a mano de los adversarios, o bien "tres días en que la espada del Señor y la peste asolarán el país y el Ángel del Señor hará estragos en todo el territorio". El rey eligió lo tercero, con este argumento: "Caigamos más bien en manos del Señor, porque es muy grande su misericordia, antes que caer en mano de los hombres". Se produjo entonces la peste, y la muerte de setenta mil hombres. La conclusión del episodio es bien ilustrativa: "El Ángel extendió la mano hacia Jerusalén para exterminarla, pero el Señor se arrepintió del mal que le infligía y dijo al Ángel que exterminaba al pueblo: "¡Basta ya!. ¡Retira tu mano" (1 Sam. 24, 10 ss.). El episodio es retomado en el Primer Libro de las Crónicas, capítulo 21. Entre paréntesis: el término daber (o deber, peste) recurre en varios pasajes del Antiguo Testamento hebreo; la versión griega de "los Setenta" traduce thánatos,

El antropomorfismo que pinta a Dios arrepintiéndose se suma a los otros, la ira y la paciencia. Es una bella expresión de la misericordia divina. Todos los elementos señalados se encuentran en un texto del libro de Baruc, que no integra el canon hebreo sino la versión griega: "Al Señor nuestro Dios pertenece la justicia, a nosotros en cambio, y a nuestros padres, la vergüenza reflejada en el rostro, como sucede en el día de hoy... el Señor estuvo atento a estas calamidades y las descargó sobre nosotros, porque él es justo en todo lo que manda hacer... seguir los preceptos que él puso delante de nosotros" (Bar. 2, 6 - 10). "... Sin embargo, tú nos has tratado, Señor Dios nuestro, conforme a toda tu benignidad y a tu gran compasión" (ib. 2, 27).

No todo sufrimiento puede ser interpretado como castigo divino o llamado a la conversión; uno de los enigmas más dolorosos es el sufrimiento de los inocentes y su sentido. En el Antiguo Testamento, el Libro de Job y su discusión con Dios sobre este punto representa un anticipo de la respuesta que se revela en el Nuevo Testamento, en la cruz de Jesucristo, el inocente que se ofrece en sacrificio por los culpables. El castigo no es solamente pena que se impone a quien ha cometido un delito, sino también ejemplo, advertencia, corrección, enmienda.

El único inocente
Rigurosamente hablando, el único inocente es Jesucristo, Dios mismo que hecho hombre saca al hombre del camino sin destino, el atolladero en el que se había internado al decaer de su condición original; de la prehistoria originaria a la historia, por no aceptar la realidad de su inserción en el conjunto de la creación. "Ser como Dios", ser un dios, es siempre la gran tentación. Con la caída del hombre, la creación entera queda -como lo advirtió San Pablo, Rom, 8, 20- "sometida a la vanidad",  mataiótēti .

Esta palabra, mataiótes  se traduce como vanidad; en la expresión griega se incluye un matiz de estupidez, sinrazón, insolencia orgullosa. Quien se somete a la vanidad es el hombre que prescinde de Dios y se empeña en forjar una nueva humanidad, la Humanidad, un orden diseñado por su soberbio arbitrio; en su pertinacia arrastra a toda la creación, de la cual había sido constituido rey. Ahora la esclaviza consigo a la nada.

 El mensaje central del Nuevo Testamento es que Cristo, el Mesías de Israel, se hizo cargo del pecado de la humanidad entera y lo clavó en la cruz para disolverlo en ella. Leemos en la Primera Carta de Pedro: "Él llevó a la cruz nuestros pecados, siendo justo padeció por los injustos, para llevarnos a Dios" (1 Pe 3, 18). En la cruz la justicia de Dios se manifiesta como misericordia. Es este el momento de concluir que Dios es justo porque es misericordioso, y es misericordioso porque es justo. Esta paradoja -aparente- la expresó Tomás de Aquino escribiendo que "la obra de la justicia de Dios siempre se funda en una obra de su misericordia, y la supone" (I, q. 21, a. 4). Comentando el Salmo 50 -el célebre Miserere- dice que la misericordia de Dios es grande por siete razones: es incomprehensible, lo llena todo, está en todos, es sublime, eterna, virtuosa, y universal.

Una última observación que completa el conjunto de la revelación bíblica: por la fe en Cristo, muerto y resucitado, el hombre y con él la creación se encaminan a su fin, a su cumplimiento en el ésjaton -lo último, el estado definitivo-, "los nuevos cielos y la nueva tierra", que de lejos anunciaron los profetas.

El desarrollo precedente, articulado en la teología católica, puede servir de fundamento a la respuesta que se busca.

La Providencia del Señor de la historia no debe concebirse como una voluntad omnipotente y arbitraria sino como prudencia, sabiduría que no anula el juego de los múltiples factores que intervienen en la historia, sobre todo las intervenciones de la libertad humana y sus consecuencias, lo que en lenguaje filosófico se llama causas segundas. Me permito citar nuevamente a Santo Tomás, que insiste en numerosos pasajes de sus obras que la presciencia y providencia de Dios, y aun la predestinación de los hombres no imponen necesidad a las cosas ni anulan el carácter contingente de las mismas. A través de esos agentes se cumple el designio divino; se puede decir entonces que Dios permite el mal, el que el hombre realiza y el que se sigue de su torcida elección. Esa permisión sirve de castigo, corrección y enseñanza, en busca del bien. De paso digamos que Dios no arroja a nadie en el infierno, el condenado va allá por su cuenta, se marcha a su lugar, eis tòn tópon tòn tòn ídion , como Judas (Hch. 1, 25). Y entra en el orden de la sabiduría y la voluntad divinas, que soberanamente dirigen todo.    

A propósito de la plaga del coronavirus, se ha discutido acerca del origen, de cómo el virus pasó del ámbito animal al humano. Los datos apuntan, como escenario más seguro, al mercado de Wuhan, ciudad de la China profunda; allí, al parecer, se sitúa el escenario del contagio. Se vendían en ese lugar toda clase de animales, cuya sangre derramada y sus excrementos ofrecieron la situación adecuada para la generación de la nueva plaga: se dice que pasó al ser humano del murciélago a través de un mamífero placentario, insectívoro, llamado vulgarmente pangolín. Aunque se conocen otras hipótesis acerca del origen del virus, me detengo en la descrita para ofrecer una interpretación. Como en los casos del VIH, el Ébola, el SARS y el MERS también en el del Covid 19 se verificó un salto de la naturaleza deturpada al autor de los abusos.

El hombre, según el designio del Creador, se inserta en la naturaleza por medio de su trabajo y artesanía; es homo faber, pero antes es contemplativo del don recibido, al cual debe admiración y respeto; no le es lícito esquilmar el don de Dios, sino explotarlo sabiamente para su necesidad y provecho. El señorío del hombre sobre la naturaleza se ha convertido en abuso destructor del ecosistema; las consecuencias están a la vista. La naturaleza se cobra el precio de la violación a la que es sometida.

No me parece arbitrario referir a las consecuencias que sufrimos, que no se limitan al contagio de la peste, otras violencias ejercidas contra la naturaleza: la destrucción del matrimonio y la familia, en virtud de la ideología de género y de las leyes inspiradas en ella; la alteración de la realidad del sexo, y la propaganda abrumadora en favor de la homosexualidad; la educación errada de los niños por imposición del Estado; el manoseo de la dignidad de la mujer en el feminismo extremo; los crecientes femicidios (varones que asesinan a sus novias o ex novias, parejas o ex parejas); la amenaza de legitimación del aborto y la eutanasia; la idiotización de las multitudes por la televisión; el dominio de los medios económicos por grupos poderosos y funcionarios corruptos que crea pobres y excluidos, y un largo etcétera.

En la cultura que se va imponiendo se insinúa un nuevo orden basado en el desorden, en la enemistad contra el don de la creación, contra la realidad y el concepto de naturaleza. Son virus que no saltan de la esfera animal; el virus por excelencia es la pretensión del hombre de convertirse en Dios, una pandemia que conduce a la muerte moral y espiritual. Como en el caso del ecosistema físico, también, en el ecosistema de la cultura, en el cual vive el hombre, el peligro cercano es la destrucción. Vivimos una especie de autocastigo, y la única salida es comprenderlo como un llamado a volver a Dios, lo que en el lenguaje bíblico se llama metánoia, conversión, que tiene una raíz intelectual: cambio del noûs, la mentalidad o manera de pensar, y de allí renovación de intenciones, sentimientos y proyectos.

Sobreactuación
Volviendo al covid-19, se me ha pedido también una opinión sobre las medidas adoptadas en nuestro país para conjurar el avance del mal. Las consecuencias económicas, sociales y psicológicas son incalculables. Los remedios que se intentan permiten la justa cavilación de muchos que se preguntan si no serán peor que la enfermedad. No es competencia mía dilucidar este asunto; la duda debería ser analizada cuanto antes.

La sobreactuación del Estado atropella las garantías democráticas; la república se encuentra con sus instituciones en cuarentena, y es gobernada por el Poder Ejecutivo mediante "decretos de necesidad y urgencia". Muchos fieles están indignados por la reclusión de la Iglesia, que se somete medrosamente al dominio estatal; los templos se abren para el reparto de alimentos, pero no para que se pueda entrar a rezar en ellos. Ni siquiera se pudo el Viernes Santo, para besar el Crucifijo, y tocar con devoción el manto de la Madre Dolorosa.

¿Qué se seguirá de este penoso antecedente?. Afortunadamente no han faltado sacerdotes que con prudencia y coraje han hecho y hacen uso de la libertad cristiana. ¡No es lo mismo la Misa por internet!.

No se me oculta que esta opinión mía, que presento modestamente y cum formidine errandi, puede desagradar a muchos. Me atrevo a divulgarla recordando lo que decía Francisco de Quevedo en su Epístola Censoria al Conde - Duque de Olivares:

¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

DIOS ES MISERICORDIA



Autor: Santiago MARTÍN, sacerdote FM

Católicos-on-line, abril 2020

Era inevitable que, más pronto o más tarde, saltara la polémica de si la pandemia que padecemos es o no un castigo divino. Destacadas personalidades de la Iglesia lo han rechazado categóricamente, no sé si refiriéndose a este problema en concreto o porque consideran imposible que Dios castigue. Otros, en cambio, acuden a las Escrituras para rebatir esa afirmación.

Creo que conviene aclarar algunos términos para no confundirse. En primer lugar, el Dios revelado por Jesucristo es uno y trino. El Dios uno es amor. Es amor como Padre Creador, es amor como Hijo Redentor y es amor como Espíritu Santificador. Al ser uno, todo lo que hace lo hace ese único Dios. El Dios único, decimos para entendernos, crea a través del Padre, redime a través del Hijo y santifica a través del Espíritu. El Dios único es también juez, sin dejar de ser amor, lo mismo que es creador o redentor sin dejar de ser amor. Es un juez justo, no caprichoso, y de ningún modo es vengativo y cruel. Es el Dios de la misericordia infinita, lo cual es muy útil recordar cuando estamos en vísperas de la fiesta de la Divina Misericordia.
Pero este Dios de la Misericordia sigue siendo juez, aunque cuando el pecador está arrepentido la misericordia, como dijo Jesús, se ría del juicio. El Dios amor, por lo tanto, no va a tomar venganza, porque la venganza no cabe en Él, pero sí va a aplicar justicia. Eso supone que puede dar un castigo como advertencia, como lo da un padre a un hijo: para corregirle y ayudarle a que mejore algo que está haciendo mal. Pero también puede dar un castigo que sea definitivo, lo cual ocurre cuando el hijo querido, llegada la hora de la muerte, haciendo uso de su libertad, rechaza la misericordia que le ofrece gratuitamente su Padre. Negar esto es negar la revelación, y no sólo el Antiguo Testamento -al cual muchos desprecian-, sino también el Nuevo. Por ejemplo, es olvidar la gran cantidad de ocasiones en las que Jesús habla del infierno, como aquella vez en la que, describiendo lo que ocurrirá cuando se produzca su venida gloriosa para juzgar al mundo, dijo que pondrá a unos a su izquierda y les dirá: “Id malditos de mi Padre, porque he tenido hambre y no me habéis dado de comer”.

Pero quizá el problema sea mucho más profundo y grave que saber si la pandemia es o no un castigo de Dios. Quizá el problema está en que muchos en la Iglesia -no me refiero necesariamente a los que niegan que la epidemia sea un castigo divino- han perdido la fe y ya no creen que la Biblia sea Palabra de Dios, que los Evangelios sean históricos, y que el mensaje de Jesucristo recogido en ellos siga teniendo valor, porque es posible que para ellos Jesucristo haya dejado de ser alguien real y se haya convertido en un ser mítico, tan falso, aunque más simpático, que Zeus, Júpiter u Odín.
Es muy significativo, además, que algunos de estos que rechazan airadamente y como si fuera la mayor blasfemia la posibilidad de que Dios castigue, no duden en afirmar que la pandemia es una venganza de la Pachamama, como si ésta fuera una persona real, con capacidad para tomar decisiones. Realmente, como decía Chesterton, cuando uno deja de creer en Dios es capaz de creer en cualquier cosa. Han dejado de creer en el Dios revelado por Cristo y terminan adorando a una vengativa diosa que no existe y que reclama su dosis diaria de sangre inocente. Castigo de Dios, no, pero venganza de la Pachamama, sí. A ese desvarío han llegado.

Volviendo al debate sobre la posibilidad o no de que lo que nos está pasando sea un castigo divino, habría que ver no sólo si Dios es juez, que está claro que lo es, sino también si hay o no motivos para el castigo. Por ejemplo, los datos del día 14 de abril decían que ese día se llegó en el mundo a 125.000 víctimas del coronavirus desde que estalló la pandemia; pero tan sólo en ese día, se llevaron a cabo 125.000 abortos. Inocentes las víctimas de la epidemia, pero también inocentes los niños asesinados en el vientre de sus madres. Y esa cifra pavorosa se alcanzó en un solo día, porque en muchos sitios las clínicas de la muerte no han dejado de trabajar ni han puesto sus camas al servicio de la causa común de luchar contra la epidemia, y nadie ha protestado por eso. Más aún, en plena guerra contra el virus, en el Estado norteamericano de Virginia se ha aprobado una ley aún más permisiva a favor del aborto, en Nueva Zelanda se ha hecho lo mismo llegando incluso a permitir el aborto por decapitación, y en Nueva York, la ciudad más castigada por el virus, tienen una de las leyes más favorables al aborto del mundo. Y eso sólo por fijarnos en el tema del aborto.

Podríamos ver lo que sucede con la eutanasia, sobre todo aplicada a ancianos, que están siendo rechazados de muchos hospitales sin analizar siquiera si tienen o no posibilidades de curarse. O lo que pasa con la injusta distribución de la riqueza, que mantiene a millones bajo el umbral de la pobreza mientras muy pocos, como el rico Epulón, banquetean todo el día.

¿Hay o no motivos para el castigo divino? Prefiero pensar que Dios está mandando una advertencia, que está permitiendo algo malo para sacar un bien mayor -es Santo Tomás quien lo dice- o, como decía San Agustín: “Dios juzgó más conveniente sacar bienes de los males que impedir todos los males”. Dios nos está avisando, como Jesús avisó a aquel paralítico, que después de ser curado le denunció a los sacerdotes, y al que el Señor le dijo: “Ten cuidado no sea que te ocurra algo peor”.

Estamos a punto de celebrar la fiesta de la Divina Misericordia. Obtendrán misericordia los que confían en Dios y la piden. Pero para pedir misericordia hay que creer en Dios, creer en el poder de Dios, creer en el amor de Dios y también ser consciente de que se ha obrado mal y se necesita esa misericordia. Escuchemos el aviso que Dios nos da a través de esta terrible epidemia. Quitemos de sus ojos nuestras malas acciones, como pedía Isaías en el primer capítulo de su libro, y así habremos aprovechado este tiempo de mal para sacar un bien mayor. El aviso habrá surtido efecto y habremos dejado que el Dios de la infinita misericordia nos salve. De lo contrario, puede ser que lo que nos ocurra sea peor.

LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA PREVENTIVA



por Germán Masserdotti

Religión el Libertad, 25 marzo 2020

La próxima presentación por parte del Poder Ejecutivo de la Nación [Argentina] de un nuevo proyecto de ley para la despenalización/legalización del aborto resulta una oportunidad para retomar un tema sometido a debate como es el de la objeción de conciencia institucional.

El 3 de febrero de 2020, el periodista italiano Stefano Fontana publicó una nota titulada Obiezione di coscienza preventive, la nuova strategia, publicado el 3 de febrero de 2020 en La Nuova Bussola Quotidiana que puede iluminar la realidad argentina a partir de la experiencia italiana en la materia. Fontana considera el caso del Campus Bio-Médico de Roma.

Esta institución, en sus estatutos, llama “crimen” al aborto y pide a todos sus estudiantes y docentes hacer objeción de conciencia en respuesta a las prestaciones abortivas. Como señala Fontana, se trata de “la posibilidad –y la necesidad– de la objeción no solamente como elección personal sino como acto debido que se basa en un orden ético objetivo”.

Agrupaciones abortistas como la Associazione Medici Italiani Contraccezione e Aborto (Amica) o como L’Asocciazione Luca Coscioni per la Libertà di Ricerca Scientifica se oponen a dicha exigencia. Amica, conviene recordar, tiene como finalidades –según sus propias palabras– “asegurar a todas las mujeres el acceso y la libertad de elección de acuerdo a las varias posibilidades técnicas del aborto; organizar seminarios y conferencias sobre el tema del aborto y de la contracepción; organizar cursos de formación y de actualización sobre temas vinculados al aborto y a la contracepción para los profesionales y promover la publicación de estudios y trabajos científicos”.

Los médicos del Campus Bio-Médico, que cuenta con la correspondiente acreditación por parte de la autoridad sanitaria nacional, participarán de los concursos públicos y operarán en estructuras sanitarias donde rige la ley 194 de 1978 que garantiza a las mujeres el aborto por parte del Estado. Las agrupaciones mencionadas, entonces, reclaman la revocación de la acreditación otorgada al Campus Bio-Médico de Roma.

Conviene resaltar que “las asociaciones abortistas no cuestionan el hecho de que el médico, formado en una universidad acreditada, una vez inserto en la estructura pública pueda hacer objeción de conciencia de acuerdo a los términos de la ley. Cuestionan que el médico declare ser objetor antes de (prima) participar en el concurso público en virtud de un título de estudio obtenido en una estructura universitaria acreditada. El después (dopo) y el antes de (prima) hacen una notable diferencia y todo depende de la concepción que se tenga de la objeción de conciencia”.

En el caso del Campus Bio-Médico de Roma, entiende la objeción de conciencia como lo debido en orden, no a una elección privada, sino a un orden ético objetivo que se impone a la razón y a la fe y, como tal asume un significado público y politico, que debería ser observado y defendido, antes que nada, ante la autoridad política y de la ley. Nada de subjetivismo ni de voluntarismo. De este modo, teniendo en cuenta la postura del Campus, se sometería a discusión, no ocasional sino sistemáticamente, el orden institucional y jurídico. Por este motivo, declarar ser objetor antes de (prima) y no después (dopo) transforma la objeción de acto privado en acto público, vale decir, político.

Fontana ejemplifica la idea de esta manera: “Si yo, médico, pido participar en un concurso público declarándome públicamente objetor y pido ser aceptado como tal, no solamente como médico sino como médico objetor, no hago solamente un acto personal sino también político y para nada modificable como una elección individual como tantas otras”.

El autor concluye que “pasar a la objeción preventiva será la exigencia estratégica del futuro, dado que el poder político se está haciendo siempre más garante de un desorden dañoso. Con la objeción de conciencia preventiva no se objeta solamente ante el caso singular éticamente relevante sino también respecto del sistema político y jurídico que lo sostiene. Y esto asusta al frente libertario”.

Si se trata de la República Argentina, conviene recordar que la postura más dura del abortismo en nuestro país no admite la objeción de conciencia bajo ninguna de sus formas. Otros, igualmente abortistas pero más pragmáticos, conforme a “dar dos pasos para adelante y uno para atrás”, admitirían la objeción de conciencia individual y, eventualmente, institucional, a cambio de “negociar” la cantidad de semanas para cometer ese crimen nefando que es el aborto.

Dicho esto, no debe perderse tampoco de vista que plantear la objeción de conciencia institucional e individual no nos exime de resistir la promulgación de leyes inicuas como serían, en este caso, tanto la de despenalizar como la de legalizar el aborto. Un orden social es justo cuando sus leyes, como “murallas de la República”, son justas, no cuando proliferan las leyes injustas aunque incluyan, porque no queda más remedio, la objeción de conciencia.

COMO DEBEN RECIBIRSE



las «directrices de acción» del magisterio social de la Iglesia

por Germán Masserdotti
Religión en Libertad, 17 abril 2020

La lectura, estudio e interpretación de los documentos de la Iglesia en materia social supone, como presupuesto, contar con una distinción a veces olvidada. Este olvido responde, en buena manera, a la “masificación” que realizan los medios de comunicación al momento de informar sobre las palabras pronunciadas por los Papas o los diferentes organismos de la Santa Sede. 

Esta distinción fundamental señala que hay “principios de reflexión, criterios de juicio y directrices de acción” en la Doctrina Social de la Iglesia. Dado que la “historia” de esta distinción merecería una nota aparte, iremos al núcleo de la cuestión.

Un texto notable que recuerda la existencia de “principios, criterios y directrices” es la encíclica Solicitudo rei socialis de San Juan Pablo II. Efectivamente, el Papa enseña que la Iglesia [entiéndase el Magisterio] “no tiene soluciones técnicas” para los problemas concretos; que “no propone sistemas o programas económicos y políticos, ni manifiesta preferencias por unos o por otros, con tal que la dignidad del hombre sea debidamente respetada y promovida, y ella goce del espacio necesario para ejercer su ministerio en el mundo”; que ella “utiliza como instrumento su doctrina social” y que “en la difícil coyuntura actual, para favorecer tanto el planteamiento correcto de los problemas como sus soluciones mejores, podrá ayudar mucho un conocimiento más exacto y una difusión más amplia del «conjunto de principios de reflexión, de criterios de juicio y de directrices de acción» propuestos por su enseñanza” (n. 41).

La “difícil coyuntura actual” a la que se refiere San Juan Pablo II –en su caso, se trataba del problema del subdesarrollo– reviste tal carácter de contingencia que, si el mismo magisterio social propusiera “directrices de acción” para brindar una posible solución a esa misma “difícil coyuntura”, recibiéndolas con el debido respeto, habría que evaluar, a su vez, si las mismas resultarían viables en atención a las circunstancias concretas de los escenarios nacional e internacional.

Recientemente, a propósito de la “difícil coyuntura actual” producida por la propagación del coronavirus, se ha propuesto “un salario universal que reconozca y dignifique las nobles e insustituibles tareas” que realizan, entre otros, “los vendedores ambulantes, los recicladores, los feriantes, los pequeños agricultores, los constructores, los costureros, los que realizan distintas tareas de cuidado”.

Se trata, evidentemente, de una bien intencionada sugerencia en vistas a remediar, en lo inmediato, las carencias sufridas por los protagonistas mencionados. ¿Cómo evaluar, en concreto, la posibilidad de llevar a cabo esa “directriz de acción”? Aquí es donde cobra importancia la misión específica del laicado católico en la gestión de la cosas temporales en orden al (re)establecimiento del orden social según el derecho natural y cristiano. Sin dejar de recibir con buen espíritu la “directriz de acción” que es la propuesta de un “salario universal”, juzgar en concreto la viabilidad efectiva corresponde  a quienes, por su arte y ciencia, sí pueden y deben proporcionar soluciones técnicas. En este caso en particular, se trata de una propuesta que requiere, al menos, una mirada política y económica.

Debido a la brevedad propia de una nota periodística, conviene llamar la atención sobre un último punto. Las injusticias sociales ante las cuales cualquiera de nosotros debe sentir una virtuosa indignación no son resultado directo del capitalismo como sistema económico sin hacer una aclaración: una cosa, efectivamente, es el capitalismo, y otra es el liberalismo económico que, como hemos explicado en otra nota a partir de varios textos magisteriales a lo largo de la historia y que, también conviene recordarlo, señalan cierta continuidad en el mismo sentido.

Recordar la mencionada distinción entre principios de reflexión, criterios de juicio y directrices de acción ayudaría a no malgastar energías en interminables debates en los que lo absoluto suele trastocarse y convertirse en relativo y a lo relativo se lo postula como lo absoluto.



GUÍA ESPIRITUAL


Quienes deseen escuchar las reflexiones de Fr. Rafael Rossi op, pueden hacerlo buscando en la Etiqueta "Pláticas de Fr. Rafael", en el blog:


EL DEFENSOR DE LA TERCERA EDAD



calificó el permiso para mayores de 70 años como absurdo: “No son débiles mentales”

Infobae, 17 de abril de 2020

El defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, cuestionó con dureza el polémico requisito que necesitarán las personas mayores de 70 años para circular por la Ciudad de Buenos Aires para efectuar trámites y advirtió que “no servirá para nada y será una nueva incomodidad para el adulto mayor".

“Desde lo gerontológico es una medida anacrónica. Son teorías del viejismo superadas que no sirven de nada y que tienden a generar la violación de la norma”, sostuvo Semino, al calificar la medida como una forma de “subestimar la responsabilidad del adulto mayor".

Según el funcionario, la norma se trata de un “exceso normativo” y que “no genera conductas responsables”, y que en “el mejor de los casos tendrá un efecto neutro”. “Es un error. No contribuye. Es absurdo porque nadie lo va a hacer cumplir”, agregó. “Venimos de una generación muy rebelde. Cuando se nos impone una norma, buscamos cómo violarla”, planteó.

“Es menos grave dar una vuelta a la manzana que estar esperando una hora en el banco para pagar un servicio o cobrar la jubilación. Lo punitivo por sí mismo no va a cambiar la conducta”, fustigó en diálogo con radio La Red.


Ayer, el Gobierno de la Ciudad anunció que las personas mayores de 70 años deberán tramitar un permiso obligatorio y específico para circular en la Capital Federal en la Ciudad de Buenos Aires. El objetivo del trámite busca “disuadirlos de salir a la calle y garantizar el distanciamiento preventivo" ante la posibilidad de contagio de coronavirus y ser el principal grupo de riesgo, según comunicaron fuentes gubernamentales.

El permiso se podrá tramitar en la línea 147, tendrá validez para el día otorgado y contempla excepciones para cobro de jubilación, tratamientos médicos y vacunación.

En opinión de Semino, el nuevo requisito generará una “nueva incomodidad” y evaluó que todas las violaciones del aislamiento preventivo y obligatorio en que incurrieron los adultos mayores “fueron generadas por el propio Estado”. "Lo vimos en el famoso 3 de abril, cuando 800 mil adultos mayores se tuvieron que movilizar para cobrar, con las colas para pagar servicios o la vacunación, que se tienen que mover de un lugar a otro para conseguir una vacuna”, consideró.

“El adulto mayor no es un débil mental. Si se les explica los riesgos y beneficios de las medidas, es una mejor forma de lograr que las acaten”, concluyó el titular del organismo defensor de la Tercera Edad.

En contraste, apoyó el plan de voluntarios que promueve el gobierno de la ciudad de Buenos Aires para acompañar a las personas de las tercera edad. "Es una buena idea que tiene un efecto de acompañamiento que funciona en muchos casos, y en otros no. El Gobierno de la Ciudad debería estar preocupado por testear a los 2000 adultos mayores que hay en los hogares públicos de la Ciudad y a su personal, para evitar lo que está pasando en distintos geriátricos que son verdaderas bombas de tiempo”, apuntó Semino.

En sintonía con Semino, una de las personalidades que manifestó su indignación con el permiso para circular es el ensayista e historiador José Emilio Burucúa, quien describió la medida como “una nueva forma escandalosa de discriminación”. En señal de protesta, Burucúa propuso un durísimo método de protesta: colocarse una estrella de David amarilla en el pecho, como las que los nazis obligaban a portar a los judíos y adentro, la inscripción “+70”.

En la Ciudad de Buenos Aires viven más de 650.000 adultos mayores de 65 años, de los cuales cerca del 70% vive solo o en hogares monogeneracionales. Los que tienen más de 70 años son 490.000 personas. Según las estadísticas oficiales, el 15% de los adultos mayores contagiados tiende a fallecer, y el 80% puede padecer una crisis severa y ser internado en terapia intensiva.