DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

La reforma sanitaria del Presidente Obama


Observatorio Cardenal Van Thuan
Newsletter n.363 2011-09-11


Según los Obispos católicos no garantiza la objeción de conciencia.

Benedetta Cortese

En Estados Unidos de América, los Obispos y laicos católicos están llevando a cabo una continua lucha por el reconocimiento de la libertad de conciencia en campo sanitario. La cuestión volvió a surgir cuando Kathlee Sebelius, responsable del Department of Health and Human Services, emanó las Líneas guía que entrarán en vigor en el 2013 por la así llamada reforma sanitaria de Obama, aprobada en el 2010.
Las Líneas guía prevén los “servicios de cura preventiva” que deben ser ofrecidos gratuitamente a todos los ciudadanos americanos que hagan la solicitud. Entre estos figuran los fármacos contraceptivos, entre los cuales viene mencionada la famosa “Ella”, píldora así llamada de emergencia, que en realidad además de bloquear la ovulación puede también impedir la anidación del embrión en el útero. Se trata entonces de un caso de fármaco abortivo. Siendo su administración gratuita, el servicio vendría pagado por quien está en contra del aborto, el cual tendría derecho a la objeción de conciencia.

Igual derecho de tener objeción de conciencia debería tenerlo el personal sanitario y las instituciones religiosas que dirigen estructuras sanitarias. La circular emanada el pasado primero de agosto, de las oficinas de Kathlee Sebelius prevé, en efecto, el caso de la objeción de conciencia, pero según la Iglesia católica, lo hace de manera demasiado restringida, limitándola al caso de algunas Instituciones religiosas, pidiendo que el personal sanitario comparta los mismos valores de la institución, así mismo que las personas que son asistidas estén de acuerdo con los mismos principios religiosos. En práctica, para que sea reconocido el derecho a la objeción de conciencia, un hospital católico debería demostrar que los propios Estatutos prevén como primaria finalidad la enseñanza de la religión católica, que las personas de manera singular que trabajan concuerdan con aquellos principios y de la misma manera las personas asistidas.

El cardenal Daniel N. DiNardo, quien guía la Comisión episcopal americana acerca de la actividad pro life, observa que, sobre la base de esto, sería fácil para la administración pública bloquear el suministro de curas de Instituciones católicas e invita a todos los católicos a apoyar la aprobación del Respect for Rights of Conscience Act (HR 1179), un proyecto de ley que deberá tutelar la libertad de conciencia.

Dos consejeros de la Conferencia episcopal – Antony Picarello y Michael Moses – han pedido la remoción de las normas que limitan la libertad de conciencia del personal que opera en las Instituciones sanitarias católicas
También Sor Carol Keehan, responsable de la Asociación de todas las Instituciones sanitarias católicas estadunidenses, que a su tiempo habían apoyado la reforma Obama en contraposición con las directivas de los Obispos, declaró que la normativa es demasiado restrictiva. Lo mismo ha dicho un grupo de personalidades católicas a su tiempo a favor de la reforma Obama y que publicó un documento en el sitio Catholic News Agency.

Naturalmente no falta quien sostiene lo contrario. La American College de las Obstetricias y de los Ginecólogos dijo que no es ético retractarse de practicar el aborto o la esterilización, mientras la organización Naral Pro-Choice dijo que esto podría comportar daños para la mujer.
El pasado 7 de septiembre, el cardenal DiNardo volvió a escribir una carta a todos los miembros del Congreso, en la cual pide una modificación de la ley de reforma del sistema sanitario desde el punto de vista de las normas. Así como están, ellas no garantizan la objeción de conciencia de los católicos y de sus estructuras sanitarias.