DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

El Estado uruguayo venderá marihuana





POR GUILLERMO PELLEGRINO

El proyecto de legalización de la marihuana y darle el monopolio de la venta al Estado, oficializado anteayer por el gobierno uruguayo, desató una ola de repercusiones en América latina. Los mandatarios de Colombia y Guatemala, Juan Manuel Santos y Otto Pérez, que hoy guían los destinos de dos países que han sabido tener –y todavía tienen– grandes dificultades con el narcotráfico, fueron dos de las caras visibles de estas reacciones.

Peréz, primer presidente en ejercicio en la región en pronunciarse a favor de una legalización de la producción, comercialización y consumo de las drogas, se manifestó a favor de la idea propulsada por su par José Mujica: “Los países tienen que buscar nuevas rutas para combatir el narcotráfico de una forma más eficiente y reducir el impacto de violencia que provocan las organizaciones criminales”, dijo a través de su vocero, Francisco Cuevas. Guatemala es, junto con Honduras y México, país de tránsito del 90% de la cocaína consumida en Estados Unidos, lo que llevó a Pérez a proponer esa línea, por el momento sólo desde la faz dialéctica, que años atrás habían defendido los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso de Brasil, César Gaviria, de Colombia y Ernesto Zedillo, de México.

Ayer, otros que se pararon claramente en una postura contraria al proyecto uruguayo de monopolizar la producción, distribución y venta de la marihuana. Uno fue el colombiano Santos, presidente del mayor productor de cocaína del mundo junto a Perú, quien cuestionó la disposición uruguaya por ser unilateral. “En este tema hay que tener un enfoque común”, dijo. “Porque si un país legaliza y otro país lo tiene totalmente ilegal se generan esas distorsiones que muchas veces tienden a agravar el problema”, anadió.

Desde Venezuela, el ministro del Interior, Tareck El Aissami, también cuestionó la medida, que calificó de una “trampa” y abogó por invertir más en prevención. “Eso parece una medida defensiva y no preventiva”, indicó. En Argentina, donde una iniciativa para despenalizar el consumo quedó frenada en Diputados, no hubo declaraciones oficiales.

Mujica defendió su postura: “Alguien tiene que empezar en América del Sur. Tenemos que buscar otro camino, aunque algunos lo consideren osado. Uruguay es un país pequeño, donde se pueden hacer las cosas más fácilmente”, dijo al diario brasileño O Globo. Se sumó el ministro de Defensa uruguayo, Eleuterio Fernández Huidobro, quien dijo que debe haber un proceso de discusión, “para no afectar a países vecinos ni ser acusados de ser una especie de centro de fabricación”.

Según los lineamientos básicos del proyecto, el Estado asumirá y certificará la calidad del producto; llevará un registro de consumidores que no podrían comprar más de 40 cigarrillos por mes; y se hará cargo, en caso de ser necesario, de tratamientos de rehabilitación.

En la esfera política uruguaya también hubo repercusiones. El lider del partido colorado, Pedro Bordaberry, se preguntó: “¿Cómo se va asegurar que el consumidor de pasta base (paco), no revenda los porros que compra para seguir consumiendo pasta base?, dijo. El humor también dominó en las ultimas horas las redes sociales. Se habló del “porro del Pepe” y se alteraron fotos de él: le agregaron las clásicas rastas de Bob Marley.

Clarín, 22-6-12