El día 12 de junio, se realizó un acto
académico en el auditorio Diego de Torres de la Universidad Católica
de Córdoba, con la presencia del intelectual argentino –residente en Londres- Ernesto
Laclau. Participaron la rectora de la Universidad Nacional
de Córdoba, Carolina Scoto –quien se encolumna públicamente en el kirchnerismo-
y el rector de la universidad nominalmente católica.
No puede
extrañar que se haya facilitado la misma tribuna desde la que disertaron la Sra. de Carloto, Leonardo
Boff, Ellacuría, y otras personalidades que tienen en común una posición
contraria al magisterio de la
Iglesia.
Nos parece
oportuno, en este caso, reproducir parcialmente un lúcido análisis sobre el
orador invitado[1].
-“Lo social sólo existe como el vano intento
de instituir ese objeto imposible: la sociedad (Laclau). La Argentina hoy está
prácticamente fracturada en dos campos. El kirchnerismo
cultural se remonta a comienzos del 2008 cuando se inició la denominada guerra de la 125”.
-“Además, el kirchnerismo cultural tiene a sus
filósofos. Algunos locales, inscriptos en el colectivo Carta Abierta, y otros
internacionales como Ernesto Laclau que bien podría ser definido como el filósofo del kirchnerismo cultural y que
como tal merece unos párrafos aparte.
En el pensamiento
de Laclau se reconocen algunas raíces teóricas que remiten a la obra de Marx y
de otros teóricos del marxismo, como Gramsci, combinadas con tópicos del
pensamiento postestructuralista e incluso con algunos aspectos de las
filosofías de Martín Heidegger y Carl Schmitt. Si tuviésemos que definir
rápidamente el pensamiento de Laclau diríamos que se trata de una hermenéutica
de la política que coincide con su reverso, es decir con una politización en
clave polemológica. Esta teoría o análisis del discurso se inserta
especialmente en el giro lingüístico de la filosofía contemporánea: siguiendo a
Lacan, se parte de la premisa de que el orden del significante como tal es
político, pero se agrega en seguida que no hay política fuera del significante.”
-“Política es la
actividad de un sujeto que lucha para imponer un sentido a lo social, a lo
económico o, si se prefiere, a la realidad a secas, a partir de una decisión.”
“En una palabra:
política es poner nombre a las cosas.
No es difícil reconocer en estas ideas la fuente de inspiración del kirchnerismo cultural. Es importante
comprender que si, por ejemplo, el kirchnerismo
cultural denomina sintonía fina y
no ajuste al sinceramiento de las tarifas públicas esto no representa
simplemente una vulgar mentira sino que es la fiel expresión de ese pensamiento mágico devenido en filosofía
política.
El combate de la política se debe dar justamente en los
escenarios donde irrumpe la palabra: en los medios de comunicación, cuando se
trata de asaltar las palabras que conformarán la opinión pública, y en el
ámbito educativo –escuelas y universidades- donde esas mismas palabras tallarán
el proceso de formación de los jóvenes. Lo que se llama ninguneo de la oposición, que practican tanto la Presidenta como sus
seguidores, corrobora esta tesis. Así será más importante combatir a Clarín y La Nación que a las propuestas
de cualquier partido opositor. El partido se juega en la cancha que el kirchnerismo cultural ha elegido y
contra el adversario que ha considerado decisivo.”
Córdoba,
junio 19 de 2012.
Mario
Meneghini