Las autoridades de
Miami siguen investigando el estremecedor caso del hombre que el pasado sábado
se comió parte de la cara de otro antes de acabar muerto por los disparos de la
policía.
A medida que pasan
los días, se van conociendo más detalles del suceso, que ha conmocionado a los
habitantes de esta ciudad del sur de la Florida y que ha recibido la atención
de buena parte de la prensa internacional.
El atacante,
identificado como Rudy Eugene, de 31 años, estaba completamente desnudo cuando
sucedieron los hechos.
Según fuentes
sanitarias, Eugene se comió las orejas, la nariz, un globo ocular y parte de la
frente de la víctima, identificada como Ronald Poppo, un vagabundo de 65 años
que vivía en las cercanías de la rampa del puente en la que fue atacado.
Poppo, quien
permanece ingresado en estado crítico el Hospital Jackson Memorial de Miami
tras perder casi el 75% de su rostro, aparentemente no conocía a su agresor.
En el pasado, ambos
habían tenido diversos encontronazos con la ley por delitos menores.
Testigo de lo
sucedido
El pasado sábado por
la tarde Larry Vega se encontraba paseando en bicicleta por una de las rampas
de salida del puente McArthur, que une la ciudad de Miami con South Beach,
cuando vio lo que estaba sucediendo.
'El tipo estaba como
despedazando al otro con la boca. Entonces le dije: '¡Quítate de ahí'. El tipo
siguió comiéndose al otro, arrancándole la piel', le explicó Vega a un canal de
televisión local.
El hombre llamó a la
policía y cuando un agente llegó al lugar y trató de detener al sujeto, éste
hizo caso omiso y continuó devorando el rostro del otro hombre, que yacía en el
suelo semidesnudo.
Entonces el policía
recurrió a su arma reglamentaria. Eugene no dejó a su víctima hasta que cayó
abatido tras recibir varios impactos de bala.
Ahora, con Rudy
Eugene muerto y Ronald Poppo batallando por su vida, las autoridades sólo
pueden especular sobre qué llevó al primero a cometer el horrendo crimen.
En lo que coinciden
diversas fuentes médicas y policiales consultadas por medios locales es en que,
por la naturaleza brutal del sus actos, probablemente el atacante no estaba en
pleno uso de sus facultades debido al consumo de alguna droga.
'Sales de baño'
Entre las sustancias
que se barajan como detonantes del brutal ataque se encuentran la cocaína, el
éxtasis y las conocidas como 'sales de baño'.
Estas últimas se
venden enmascaradas en envases similares a los de las sales de baño
convencionales, aunque en realidad se trata de una mezcla de sustancias
sintéticas alucinógenas que está causando estragos en las salas de emergencias
de los hospitales de Estados Unidos.
'En los últimos años
hemos constatado un gran aumento del consumo de las llamadas sales de baño.
Hace dos años se informó de unos 300 casos y este año ya se han contabilizado
unos 6.000', le explicó a BBC Mundo el doctor Paul Adams, quien trabaja en el
Hospital Jackson Memorial de Miami.
'Su consumo causa
paranoia extrema, agitación, alucinaciones y una fuerza fuera de lo común',
asegura Paul.
Según el facultativo,
'es muy difícil controlar a alguien que ha estado tomando este tipo de
sustancias'.
'Están tan agitados y
paranoicos, y experimentan un comportamiento tan psicótico, que resulta imposible
comunicarse con ellos', señala.
'Por ejemplo, pueden
ser necesarias seis o siete personas para controlar a un joven veinteañero de
unos 70 kilos que haya consumido estas sustancias, que hacen perder la
percepción del dolor'.
El pasado año la
agencia antidrogas de EE.UU. (DEA, por sus siglas en inglés) prohibió la
comercialización de varios de los químicos utilizados para confeccionar las
sales de baño.
El problema es que la
composición de esta droga varía ampliamente dependiendo de quien la fabrica.
Según Patricia
Junquera, profesora asistente de psiquiatría de la Universidad de Miami, drogas
como la cocaína y las sales de baño pueden causar brotes de esquizofrenia,
especialmente si quien las toma padece una enfermedad mental.
'Son capaces de atacar
a sus propios familiares. Se dan golpes contra la pared y se autolesionan,
haciéndose cortes los brazos y las piernas. Pueden llegar a tatuarse sin ningún
tipo de anestesia ya que se les altera el umbral del dolor', explicó Junquera
en conversación con BBC Mundo.
Según la
especialista, en los últimos tiempos en Florida también ha aumentado el consumo
de otra sustancia conocida bajo el nombre de Spicey que, como las sales de
baño, puede causar episodios de psicosis severa.
'Es un cannabinoide
sintético. Se vende en las gasolineras como si fuera incienso. Se fuma y causa
un comportamiento errático en los consumidores', señala Junquera.
Otro de los detalles
que ha llevado a los especialistas a barajar la posibilidad de que Rudy Eugene
se encontrara bajo los efectos de alguna de estas drogas en el momento de
cometer el crimen es que estaba completamente desnudo.
Según los expertos,
ello podría deberse a que el consumo tanto de las sales de baño como de la
cocaína, el éxtasis o el llamado Spice, produce un importante aumento de la
temperatura corporal.
'Los que consumen
estas drogas tiene la sensación de que se están quemando por dentro, por lo que
intentan enfriarse desnudándose o lanzándose al agua', le explicó a BBC Mundo
el doctor Paul Adams.
'Su índice metabólico
está un 30% por encima de lo normal y suelen presentar síntomas de
deshidratación', asegura el facultativo.
Por el momento, habrá
que esperar para saber qué llevó a Eugene a cometer un crimen que ha dejado
perplejos a los estadounidenses.
Los resultados de los
exámenes de toxicología que se le practicaron podrían conocerse dentro de unas
semanas.
Quizás ofrezcan
alguna pista sobre si las drogas tuvieron algo que ver en uno de los crímenes
más brutales que se recuerdan en la historia reciente de Miami.
BBC Mundo.com