DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

Cuando lo inaudito no sorprende




Ricardo Roa

A esta altura no debería sorprender demasiado: la Justicia sobreseyó finalmente a Claudio Uberti , el ex funcionario kirchnerista que ofició de enlace con Venezuela y que subió en 2007 a un avión oficial a Antonini Wilson con su valija repleta de dólares (ver Sobreseen a Uberti y la causa de la valija de Antonini quedará cerrada).

Aunque la investigación duró siglos y pasó por cinco jueces, estaba parada hace tiempo en el mismo punto que el primer día ¿Negligencia inocente o deliberada? Interpretación libre. Lo cierto es que ahora la causa irá al archivo, y con ella las más que sospechas de lavado de dinero sobre todos los implicados.

El avión que había traído a Antonini aterrizó de madrugada en un sector especial del Aeroparque. Nadie controlaba a nadie por allí, pero esa noche una policía aeronáutica cambió la historia: le obligó a abrir la maleta donde según él traía papeles y libros y no los 800 mil dólares que le descubrieron.

Hubo llamadas urgentes a Olivos y la orden de que se calificara todo c omo una simple infracción aduanera . Wilson fue demorado sólo el tiempo que duraron esas consultas. Le retuvieron los dólares negros y, tras cartón, quedó libre. A nadie se le ocurrió que podría haber cometido un delito.

A la mañana siguiente fue a un acto a la misma Casa Rosada y abandonó el país tres días después. Se marchó como había venido. Pero estalló el escándalo y el venezolano pasó de aliado a enemigo mortal: detenido en Miami, ventiló que la plata que había tratado de ingresar era para la campaña presidencial de Cristina Kirchner .

Entonces saltó la teoría de la conspiración: no era un amigo sino un espía. Un instrumento de la CIA para afectar las relaciones de la Argentina con Chávez. El imperialismo yanqui es como Dios: está en todas partes .

La causa Antonini ha prescripto y Uberti, ex embajador paralelo de los negocios con Caracas, ha sido sobreseído . Su abogado es el mismo que el de Boudou. Aquí también, interpretación libre. Otra vez no hay culpables. Y cuando hay corrupción y no hay culpables, lo que se degrada es la democracia.

Clarín, 9-6-12