“Si se construye el poder desde un lugar que
no sea la militancia y la felicidad de la gente, si se construye desde el
miedo, ese poder fácilmente perderá el rumbo, porque carecerá de control
social”, explicó Rossi, en el debate realizado el martes en la Legislatura.
La jornada fue
organizada por el legislador José Páez (Democracia Cristiana) y tuvo la
participación de Marta Zurita (bloque Tucumán Crece), y de Federico Romano
Norri y Roberto Sánchez (UCR). En el salón de actos de la Cámara , tras responder las
preguntas de los asistentes al evento, monseñor Rossi dialogó con LA GACETA.
- Hoy habló del bien
común y de lo social. ¿Cree que las instituciones deberían revisar algunos de
esos conceptos? Por ejemplo, en la Legislatura , los denominados “gastos sociales”
son una de las herramientas para ese fin...
- Yo no soy quién
para decir si tienen que existir o no esos gastos sociales, pero me parece que
tienen que ser muy acotados y controlados, porque donde hay “plata suelta” es
complicado siempre. Es importante resaltar que la función del Poder Legislativo
es legislar. La ayuda social directa se puede dar a veces, pero eso es un
resorte del Poder Ejecutivo. La legislación es la base para el ordenamiento
social en función del bien de la comunidad.
Aporte, con miras a
2015
Este año, la Legislatura aumentó en
un 30% los recursos para cada parlamentario. Según datos extraoficiales (las
sumas oficiales no se dan a conocer), las dietas, que equivalen a los sueldos,
alcanzarán los $ 23.000, mientras que los gastos sociales (partidas para uso
discrecional) rondarían los $ 65.000. Los incrementos se fijaron en dos partes:
el 18% en julio, y el 12% en septiembre.
Al finalizar la
jornada, monseñor Rossi les aclaró a los dirigentes que se acercaban que estaba
abierto a participar de más charlas en los diferentes partidos. “En Argentina,
desde hace ya unos años que a la
Iglesia nos preocupa poder aportar a la vida política. Este
tiempo político que comienza es la ocasión de hacerlo, (de transmitir) la
enseñanza de Jesús aplicada a la realidad social y política”, señaló.
Luego, ante una
consulta referida a la tensión previa por los comicios, aclaró que “todavía
falta un año. Sin embargo, estamos ‘a toda velocidad’. Hay que volver a pensar
en las cosas de fondo, es la ocasión para un debate político profundo, para
ponernos de acuerdo en cómo vamos a construir la felicidad de Argentina”,
señaló. Rossi, durante su oratoria, hizo énfasis en expresiones como “bien
común” y “militancia”, a la que diferenció de la actividad de los “punteros”
barriales, por el objetivo de aquellos de “construir la felicidad de la gente”.
“El concepto de ‘bien común’ es muy tradicional y querido en la Iglesia. A veces
aparece como algo abstracto, porque se habla de ‘común’; pero se refiere a la
forma de organización de la sociedad, un mecanismo que le sirva a la gente para
poder construir su vida, su destino, con felicidad y dignidad a nivel familiar
y de las instituciones. El bien común es una forma de organizar la sociedad a
favor de la gente”, analizó.