Por Juan C. Sanahuja
Persecución
silenciosa
Monica O’Connor, de
47 años, madre de seis hijos, fue condenada a 10 días de cárcel por educar a
dos de sus hijos bajo la forma de homeschooling, pero cumplió tres horas de
condena. Fue dejada en “libertad provisional” por “buena conducta”. Su marido,
Edward O’Neill, aún debe cumplir la condena por el mismo “delito”. El polémico
caso aún no ha terminado, pues la agencia para la infancia, instituida la nueva
ley irlandesa de educación, puede volver a la carga el año próximo.
El matrimonio, que se
niega a “registrarse” por considerarlo un abuso de poder, fue multado con 2.000
euros en junio de 2013 y otros 1.300 euros en diciembre de 2013. Al no pagar,
fueron condenados a 10 días de cárcel cada uno.
Antes de la
aprobación de la Ley
de Educación (asistencia social) del año 2000, se exigía a los homeschoolers
notificar a la policía local por qué sus hijos no asistían a la escuela. Pero
bajo la ley del año 2000, deben registrarse para una evaluación por parte del
personal estatal, que debe aprobar la educación de los chicos en su casa.
Monica O’Connor y
Edward O’Neill, católicos, tienen 6 hijos, todos educados bajo la forma del
homeschooling. Además han educado a 22 “hijos de crianza”, para educar a éstos
han tenido que registrarse.
Para el matrimonio,
esta actitud de las autoridades es una forma de coacción y, a la vez, una
violación del derecho a la objeción de conciencia, ya que cualquier forma de
“registro de objetores”, desnaturaliza ese derecho.
Los Romeike y los
Wunderlich: dos situaciones distintas
Por otro lado, en
enero pasado, la familia evangélica de Uwe y Hannelore Romeike, exiliados en
Estados Unidos, pudo quedarse en ese país por una intervención directa del
Departamento de Seguridad Nacional (siglas en inglés DHS). La Corte Suprema
rechazó su apelación, pero el mismo día el DHS, les hizo saber que se les
concedía el estatus indefinido de refugiados.
También en enero, se
supo que menos fortuna tuvieron Dirk y Petra Wunderlich, devueltos de Francia a
Alemania, que siguen sin recuperar la custodia de sus hijos. La Home School Legal
Defense Association (HSLDA) dio un comunicado diciendo que "el juez
Malkmus (de Darmstadt) ha levantando otro muro de Berlín diseñado para prevenir
que puedan salir de Alemania los padres que quieran optar por la educación en
casa. Esto no es diferente a lo que sucedió en la antigua Alemania del Este
bajo el comunismo y antes en el Tercer Reich".