Por su interés
reproducimos un artículo de la
Juventude pela Vida-Rio de Janeiro e Campinas
(www.juventudepelavida.com.br)
Mientras en Brasil se
espera la llegada del Papa Francisco, en ámbitos católicos, se debate qué
postura tomar ante la aprobación por el Congreso del proyecto PLC 3/2013, que
prácticamente abre la puerta a todo tipo de aborto. La presidente Dilma
Rousseff, tiene hasta el 2 de agosto para promulgar la ley.
El 14 de julio, se
conoció la Nota Pastoral
de Mons. Antonio Rossi Keller, obispo de Frederico Westphalen, que pide a todos
los fieles de la diócesis dirigirse a la presidente Dilma Rousseff, pidiendo
que no promulgue la ley (veto total). Mons. Rossi Keller es, hasta ahora, el único
obispo que públicamente se expresa, interpretando correctamente los alcances
del texto aprobado por el Congreso.
Dice Mons. Rossi
Keller, el artículo 1° de proyecto, que prevé la “atención integral de
emergencia” de las víctimas de la violencia sexual, es manipulado por los
abortistas en el art. 3°, parágrafo 4, a través del término “profilaxis del
embarazo”, que debe ser entendido simplemente como la autorización del aborto.
“Naturalmente, no se
encuentra en el texto la palabra ‘aborto’”, continúa el obispo de Frederico
Westphalen. “Pero las intenciones son lo suficientemente claras: proporcionar a
los profesionales de la
Medicina y el Derecho la base legal para la realización pura
y simple de abortos. Esta fue siempre la estrategia usada: evitar los términos
contundentes, para implantar de forma disfrazada la autorización para actuar de
acuerdo con la ideología abortista”, dice Rossi Keller.
“El resultado de la
promulgación es conocido, este es el objetivo de la agenda abortista: el Poder
Ejecutivo, después de sancionar la
Ley , establecerá las reglamentaciones y las normas técnicas
que abrirán el camino a la implantación, en la práctica, del aborto
irrestricto”, advierte el obispo.
Recordamos que, por
derecho divino, los obispos ejercen su ministerio, cada uno en su diócesis,
como sucesores de los Apóstoles. En cambio, las conferencias episcopales son
organismos creados por el derecho positivo eclesiástico y, por lo tanto, sus
resoluciones no inhabilitan ni revocan la autoridad del obispo local.
Sin embargo, en
ámbitos relacionados con la Conferencia Episcopal (Conferencia Nacional de
Obispos de Brasil; siglas en portugués, CNBB), se habla de pedirle, por
delicadeza, a la presidente Dilma, el veto parcial de la ley. Es decir, la Conferencia Episcopal
se inclina -como lamentablemente tantas otras del orbe católico- por el mal
menor, lo cual no es moralmente lícito cuando está en juego la vida humana.
Según una carta de
Mons. João Carlos Petrini, presidente de la Comisión para la Vida y la Familia de la CNBB , dirigida a las Comisiones de Respeto,
Promoción y Defensa de la Vida
de las Regionales de la CNBB ,
reproducida en algunos blogs de internet, se debe valorar positivamente el
objeto de la ley: “la atención obligatoria e integral de las personas en
situación de violencia sexual”, aunque -dice- deberían corregirse los términos
ambiguos y las incorrecciones conceptuales que puedan interpretarse “como
apertura hacia el aborto”.
La carta en cuestión,
pretende unificar la postura de los católicos a favor de la petición de veto
parcial a la presidente Dilma Rousseff, lo cual es abusivo, ya que los obispos
no renuncian a su autoridad de sucesores de los Apóstoles ante las conferencias
episcopales; y los fieles, como ciudadanos libres, siempre conservan su
libertad y su deber de actuar en conciencia en los temas que afectan al orden
natural, como por ejemplo, el derecho a la vida.
Dolorosa experiencia
Hace 11 años, la Comisión de Vida y
Familia de la CNBB ,
cometió el error histórico de comunicar al Congreso de Brasil que no había
inconvenientes para ratificar el Protocolo Opcional de la Convención de la ONU de Eliminación de toda
forma de Discriminación de la
Mujer (CEDAW), documento internacional que abre la puerta al
aborto y al homosexualismo, a pesar de que 72 obispos se habían manifestado
públicamente en contra de la ratificación.
NOTICIAS GLOBALES,
Año XVI. Número 1080, 14/13. Gacetilla n° 1195. Buenos Aires, 16 julio 2013