Por Juan C. Sanahuja
Se conoció el 24 de
junio que la Internal Revenue Service (oficina de impuestos internos,
dependiente del Departamento del Tesoro), tendrá que pagar 50.000 dólares, por
dar a conocer ilegalmente la declaración de impuestos, a la National
Organization for Marriage (NOM), asociación que defiende el matrimonio entre un
hombre y una mujer.
En febrero de 2012,
la Human Rights Campaign hizo pública la declaración de impuestos de la
organización pro-familia, con los nombres de los donantes y sus direcciones de
contacto. En realidad, fueron publicados los balances de decenas de
instituciones que defendían el verdadero matrimonio, grupos pro-vida, diócesis
católicas, iglesias cristianas, y también el llamado Tea Party y los grupos
conservadores que lo componen. Algo que molestó especialmente fue la publicidad
ilegal que se le dio a un donativo para la National Organization for Marriage
del entonces candidato republicano Mitt Romney.
En Estados Unidos las
declaraciones de impuestos son confidenciales y es ilegal revelar la
documentación de los contribuyentes. La investigación sobre la fuga de datos la
realizó una comisión de la Cámara de Representantes, la House Ways and Means
Committee.
El origen de la
filtración fue el empleado del IRS, activista gay, Matthew Meisel, de Boston,
militante de la Bain Gay and Lesbian Association for Diversity (BGLAD), que
pasó los datos a la Human Rights Campaign. Para la Human Rights Campaign todo
grupo que se opone al “matrimonio entre personas del mismo sexo” es un “grupo
anti-gay de odio”.
La fuga de datos
provocó decenas de retrasos, negativas y otros inconvenientes a cientos de
organizaciones que gestionaban exenciones impositivas. El Departamento del
Tesoro no acusó penalmente a Matthew Meisel.
La investigación
confirma las sospechas que el gobierno de Obama ha politizado todas las
agencias del gobierno federal para conseguir sus propósitos de reingeniería
social anticristiana.
Canadá: Obligar a los
católicos a aceptar la homosexualidad
La premier de
Ontario, Kathleen Wynne, lesbiana, miembro de la United Church de Canadá, se
comprometió a impulsar la aceptación de la homosexualidad en todas las
escuelas, incluidos los colegios católicos.
En una entrevista a
Daily Xtra (26-06-14), Wynne afirmó que los niños tienen el derecho absoluto de
formar clubes sobre temática homosexual en todas las escuelas, incluidas las
católicas, como parte de la política gay-straight alliance.
Wynne dijo
"ahora tenemos que estimular eso, y asegurarnos que los consejos escolares
sean seguros, no sólo para los niños, sino también para los adultos, y no sólo
para los profesores, sino también para los padres y para todos los que están en
relación con ellos".
Los activistas
homosexuales en los Estados Unidos comenzaron a promover la estrategia de
"escuelas seguras" (safe schools) a principios de 1990, como una
forma de lograr la aceptación generalizada de sus ideas.
Kevin Jennings,
fundador de la Gay, Lesbian Straight Education Network (GLSEN) y actualmente un
funcionario de educación del gobierno de Obama es el ideólogo de las “escuelas
seguras”. Desde 1995 trata de imponer el homosexualismo en los colegios, en
base a un lenguaje lleno de eufemismos. Para Jennings el homosexualismo será
aceptado públicamente por su vinculación con los "valores
universales" como la "seguridad", que merecen todos los que
viven en una comunidad. Los “valores universales” también engloban la “equidad”
y la “inclusión”.
La premier,
perteneciente al partido Liberal, elogió a la Ontario English Catholic Teachers
Association, que participó en la marcha WorldPride, en abierta rebelión contra
el Cardenal Thomas Collins, arzobispo de Toronto.