DON BOSCO

DON BOSCO
"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

MONSANTO Y EL ROL ESTATAL



En el fragor de la campaña electoral que culminó con las elecciones legislativas del pasado 27 de octubre, uno de los temas que ocupaba la agenda diaria de los candidatos era la extendida controversia por la planta acondicionadora de semillas de maíz que la empresa Monsanto construye en el municipio de Malvinas Argentinas, pocos kilómetros al este de la capital provincial.

Sin embargo, pasadas las urnas de octubre, los aspirantes de entonces a representar al pueblo en el Congreso de la Nación dejaron de involucrase en este conflicto. Mientras los sectores en pugna se apalean entre ellos y son reprimidos por la Policía, la dirigencia está ausente.

La política, vista también desde el Estado, se ha mostrado incapaz de resolver una cuestión que se va crispando día a día.

Las escenas de tensión que se vivieron el jueves pasado en la zona del acampe de los ambientalistas que rechazan la instalación de la planta deben ser un urgente llamado de atención para las autoridades del municipio involucrado, del Gobierno de la Provincia y de la Justicia. No hay freno ni prevención para evitar que esas diferencias al parecer insalvables entre las partes se terminen dirimiendo con nuevas bataholas de consecuencias impensadas.

El Estado, en todos sus niveles, es responsable de velar por la paz social, más allá de los argumentos esgrimidos por los protagonistas de este diferendo. Un estudio de impacto ambiental serio determinará si la futura semillera es viable o no. Mientras tanto, hay que evitar que grupos antagónicos defiendan sus posiciones a los golpes.

Por ahora no asoman indicios de una resolución sensata y todos se cruzan culpas por los desmanes. Los ambientalistas que acampan en la zona de la obra desde hace dos meses, los operarios de la Unión Obrera de la Construcción que ven peligrar sus fuentes laborales por ese bloqueo y los directivos de la empresa multinacional que acusan a activistas de distintas procedencias de atentar contra los bienes particulares.

Frente a esto, la Justicia, uno de los ámbitos del Estado desde donde se deben canalizar las acciones y soluciones conducentes a evitar nuevas refriegas entre los propios vecinos y de estos con la Policía, mostró una reacción débil: “Estamos haciendo las evaluaciones para ver cómo solucionamos esto”, dijo el fiscal Víctor Chiapero. La estrategia suena tardía a la luz del tiempo que lleva en escena el “caso Monsanto”.

La dirigencia política y los gobernantes están llamados a actuar sin distinciones partidarias, a fin de no tener que lamentar males mayores. De la misma forma, el Gobierno nacional no puede mirar para otro lado, toda vez que la propia presidenta Cristina Fernández celebró en su momento la radicación de Monsanto en la provincia de Córdoba. Un gesto que fue acompañado por el gobernador José Manuel de la Sota.


La Voz del Interior, Editorial, 2-12-13