Compartimos estas líneas de nuestro antiguo profesor, sobre el amigo Eduardo Novillo, quien fue, también, uno de los fundadores de nuestro Centro de Estudios Cívicos.
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Por José Antonio
Riesco
Hora25, 17-12-13
El Instituto de
Cultura Hispánica dispuso, para el 20 del corriente, un homenaje a la memoria
del doctor Eduardo Novillo Saravia, abogado, ex camarista en el fuero laboral y
ex secretario general de la gobernación de Córdoba. Fue dirigente de la entidad
que organiza la conmemoración.
No pienso ignorar o
disimular la filiación doctrinaria del Dr. Eduardo Novillo, un firme sostenedor
de los ideales del nacionalismo católico, aunque sin incurrir en sectarismos ni
en una visión reaccionaria de los derechos humanos. Lejos de ello, en la función
pública, en sus manifestaciones políticas y en la vida de relación, siempre
mostró, junto a sus convicciones, una notable amplitud y capacidad de
adaptación a los nuevos tiempos. Acaso por ello fue mucha la gente que lamentó su desaparición y antes,
en su existencia, la pluralidad que, por encima de colores partidarios o
ideológicos, cultivó su amistad.
En 1986 fue parte de
quienes fundamos el Instituto de Teoría del Estado, junto con Alfredo Mooney,
Carlos H. Valdez, Mariano Arbonés, José Ortigoza y otros.
Y vale de manera relevante reconocer su militancia por los valores de la
hispanidad y sus vinculaciones personales e intelectuales con instituciones de la Madre Patria.
Tengo presente su
reconocimiento a todo lo que con la Conquista y a partir del descubrimiento en 1492
llegó desde el otro lado del Atlántico. “-Vinieron los guerreros, los frailes,
y pronto las mujeres y los niños, y con ellos la Fe , el Idioma y la decisión heroica de, en
verdad, construir un Nuevo Mundo. Pero uno que fuera fiel a la Tradición y con ello a
todo aquello que en cientos de guerras y acciones civilizadoras había sembrado
la gran comunidad Ibérica”.
A diferencia de otros
imperios que saquearon el mundo y muy poco más –dijo otra vez-- “si hablamos de
la Hispanidad ,
no ignoramos los apetitos y los errores de la Conquista , por algo se
dieron las Leyes de Indias, pero aquí,
en las Nuevas Tierras, se sembró una civilización con cuyo esfuerzo y con cuya
entrega España hizo una transferencia de medios, de esperanzas y de valores. En
ello, posiblemente, se consumió la continuidad imperial.”
Eduardo Novillo
integró una generación que se empeñó en sustituir el partidismo decadente que
controlaba los gobiernos, por un planeamiento de marcado sentido social y que
colocó el orden por encima del jolgorio. De mi parte estimo que se ha dicho
bien sobre la carencia de “política” que padeció ese régimen para advertir a
tiempo y con medidas adecuadas, la tenaza de resentimientos, de un lado, y de
apetitos personales, por el otro. que lo destituyó.
No faltó en el alto
nivel un equipo de capacidades profesionales y humanas, pero sí un estilo
comunicador y de relaciones activas con los centros segmentarios de poder; algo
en lo cual mucho hubiese aportado una personalidad como la de Eduardo.-