Por P. Juan C.
Sanahuja
“La planificación
familiar es un derecho humano básico, como el derecho al agua potable, a la
alimentación y a la vivienda” (UN Wire, 14-11-12).
El Fondo para la
Población de la ONU (FNUAP-UNFPA), dio a conocer el 14 de noviembre, su informe
anual sobre el estado de la población mundial, titulado Sí a la opción, no al
azar: planificación de la familia, derechos humanos y desarrollo.
Según el informe hay
222 millones de mujeres en los países en desarrollo “que carecen de acceso a
servicios fiables y de alta calidad de planificación de la familia, (…) lo cual
las coloca en situación de riesgo de tener embarazos no deseados”, y agrega
que, “en los países desarrollados, hay altos niveles de embarazo no deseado,
especialmente entre adolescentes, personas pobres y minorías étnicas”.
Continúa el documento
diciendo: “La enorme necesidad insatisfecha de planificación de la familia
persiste, pese a los acuerdos y tratados internacionales de derechos humanos,
que promueven los derechos de las personas a adoptar sus propias decisiones
acerca de cuándo tener hijos y con qué frecuencia. Actualmente, hay un
reconocimiento casi universal de que la planificación de la familia es un
derecho intrínseco, afirmado y sostenido por muchos otros derechos humanos.
Dado que se trata de un derecho, la planificación voluntaria de la familia
debería estar al alcance de todos, y no solamente de los más ricos o los más
privilegiados”. (…)
“Asegurar el acceso
universal a la planificación voluntaria de la familia es cuestión de protección
de los derechos humanos; pero también es cuestión de desarrollo económico y
social”.
“Satisfacer
totalmente la necesidad de planificación de la familia de todas las mujeres,
costaría 8.100 millones de dólares anuales”.
“En julio de 2012, el
UNFPA, el Departamento del Reino Unido para el Desarrollo Internacional, la
Fundación Bill y Melinda Gates y otras entidades, organizaron una reunión en la
cumbre en la que se obtuvieron promesas de contribuciones, de 2.000 millones de
dólares por parte de los países en desarrollo y de 2.600 millones de dólares
por parte de los donantes, a fin de poner la planificación voluntaria de la
familia a disposición de 120 millones adicionales de mujeres y niñas
adolescentes en los países en desarrollo para 2020. Es necesario lograr un
apoyo financiero mucho mayor y un compromiso político mucho más firme a fin de
llegar a eliminar la totalidad de las necesidades insatisfechas y posibilitar
que cualquier persona ejerza su derecho a la planificación de la familia”.
Distribución de
anticonceptivos y drogas abortivas: condición para el desarrollo
Los objetivos que
fija el informe del Fondo para la Población son:
“1) Acrecentar
radicalmente su apoyo financiero y su compromiso para asegurar que la
planificación de la familia basada en los derechos humanos esté a disposición
de todos quienes la deseen, cuando la deseen, y que los servicios, los
suministros y la información sean de alta calidad.
2) Promover la
planificación de la familia en calidad de derecho, cuyo ejercicio posibilita la
consecución de toda una gama de otros derechos.
3) Integrar la
planificación voluntaria de la familia en el desarrollo económico y social más
amplio, debido a que la planificación de la familia fortalece a ambos por
igual.
4) Eliminar los
obstáculos de índole económica, social, logística y financiera que se oponen a
la planificación voluntaria de la familia, de manera que toda persona que opte
por utilizarla, tenga acceso a ella.
5) Reducir la
cantidad de embarazos no deseados y de abortos, acrecentando la disponibilidad,
la fiabilidad y la calidad de los suministros y los servicios de planificación
de la familia.
6) Poner los
programas de planificación de la familia a disposición de la gama completa de
usuarios, entre ellos, adolescentes, personas no casadas y todos los demás que
los necesiten.
7) Incluir la
anticoncepción de emergencia en la gama de suministros disponibles por conducto
de los programas de planificación de la familia.
8) Involucrar a los
hombres y a los adolescentes varones en la planificación de la familia, para su
propio beneficio y para apoyar el derecho de las mujeres y las niñas a utilizar
anticonceptivos.”
Recordemos que el
nigeriano Babatunde Osotimehin, Director Ejecutivo del Fondo desde enero de
2011, desde el comienzo de su mandato insiste en que “la protección de la salud
reproductiva y los derechos reproductivos es fundamental para nuestro futuro
colectivo y para el desarrollo sostenible”. Para Osotimehin el acceso universal
a la salud reproductiva, es indispensable para alcanzar los Objetivos del
Milenio para el Desarrollo.
NOTICIAS GLOBALES,
Año XV. Número 1061, 40/12. Gacetilla n° 1177. Buenos Aires, 26 noviembre 2012