Doug Hoffman
The Resilient Earth
[se publica sin gráficos]
El tema de las
emisiones de dióxido de carbono y su crecimiento en la atmósfera de la Tierra está en el centro de
la controversia por el calentamiento global. No se puede negar que los humanos
producen CO2 en grandes cantidades, a partir de la quema de combustibles
fósiles y de los cambios en el uso de la tierra. Esto ha causado mucho rechinar
de dientes y campañas por partes de excitables profetas del apocalipsis
ecológico, pero todavía hay algo que no mencionan: al mismo tiempo que la
humanidad está emitiendo CO2 la naturaleza está muy ocupada absorbiendo ese
carbono y almacenándolo.
Un nuevo análisis del
ciclo del carbono ha producido resultados inesperados –no sólo prosigue sin
pausa la absorción del CO2 sino que se ha incrementado. El último estudio
científico indica que desde 1959 los humanos emitieron 350 mil millones de
toneladas de carbono a la atmósfera, de las cuales alrededor del 55% ha sido
reabsorbido por la tierra y los océanos.
Se sabe desde hace
mucho tiempo que la ecología de la
Tierra absorbe CO2; es razonable ya que se trata del alimento
de las plantas. Los organismo vivientes en los océanos y en tierra absorben el
carbono de la molécula de CO2 y lo secuestran durante períodos que varían desde
décadas hasta millones de años. Las diversas rutas seguidas por esta absorción
se llaman “sumideros”. Si todas las fuentes de carbono en el ambiente fuesen
iguales a los sumideros que retiran al carbono de la atmósfera, entonces el
ciclo del carbono estaría perfectamente equilibrado. Pero al revés de las
declaraciones de simplotes no científicos, la naturaleza nunca está en un
estado de equilibrio estático –siempre está en un estado constante de tensión,
de flujos, a medida de que los procesos actúan.
Sabiendo que los
sumideros no son estáticos ha causado que muchos alarmistas climáticos emitan
lúgubres predicciones sobre que los sumideros se llenarían de alguna manera y
dejarían de absorber los efluentes humanos de carbono. Esta predicción es
interesante ya que la ciencia ni siquiera conoce todos los mecanismos que están
por detrás de la absorción del carbono. De hecho, durante años los investigadores
estuvieron trabajando para identificar lo que se ha etiquetado como “el
sumidero faltante”. Citando del Capítulo 7 de La Tierra Resiliente :
Durante más de tres
décadas la atención de los biólogos y ecólogos que estudian al ciclo global del
carbono hizo foco sobre el aparente desequilibrio en el balance del ciclo del
carbono. El así llamado “sumidero faltante” es el resultado de la siguiente
ecuación:
Aumento del CO2
atmosférico = Emisiones Humanas + Uso de la Tierra – Absorción de los Océanos.
Esta ecuación es
bastante simple: la cantidad de carbono producida por los humanos, más el
carbono producido por todas las otras cosas vivientes, menos la cantidad
absorbida por los océanos, tienen que dar por resultado al CO2 atmosférico.
Pero si se usan los números reales la ecuación no se equilibra.
El promedio de las
emisiones anuales de 8,5 Gt durante los 90, 6,3 Gt de los combustibles fósiles
y 2,2 Gt del uso del suelo, es mayor que la suma del crecimiento anual de
carbono en la atmósfera (3,2 Gt) y la absorción anual de los océanos (2,4 Gt).
Aquí, el uso del suelo incluye al carbono que proviene de la descomposición de
la vegetación muerta, materia orgánica del suelo, y productos de madera menos
la absorción de los ecosistemas que vuelven a crecer. Se requiere un sumidero
adicional de 2,9 Gt para balancear el presupuesto del carbono. Aunque este es
una cantidad pequeña, a lo largo del tiempo se va sumando, 115 Gt de carbono
faltante durante el período 1850-2000.
Como lo hemos
informado en The Resilient Earth, a pesar de los mejores esfuerzos de los
científicos para tomar cuenta del “carbono faltante”, no se ha encontrado
ninguna respuesta buena. Hubo una gran cantidad de trabajo en esta área y, sin
embargo, nadie conocedor de este campo diría que todos los sumideros han sido
descubiertos.
Por supuesto, esto no
detuvo al argumento sobre la absorción continuada, con la mayoría de los
catastrofistas del clima argumentando que la tasa tiene que declinar o, cuando
mucho, batallar para mantenerse estable. Un estudio reciente en Nature por A.
P. Ballantyne y colegas ha arrojado nueva luz sobre el ciclo de carbono a corto
plazo con un minucioso relevamiento de las fuentes del CO2 atmosférico durante
los pasados 50 años. El resultado principal del estudio puede inferirse del
título de estudio, ”Aumento en la absorción neta de carbono por el suelo y los
océanos durante los 50 años pasados.” Hay disponible mayores detalles en el
abstracto del estudio:
Una de las grandes
fuentes de incertezas para la predicción del clima futuro es la respuesta del
ciclo del carbono al cambio climático. Aunque aproximadamente la mitad del
total de las emisiones de CO2 son absorbidas actualmente por los reservorios de
tierra y océanos, los modelos predicen una declinación en la toma de carbono
por estos reservorios, resultando en una realimentación positiva del clima.
Varios estudios sugieren que la tasa de absorción de la tierra y el océano ha
permanecido constante o declinado en las décadas recientes. Otro trabajo, sin
embargo, ha puesto en duda la declinación informada. Aquí usamos mediciones
globales del CO2 atmosférico, inventarios de CO2 y su rango total de incertezas
para calcular los cambios en las fuentes y sumideros globales de CO2 durante
los últimos 50 años. Nuestro análisis de balance de masas muestra que la toma
global de carbono aumentó de manera significativa en unas 0,05 mil millones de
toneladas por año, entre 1960 y 2010.
En consecuencia, es
altamente improbable que los sumideros de tierra y los océanos hayan disminuido
a escala global. Desde 1959, aproximadamente unas 350.000 millones de toneladas
de carbono fueron emitidas a la atmósfera por los humanos, de las cuales el 55
por ciento se ha movido a la tierra y océanos. Así, identificando los
mecanismos y ubicaciones responsables del aumento de la absorción del carbono
global permanece siendo un desafío crítico al constreñir al presupuesto moderno
del carbono global y la predicción de las futuras interacciones del carbono y
el clima.
Línea final: la
absorción del carbono no está disminuyendo; de hecho, en realidad se ha
duplicado durante las últimas cinco décadas. Sin esa duplicación la humanidad
habría agregado más del doble de la cantidad de CO2 a la atmósfera de lo que lo
realmente hicimos. Mientras que el abstracto captura de manera bonita el
mensaje general del 'paper' hay más detalles interesantes contenidos en el
resto del informe.
Como se puede ver con
claridad en el gráfico, a medida de que las emisiones humanas de CO2 aumentaron
también lo hizo la absorción de carbono por parte de la tierra firme y los
océanos. Si esta expansión de la toma de carbono es a causa de que hay más
carbono o porque hay otros cambios en el ambiente, no se sabe con certeza. Aquí
hay algunos puntos convincentes hechos por Ballantyne et al.:
Un diagnóstico hecho
comúnmente para detectar cambios en la eficiencia relativa de la absorción del
carbono es la fracción aérea (FA). Nuestros resultados muestran que cuando se
incluyen las emisiones del uso del suelo, no hay un cambio detectable en la FA durante los últimos 50 años.
Desde una perspectiva
de la masa global, la absorción neta del CO2 atmosférico ha continuado
aumentando durante los últimos 50 años y parece mantenerse fuerte.
Aunque las actuales
predicciones indican una disminución de la absorción de C por parte de la
tierra y los océanos en el próximo siglo, con consecuencias potencialmente
serias para el clima global, hasta 2010 no existe evidencia empírica de que la
absorción del carbono haya comenzando a disminuir a escala global.
De manera que el
actual estado del ciclo de carbono a corto plazo es fuerte y puede muy bien
hacerse más fuerte aún. A medida de que los humanos han emitido más dióxido de
carbono la Tierra
ha aumentado su captura de carbono. Si esto es un secuestro de carbono a plazo
relativamente corto a medida de que el crecimiento de bosques nuevos, o un
almacenamiento de largo plazo en el profundo océano –y en qué proporción- es
algo que no puede ser afirmado con seguridad (ver “El Océano Juega un Rol Más
Profundo Y El Almacenamiento Oceánico de CO2 Revisado). La razón más simple es
que realmente no sabemos todavía adonde va todo ese CO2 que falta.
En cualquier caso,
parece que existe una realimentación negativa actuando para mitigar el
crecimiento de CO2. Eso hace emerger una serie de preguntas: Si las emisiones
de CO2 declinasen, ¿regresaría la naturaleza lo niveles de CO2 a niveles
menores, quizás a niveles preindustriales, de manera relativamente rápida? ¿Es
la respuesta expandida a los niveles crecientes de CO2 una indicación de que
los ecosistemas de la Tierra
están trabajando activamente para mantener las actuales condiciones? Toda la
discusión de “cambio irreversible” nada más que un exagerado mesarse los
cabellos? La ciencia actual no puede responder estas preguntas, pero se harán
más claras con el tiempo. Mientras tanto deberíamos permanecer calmos y confiar
en nuestra resistente Tierra.
Manténgase seguro,
goce del interglacial y manténgase escéptico.
Por: Doug
Hoffman Fuente: Mitos y Fraudes
Estrucplan, 30-11-12