por Mónica del Río
En la última sesión
ordinaria del año, la Cámara
de Diputados aprobó -por 158 votos a favor y 2 en contra- el proyecto de ley
que modifica el artículo 45 de la
Ley 22.990, Ley de Sangre. De convertirse en ley, en el
interrogatorio previo a la donación de sangre “en ningún caso, las preguntas
podrán ser lesivas del derecho a la diversidad sexual ni referirse a la
orientación sexual del donante o al género de las personas con las que éste ha
mantenido o mantiene relaciones sexuales”.
El dictamen contó con
amplio respaldo en las comisiones de Salud y Legislación General, pero según
declaró después María Elena Chieno (FpV, Ctes.), presidente de la comisión de
Salud, tras emitirlo se dieron cuenta de que: ”una pareja homosexual tiene 10
veces más posibilidades que una pareja heterosexual de tener SIDA” y que hay
que preguntar sobre la actividad sexual porque existe un ‘período de ventana’,
el tiempo en que el análisis de sangre no detecta la enfermedad aunque la
persona esté infectada. La diputada del Frente para la Victoria , que a pesar de
haber firmado el dictamen se abstuvo en la votación, declaró días atrás que:
“aunque parezca seguir discriminando es más importante seguir salvando vidas”
(El Parlamentario, 12/11/2012).
Durante el debate Gil
Lavedra dijo que el cuestionario actual confunde “grupo de riesgo” con “sexo
inseguro” (sin preservativo). Enfatizando finalmente que la modificación le
“cierra la puerta a la discriminación y abre una ventana a la diversidad”. Lo
mismo argumentó Roy Cortina recordando, además, que esta iniciativa había sido
presentada en el 2008 por todo el bloque socialista. Cortina afirmó que habían
trabajado con el respaldo de la Fundación Huésped y la participación de la CHA (Comunidad Homosexual
Argentina), la FALGBT
(Federación argentina de lesbianas, gays, bisexuales y trans) y la Cooperativa de
travestis “Nadia Echazú”.
Los impulsores de la
reforma se habían reunido con miembros de la Comisión para la Promoción de la Donación de Sangre y del
Comité de Infecciones Transmisibles por Transfusión, dependiente de la Asociación Argentina
de Hemoterapia e Inmunohematología (AAHI). Los especialistas habían aportado
evidencia científica que “demuestra la importancia estratégica de la consulta
previa para contribuir a la seguridad transfusional”. El Dr Fabián Romano –en
representación de la
Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunohematología-
instó en esa oportunidad a los legisladores a “estudiar más exhaustivamente el
tema” y a cuidar la salud pública de la población. Según Romano “todas las
unidades de sangre extraídas son analizadas a fin de detectar infecciones que
pueden ser transmitidas por transfusión, pero esta acción no es suficiente para
cubrir el denominado período de ventana”. El especialista afirmó que “la
orientación sexual de los donantes no se utiliza como criterio para la
selección, ya que esto en sí mismo no representa un riesgo, pero sí lo son las
prácticas sexuales de riesgo relacionadas a ella” (Infobae Saludable).
El proyecto aprobado
(Orden del Día 532/2012) aunó los expedientes: 247/2012 de la kirchnerista
Stella Maris Leverberg, el 3021/2012 del socialista Roy Cortina y el 301/2012 del radical Ricardo Gil Lavedra que
cofirmaron: Oscar Albrieu (FpV, Río Negro), Juan Pedro Tunessi (UCR, BsAs),
Alfonso De Prat Gay (CC, Cap.Fed.), Patricia Bullrich (Unión por Todos,
Cap.Fed.), Manuel Garrido (UCR, BsAs), Victoria Donda (Libres del Sur, BsAs),
Miguel Ángel Bazze (UCR, BsAs), María Luisa Storani (UCR, BsAs), Elsa María
Álvarez (UCR, Sta. Cruz), Eduardo Costa (UCR, Sta. Cruz) y Marcela Rodríguez
(DIP, BsAs).
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NOTIVIDA, Año XII, Nº
873, 28 de noviembre de 2012