Si hoy a la izquierda
religiosa de los años setenta le diera por resucitar, seguramente elegiría como
comandante en jefe a Joe Biden. El vicepresidente de EE.UU. se define sin
problemas como “católico practicante”, y también sin problemas apoya la postura
pro-choice o afirma que no le incomoda la idea del matrimonio gay. Ahora acaba
de lanzar un video en el que pedía a los católicos que votaran a Barack Obama.
En 2006 diversos
analistas norteamericanos empezaron a hablar con cierta cautela del resurgir de
la izquierda religiosa, un fenómeno del que no se hablaba desde los tiempos de
la guerra de Vietnam. Para estos comentaristas, parecía estar emergiendo frente
a la derecha religiosa –que solo se opondría al aborto, el matrimonio gay y la
investigación con embriones humanos–, una nueva izquierda religiosa, más
sensible a otras cuestiones sociales como la pobreza, el cambio climático, la
tortura o la guerra de Irak (cfr. Aceprensa, 14-06-2006).
Han pasado los años y
este fenómeno, fruto quizá del cansancio producido por Bush, se ha revelado
efímero. Pero las últimas intervenciones de Biden parecen añorar el retorno de
la izquierda religiosa. Lo que plantea ahora el vicepresidente es una nueva
dialéctica entre “católicos pro justicia social” y “católicos provida”.
En un video
electoral, Biden afirma que las políticas de Obama responden a la doctrina social
de la Iglesia
Al principio del
video electoral de Biden, la cámara enfoca un crucifijo y una Biblia.
Entretanto, el vicepresidente afirma: “Como católico practicante al igual que
muchos de vosotros, crecí en un hogar donde no había diferencia entre los
valores que mi madre y mi padre nos inculcaron y lo que me enseñaron las monjas
y los sacerdotes en el colegio. Lo llamamos la doctrina social católica:
‘Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo
hicisteis’”.
A continuación viene
la propaganda política: Biden defiende que la reforma sanitaria impulsada por
Obama, así como otras emprendidas en el ámbito educativo, suponen medidas
sociales avanzadas propias de la doctrina católica. Después critica a Romney
(sin citarlo expresamente) por el comentario que hizo en septiembre sobre el
47% de la gente que no está preparada para cuidar de sí misma y por su postura
hacia la inmigración.
Personalmente en
contra, pero...
Biden ya había
recurrido a la retórica de la justicia social en su debate con el otro
candidato a vicepresidente, Paul Ryan, celebrado el 11 de octubre. Este cara a
cara tenía mucho morbo porque enfrentaba a dos políticos católicos de primera
línea con posturas diversas sobre el aborto. De ahí que la moderadora fuera
directa al grano: “Me gustaría preguntar a los dos cómo ha influido su religión
en su visión personal del aborto”.
“Mi religión define
quién soy”, dijo Biden. “Y yo he sido un católico practicante toda mi vida. De
modo particular, mi fe ha alimentado mi doctrina social. La doctrina social
católica habla de cuidar a quienes no pueden valerse por sí mismos, a aquellos
que necesitan ayuda”.
“Respecto al aborto,
acepto lo que dice la Iglesia
sobre el aborto como una doctrina de fe. La vida comienza en la concepción.
Acepto esta postura en mi vida personal. Pero rechazo imponérsela a otros
cristianos igualmente devotos y a los musulmanes y a los judíos... Simplemente
me opongo a hacer eso, a diferencia de mi colega el congresista [Ryan]. No creo
que tengamos un derecho a decir a las mujeres que no pueden controlar su
cuerpo. En mi opinión, esa es una decisión que queda entre ellas y su
ginecólogo, y el Tribunal Supremo. Y yo no voy a interferir ahí”.
Dice Biden que él no
puede imponer sus convicciones “católicas” a los demás. Pero la determinación
del comienzo de la vida humana ¿es un artículo de fe? Y si hablamos de
imposiciones, lo que el gobierno norteamericano intenta imponer hoy no es las
tesis provida, sino otras muy distintas, como se ve en el mandato que obliga a
todos los empleadores –incluidas instituciones de inspiración religiosa– a
financiar anticonceptivos, la píldora del día siguiente y la esterilización en
el seguro sanitario (cfr. Aceprensa, 29-05-2012).
Por otra parte, el
argumento “estoy personalmente en contra, pero no impongo mis convicciones”
tiene algo de insolidario. Pretender zanjar la cuestión del aborto como si
fuera un asunto privado no casa bien con la doctrina social de la Iglesia.
Ciencia, razón y
asistencia social
A la pregunta de qué
influencia ha tenido la religión en su postura sobre el aborto, el congresista
republicano Paul Ryan contestó: “Ninguna”. Y añadió: “Mi oposición a la
autorización de abortar que concede [la sentencia del Tribunal Supremo de 1973]
Roe v. Wade se basa en la ciencia y en la razón”.
“La biología y la
embriología nos enseñan que el producto de la concepción humana es un ser
humano; nada más, pero ciertamente nada menos. Ninguna persona con
conocimientos científicos niega esto; es un hecho, no una opinión. Y respecto a
la razón, un sentido elemental de la justicia –de la imparcialidad– nos enseña
que la vida humana inocente es inviolable y merece la protección de las leyes”.
“(...) Lo que mi fe
añade a estos dos elementos es un sentido profundo de la compasión y un sentido
urgente de responsabilidad [para ayudar] a las mujeres que se encuentran
atrapadas en el dilema de una crisis de embarazo. (...) Mi fe me enseña que
tengo una obligación, no solo hacia el no nacido, sino también hacia su madre”.
Después Ryan se
refirió a los centros de apoyo para mujeres embarazadas, que les ofrecen
alternativas reales a la decisión de abortar y ayuda a la medida de sus
necesidades. “En el debate sobre el aborto de estos últimos 40 años, apenas se
ha mencionado a las decenas de miles de voluntarios que atienden esos centros.
Pero ellos son los verdaderos héroes americanos, que ofrecen a las mujeres en
crisis algo más humano que un rápido arreglo técnico a un terrible problema”.
Contra el tópico
vigente, en EE.UU. la derecha religiosa no es la única que quiere hacer
política enarbolando la
Biblia. También existe una izquierda clerical, principalmente
en tiempos de campaña.
Noticias Jóvenes,
Redacción (Nov 07, 2012)