Conferencia de
Stefano Fontana en Catania.
El pasado sábado 17
de noviembre, Stefano Fontana, director de nuestro Observatorio, ha llevado a
cabo una conferencia durante la
VIII Jornada social diocesana de la Archidiócesis de
Catania, con la presencia del Arzobispo Mons. Salvatore Gristina, de don Piero
Sapienza, responsable del departamento de pastoral social y delante de un
público de alrededor de 300 personas. El título de la Jornada y de la conferencia
ha sido: “Fe, esfuerzo político y la crisis antropológica”y, como ha explicado
el Arzobispo durante la introducción, tiene que ser entendida en el contexto
del Año de la Fe.
Stefano Fontana, como
primera cosa, ha dejado claro que quiere decir “cuestión antropológica”, es
decir el hecho de que el hombre ya no sabe quien, ni que es. Esta crisis ha
sido favorecida por la posibilidad técnica de producir la identidad humana en
el laboratorio, hecho que ha destruido el concepto de naturaleza de familia. En
la raiz de la cuestión antropológica encontramos la autolimitación de la razón
(Benedicto XVI) que piensa no ser capaz de conocer la naturaleza humana y como
consecuencia la ley moral.
Mirándolo bien, ha
proseguido Fontana, la cuestión antropológica es una cuestión teológica.
Eliminar el concepto de naturaleza produce ciertamente la dificultad de hablar
del Creador, pero podemos afirmar también el contrario, es decir que la
separación del Creador ha producido la pérdida del concepto de naturaleza. La
secularización religiosa ha producido también la secularización ética, por este
motivo es necesario luchar con la secularización, porque estos son los
resultados deshumanos que conlleva.
En este contexto el
conferenciante ha afrontado el tema del trabajo político del católico. Si la
cuestión antropológica es en realidad cuestión teológica, no se solucionará en
el nivel antropológico, si no devolviendo a Dios al centro de la vida social y
política. Esto será también una forma de contrastar la violenta secularización
que extromete la religión de la esfera pública produciendo resultados
deshumanos. Por esto el relator ha introducido dos indicaciones: evitar una
forma de trabajo solo horizontal que transforma el dicho trabajo en un
humanismo genérico y reconsiderar la Doctrina social de la Iglesia dentro del
horizonte completo de la doctrina critiana. A menudo los católicos
comprometidos con la política se esconden detrás de las fórmulas politicamente
correctas y terminan favoreciendo los intereses de los demás, en lugar de los
propios.
Benedetta Cortese
Osservatorio Internazionale Cardinale Van Thuân, 23-11-12