sobre
derechos LGBT programado para Noviembre
By Stefano Gennarini, J.D.
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September 29, 2016 (C-Fam)
Los
defensores de los derechos LGBT en la ONU se están preparando para el voto más
importante en su agenda desde el 2008.
En noviembre, la Asamblea General de la ONU debe
decidir si aprueba o no un nuevo puesto controversial en la ONU para imponer
nuevos derechos especiales que se basan en la orientación sexual y el
comportamiento de los individuos que se identifican como lesbianas,
homosexuales, bisexuales y transgénero (LGBT).
Literalmente, pavimentaron el camino para la apertura
del debate del presente año, el paso de peatones que atraviesa la 1ra avenida
de la misión estadounidense en la sede de la ONU fue pintado la semana pasada
con una bandera del arco iris para que los líderes mundiales lo crucen en su
camino hacia la sede de la ONU para la apertura de la Asamblea general de este
año.
El Consejo de Derechos Humanos estableció este mandato
sin ningún precedente de “experto independiente sobre la violencia y la
discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género” a
través de una resolución que apenas fue aprobada en el mes de junio.
El mandato ya ha aumentado la tensión dentro de las
Naciones Unidas sobre la promoción de los derechos LGBT en la ONU y se espera
que sea desafiado.
“Ustedes no tienen idea de lo mucho que me han
criticado y estoy luchando con los Estados Miembros (sobre los derechos LGBT)”,
dijo el saliente secretario general, Ban Ki-moon mientras que elogiaba la
“difícil victoria” en el Consejo durante un evento promocionado como el evento
LGBT de más alto nivel jamás antes celebrado en la sede de la ONU.
El Grupo Africano, que normalmente presenta el trabajo
del cuerpo de Ginebra en la Asamblea General, tiene la oportunidad de bloquear
la resolución impugnada e impedir el establecimiento del mandato, pero hay varios
obstáculos para lograrlo.
Los Estados Unidos, los países europeos y los nórdicos
que dirigen millones de dólares cada año a África a través del sistema de la
ONU y la asistencia bilateral han estado presionando a los países africanos
para evitar el bloqueo del mandato, con el argumento de que el Grupo Africano
no puede impugnar la acción del Consejo de Derechos Humanos.
Si la resolución es bloqueada, los países que se
oponen al nuevo mandato es probable que argumenten que la Asamblea General
tiene la autoridad a través de la Carta de las Naciones Unidas para revisar las
decisiones de los órganos inferiores de la ONU. Este argumento puede encontrar
un amplio apoyo.
El Consejo de Derechos Humanos, integrada solamente
por 47 de los 193 Estados Miembros de la ONU, es un órgano dependiente de la
Asamblea General y la Carta de la ONU da la autoridad de la Asamblea General
para hacer frente a “cualquier asunto” que implique a la organización.
Existen preocupaciones legítimas sobre la base legal
del mandato.
Ningún tratado de la ONU menciona la orientación
sexual o identidad de género, o puede interpretarse objetivamente a que los
incluya, como afirman los Artículos Familiares (Family Articles), la plataforma
oficial de la ONG, Sociedad Civil por la Familia (Civil Society for the
Family).
Existe un precedente en la labor de la Asamblea
General para poner fin a una resolución del Consejo de Derechos Humanos. Ello
ocurrió en el caso de una resolución sobre represalias cuando el consejo
intentó crear un nuevo y controvertido mandato de la ONU en el 2014. Los mismos
argumentos que se utilizaron en contra del mandato del 2014 que eran demasiados
vagos y que no estaban fundamentados en el derecho internacional, se aplican en
el caso actual. Los expertos señalan que las preocupaciones de fondo que
subyacen en la acción en el 2014 son similares al caso actual, ya que ambos
llegaron a un punto focal en el sistema de la ONU para un tema en particular.