NUEVA YORK, 23 de
mayo (C-FAM)
Estados Unidos eligió
el Día Internacional de las Familias para dar a conocer una declaración sobre
«la homofobia y la transfobia». La maniobra pone de manifiesto una de las
prioridades de la «Doctrina Obama», política exterior del Presidente que está
cosechando críticas en todo el mundo (y desencadenando peligrosas
consecuencias).
Líderes cristianos,
judíos, musulmanes, académicos y de la sociedad civil hablaron el jueves en la
sede de la ONU
sobre las ventajas de la familia para toda sociedad. Varios atribuyeron el
éxito en la conformación de individuos y sociedades saludables a las
diferencias entre hombres y mujeres, especialmente en la crianza de los hijos.
Uno de ellos advirtió que, pese al consenso que unifica a las personas de todo
el mundo, la familia y el concepto de hombre y mujer están siendo «atacados».
Entretanto, los
Estados Unidos emitieron una declaración conjunta con Finlandia que promete que
se centrarán en «combatir las violaciones de los derechos humanos contra las
personas LGBT» y anuncia la contribución finlandesa de un millón de euros para
el fondo de Obama para la igualdad. Este fondo incentiva a las personas lesbianas,
gais, bisexuales y transgénero (LGBT) que ejercen el activismo en otros países
y considera las restricciones a la actividad homosexual y transgénero, como el
prohibir que se fomente en los niños la condición LGBT y exigir a las personas
que identifiquen con exactitud su sexo en pasaportes, como violaciones de los
derechos humanos.
Líderes
estadounidenses e internacionales critican cada vez más la política exterior
del presidente Obama, en especial sus débiles respuestas a enormes atrocidades
contra los derechos humanos y limpiezas religiosas en Medio Oriente y África.
Pero el gobierno de
Obama se jacta (y pocos disienten) de estar plenamente manos a la obra cuando
se trata de la ampliación de los derechos sexuales.
El Departamento de
Estado publicó una ficha técnica en la que enumera sus «esfuerzos
considerablemente ampliados» para promover los derechos LGBT mediante «el
compromiso privado con gobiernos y la sociedad civil, la diplomacia pública, la
ayuda al exterior y el trabajo en foros multilaterales».
«Hay pocas áreas en
las que pienso que nuestra labor sea tan clara» como el trabajo «por los
derechos y la dignidad de las personas LGBT en todo el mundo», dijo el
Secretario John Kerry.
La ficha informativa
dice: «Responder pronta y efectivamente a la violencia y a la discriminación de
las personas LGBT constituye una prioridad para el Departamento de Estado». La
dirección del Departamento de Estado está «comprometiéndose constantemente,
tanto a nivel privado como público, en representación de los refugiados LGBT y
de quienes buscan asilo».
El secuestro de
cientos de colegialas por terroristas nigerianos puso al descubierto de manera
inesperada lo que los críticos ven como una falta de equilibrio en sus
prioridades. Después de que Michelle Obama y estrellas de Hollywood reclamaron
esfuerzos para rescatar a las escolares raptadas por Boko Haram, salió a la luz
que el Departamento de Estado negó en múltiples ocasiones visas a dos niñas
cristianas víctimas de Boko Haram: una que había sobrevivido a una matanza y
otra que era novia esclava.
«Estamos frente a un
gobierno que estuvo negando la discriminación religiosa de cristianos en
Nigeria», dijo el abogado de derechos humanos Emmanuel Ogebe.
Un decreto del
ejecutivo de 2011 convirtió los derechos de las personas lesbianas, gais,
bisexuales y transgénero (LGBT) en una de las principales prioridades de la
política exterior
Líderes nacionales y
expertos en política exterior sostienen que este enfoque ha provocado
repercusiones negativas en algunos países.
Según se dice, el
Presidente de Uganda, Museveni, en un comienzo se inclinó en contra de la
legislación que endurecía las sanciones contra la homosexualidad. Cuando la
promulgó, Museveni señaló que la presión de Obama tuvo un efecto contrario.
«Quisiera disuadir al
gobierno de EE.UU. de suponer que la aprobación de esta ley "complicará
nuestra apreciada relación" con los EE.UU., como dijo el presidente
Obama», sostuvo Museveni.
«Los africanos no
buscamos imponer nuestro parecer a nadie. No queremos que nadie nos imponga su
visión».