Una confesión fuerte,
un reconocimiento polémico. Eduardo Galeano mató a su obra más conocida: Las
venas abiertas de América Latina. Y lo hizo en la II Bienal del libro y la
lectura de Brasilia, un lugar donde estaba más que claro que sus dichos no
pasarían desapercibidos.
El libro cabecera de
todo aquel que adhiera a teorías de izquierda en latinoamérica, se reedita de modo
permanente desde su primera edición y hasta fue el obsequio elegido por el
fallecido presidente venezolano Hugo Chávez para entregarle a su par
norteamericano Barack Obama.
A 43 años de su
edición original, Galeano afirmó que "no sería capaz de leer el libro de
nuevo", y agregó que "esa prosa de izquierda tradicional es
pesadísima". Luego, confesó que cuando escribió el libro "no tenía la
formación necesaria", y que si bien no está "arrepentido de haberlo
escrito", afirmó que es "una etapa que está superada". Por si
fuera poco, sostuvo que el libro fue escrito "sin conocer debidamente de
economía y política".
La obra. Publicada en
1971, Las Venas Abiertas de América Latina fue prohibida por todas las
dictaduras militares del continente y obligó al exilio a su autor. Base de la
cultura de izquierda moderna, se hace referencia a ella y a su autor en
numerosas canciones, películas y libros. Desde 1997, las ediciones cuentan con
prólogo de Isabel Allende.