InfoCatólica, 17-5-14
Los contratos para
maestros en las escuelas católicas de Cincinatti, Estados Unidos, tienen ahora
un componente adicional: el compromiso de no contradecir públicamente, tanto en
clase como en los medios de comunicación, las enseñanzas de la Iglesia en materias como
el matrimonio y el respeto de la vida humana, así como no hacer un uso indebido
de las redes sociales. «La identidad católica es muy importante para nuestras
familias», explicó a The Inquirer Dan Andriacco, portavoz de la archidiócesis.
Andriacco aseguró que
«siempre hemos considerado que nuestras escuelas desarrollan un ministerio
eclesial importante. Es el motivo por el cual abrimos las puertas en las
mañanas. No todos nuestros estudiantes son católicos ni lo son todos nuestros
profesores, pero todas las escuelas son católicas». La importancia de mantener
una identidad y un testimonio coherente figura, según la archidiócesis, entre
las prioridades de los padres de familia expresadas en una serie de reuniones
especiales llevadas a cabo hace dos años.
El nuevo texto
incluido en los contratos establece el compromiso de no practicar o defender
públicamente comportamientos claramente contrarios al magisterio de la Iglesia como el aborto, la
cohabitación fuera del matrimonio, el uso indebido de las redes sociales y
medios de comunicación, entre otros puntos. El objetivo es prevenir escándalos
que puedan ser contraproducentes para la formación que los profesores aportan a
sus alumnos no sólo en los contenidos sino con el ejemplo de vida.
Andriacco aclaró que
las condiciones no significan un cambio ni una nueva carga para los educadores.
«No hay muchas novedades en el contrato de nuestros profesores para 2014-2015»,
declaró. «La redacción revisada es solo más explícita en que da una lista de
ejemplos de comportamientos que son inaceptablemente contrarios a la doctrina
de la Iglesia.
Creemos que es más justo con los educadores y una ayuda para
ellos».
Se calcula que unos
2.200 profesores trabajan actualmente en las 94 escuelas católicas de la Archidiócesis de
Cincinnati.