Y CONTRA LA NATURALEZA HUMANA
NOTIVIDA, Año XVIII, Nº 1133, 13 de octubre de 2018
En su habitual reflexión en el programa “Claves para
un Mundo Mejor”, que se emite por Canal 9, Monseñor Héctor Aguer, Arzobispo Emérito
de La Plata, se refirió a la modificación de la Ley de “Educación Sexual
Integral” que ha sido aprobada –sobre tablas y sin despacho de comisión- por la
Cámara de Diputados bonaerense y está en estudio en el Senado provincial.
A continuación, el texto completo de la alocución
televisiva de Mons. Aguer:
“Yo comienzo sonriente este momento con ustedes,
queridos amigos, pero en realidad lo que voy a comentar es para llorar, o para
protestar si ustedes se atreven. Probablemente recuerden que les he hablado
hace tiempo de una ley de la Provincia de Buenos Aires, la ley 14.744, de
educación sexual integral. Una ley imperiosa, que no respetaba la libertad de
educación propia de los padres de familia, de las instituciones religiosas,
etc. Pues ahora han inventado una peor, es decir está en curso de promulgación
una ley peor que aquella. Vamos de mal en peor, efectivamente, sobre el mismo
tema”.
“Fíjense los fundamentos que ponen los diputados que
han dado media sanción a este proyecto. Dice: “las instituciones confesionales
presentan la situación más grave ya que la ley 26.150 autoriza a las iglesias a
dictar la educación sexual según sus preceptos obscurantistas, prejuiciosos y
discriminadores”.
Esta ley, la 26.150, aliviaba un poco lo que prescribía la
ley 14.744 porque ponía a las instituciones religiosas en situación de
presentar y explicar sus propios proyectos. Luego dice: “La Iglesia Católica es
hoy quien encabeza la resistencia a la legalización del derecho al aborto
valiéndose de su lugar privilegiado como Estado dentro del Estado. Ante las
prácticas binarias que llevan a la invisibilidad de la heterodisidencia, la
homosexualidad, las infancias y adolescencias trans y problemáticas como el
aborto y el embarazo adolescente los y las estudiantes denuncian una falta de
educación sexual que abarque todas estas cuestiones de manera crítica,
científica y con perspectiva de género”.
Esto es lo que dicen los diputados de
la Provincia de Buenos Aires; y lo que nos quieren imponer ahora los
legisladores provinciales es la perspectiva de género o, mejor dicho, la
ideología de género, por la cual ya no hay más sexo, varón o mujer, sino una
variedad de géneros, según la cual cada uno es lo que cada uno interiormente
siente. Uno es lo que siente que es, y no lo que es por lo que es por su
naturaleza. La ideología de género niega que exista una naturaleza humana, una
naturaleza de la persona varón, una naturaleza de la persona mujer”.
“Luego están los artículos de la ley que ya ha sido
votada por los diputados de la Provincia. Dicen por ejemplo “Todos los
educandos y las educandas tienen derecho a recibir educación sexual integral
científica, laica y con perspectiva de género en los establecimientos públicos
de gestión estatal y privada dependiente de la Dirección General de Educación
de la Provincia”. Ahora lo interesante, lo asombroso, es quién va a aplicar
esto:
“El organismo de aplicación estará a cargo de una Comisión integrada por
representantes de la Dirección General de Educación, Centros de Estudiantes de
las Escuelas Secundarias e Institutos Terciarios, sindicatos docentes,
representantes de organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres y de
la diversidad sexual y de género”.
O sea pone la educación sexual de los
alumnos bonaerenses en manos de los lobbies de homosexuales y trans. Yo me
pregunto: ¿los padres de familia no tendrán nada que opinar? ¿Y si no quieren
que les enseñen eso a sus hijos? ¿Y las instituciones privadas, sean religiosas
o no, que tienen su propio ideario, por qué tienen que recibir los mandatos de
esta Comisión tan curiosamente integrada?”.
“La finalidad, dicen, es “desarrollar una sexualidad
plena y permitir el desenvolvimiento de una crítica a cómo se expresa en las
relaciones entre las personas en el presente de nuestra sociedad. Una toma de
conciencia a través del debate con un abordaje laico y científico y la crítica
a toda perspectiva religiosa, oscurantista, opresora, discriminatoria,
coercitiva o explotadora en la sexualidad y a toda forma de abuso y violencia
sexual”. Insisto que esto los diputados de la Provincia lo han votado
levantando la mano, como suele hacerse y este proyecto pasó de la Comisión a la
Sala. No fue estudiado y discutido como correspondía, fue votado y “en paquete”
como tantas otras cosas. Lamentablemente esta es la responsabilidad de los
diputados de la Provincia de Buenos Aires”.
“Sigo leyendo el Artículo 6: “La educación sexual
integral científica, laica y con perspectiva de género será de carácter
obligatorio como materia con espacio curricular propio y contenidos
transversales en todos los niveles y modalidades del sistema educativo de la
Provincia desde el nivel inicial hasta el nivel superior de formación docente,
la educación técnica no universitaria, tomando en consideración la edad del
educando con sentido de gradualidad y especificidad”. Esto quiere decir que no
se salva nadie, ni los niños de jardín de infantes.
“¿En qué manos caerá la educación de los educandos
bonaerenses? Dice además el texto:
“La materia se va a dictar en forma de
taller, dos horas de cátedra semanales, promoviendo la participación de los
centros de estudiantes, sindicatos docentes, organizaciones de defensa de los
derechos de las mujeres y de la diversidad sexual y de género, distintos
especialistas para abrir un debate colectivo que apunte a examinar críticamente
la sexualidad y las relaciones entre las personas en el presente de nuestra
sociedad”.
Lo que se quiere es que los chicos, finalmente, aprendan que no
existe una naturaleza humana, que no hay sexo sino que hay género, géneros,
variedad de géneros y que cada uno elige el género que quiere ser, vivir,
practicar. Esto es lo que la Ley Provincial pretende imponer y digo que
pretende porque falta que esto pase por el Senado y falta luego que la Señora
Gobernadora la promulgue. Vamos a ver qué pasa”.
“No quiero alargarme demasiado pero ustedes observan
que tengo aquí el texto y tengo esbozada una conclusión mía que es la
siguiente:
1°) Esta Ley es contraria a la libertad de educación,
integralmente considerada, la libertad de educación que es un derecho
constitucional inalienable.
2°) Es contraria a la libertad de los padres a elegir
el tipo de educación que desean para sus hijos, máxime en un área tan delicada,
tan importante, para la formación de la personalidad
3°) Es contraria a la libertad que asiste a las
instituciones de gestión privada que tienen derecho a aplicar sus respectivos
idearios.
4°) Es contraria a la libertad de la Iglesia y de
otras confesiones religiosas, que deben enseñar como visión del hombre y del
mundo concorde con su fe.
5°) Es totalitaria y destila odio, como ustedes ya
escucharon, en sus fundamentos. Y es odio contra la Iglesia y contra la
naturaleza humana
6°) La ideología de género es otra versión del
marxismo. Y esto es lo que no se sabe frecuentemente, pero se ve en el talante
de esta ley. Así como en el marxismo se daba a la oposición dialéctica entre
opresores y oprimidos, capitalistas y obreros, aquí también se da la oposición
dialéctica de varones y mujeres. Se quiere suprimir la heterosexualidad natural
en los niños y jóvenes.
7°) Esta ley es inconstitucional. Se preguntarán:
¿Cómo los diputados van a votar una ley inconstitucional? Sí, y no es la única
vez El artículo 199 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires dice que
los escolares bonaerenses deben recibir una educación integral, de sentido
trascendente, según los principios de la moral cristiana respetando la libertad
de conciencia. Eso dice la Constitución de la Provincia y este proyecto de ley
o ya media ley que ya es, dice todo lo contrario”.
“¿Qué vamos a hacer entonces? Se los comento porque
hay muchos bonaerenses que nos ven, muchas maestras y maestros, profesores,
directivos de la empresas educativas de distinto nivel… ¿Qué vamos a hacer?
¿Quedarnos callados la boca?”
“Creo que hay que protestar claramente contra esto.
Hay que esperar que los senadores sean sensatos y no los hagan pisar el palito.
Y hay que esperar que, en todo caso, si lo aprueban los senadores, la Señora
Gobernadora vete este mamarracho dañino e inconstitucional, que es un avance
feroz contra la libertad de educación. Por eso, al principio, les decía que no
era para reírse. ¿Qué vamos a hacer? Hay que llorar un poco y rezar, rezar
mucho. Que la Virgen Santísima nos ayude”.