Pese a haber sido rechazado el proyecto de ley respectivo, constantemente se amplían las facilidades para las mujeres que desean abortar. Se estima que la cifra real de abortos clandestinos en el país oscila entre los 100 y 200 mil por año. ¿Quién podrá controlar que el misoprostol sólo lo utilicen quienes estén encuadrados en los abortos no punibles? Habiendo organizaciones pro-aborto libre con sus propios médicos adheridos, resultará muy fácil conseguir recetas que permitan adquirir esta droga en las farmacias.
Misoprostol en la farmacia
Página12, 30 de octubre de 2018
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos
y Tecnología Médica (Anmat) autorizó la venta bajo receta en farmacias
comerciales de todo el país del Misop 200, Misoprostol en comprimidos
vaginales, en una concentración que facilita su uso ginecológico y obstétrico
sin ninguna otra droga combinada. Actualmente las farmacias vendían una sola
presentación de misoprostol combinado con diclofenac, Oxaprost, y sólo estaba
permitida su compra para uso gástrico, a diferencia de la droga aprobada
ahora.
Ya el 2 de julio, a pocos días de que la Cámara de
Diputados diera medio sanción al proyecto de Interrupción Voluntaria del
Embarazo, el organismo había permitido al laboratorio Domínguez que produjera
el medicamento con envases de 4, 8,20, 48 y 100 comprimidos, aunque la venta
era exclusivamente para uso institucional y hospitalario.
Pero a través de la disposición 946, publicada en el
Boletín Oficial el 12 de octubre, la ANMAT extendió esa autorización al
laboratorio para que pueda comercializar la presentación que trae 12
comprimidos en farmacias con venta bajo receta archivada. Según circuló, la
empresa estima que estará disponible para la venta al público antes de que
termine 2018.
Su uso facilitará la realización de interrupciones
Legales de embarazos que estén enmarcados por el fallo FAL y el protocolo del
Ministerio de Salud de la Nación para la atención de abortos no punibles, en
todos los casos donde corra riesgo la vida o la salud de la mujer en un sentido
físico o emocional.
“El misoprostol aumenta la frecuencia y la intensidad
de las contracciones del músculo liso uterino (...). Estas propiedades del
misoprostol permiten su utilización en la maduración cervical previa a una
histeroscopía, o en otros procedimientos ginecológicos que requieran acceder a
la cavidad uterina en la inducción del parto, en la prevención o tratamiento de
la hemorragia posparto, o en la interrupción del embarazo en las condiciones
establecidas por la legislación vigente en nuestro país”, apuntó la Anmat al
momento de aprobar su uso hospitalario, el 17 de agosto de este año, tras el
rechazo a la IVE de la Cámara de Senadores.
A pesar de que la OMS considera al misoprostol como un
medicamento esencial desde 2005, recién este año la ANMAT permitió que esta
droga sea de uso obstétrico en condiciones hospitalarias. Desde entonces,
algunos diputados presentaron proyectos en el Congreso para que se garantice la
producción nacional de las pastillas.
Uno de ellos fue Daniel Filmus, del FPV-PJ, quien explicó que la
iniciativa busca “garantiza el derecho al acceso equitativo a los
medicamentos” y "garantiza la
soberanía en materia de salud" en tanto prevé que sean los laboratorios de
la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos los que produzcan misoprostol y
mifepristona. También establece que el Ministerio de Salud Nacional incluya
ambos medicamentos en el Programa Médico Obligatorio (PMO).
El Laboratorio Industrial Farmacéutico de la provincia
de Santa Fe (LIF) trabaja desde 2013 en la fabricación de misoprostol y estará
en condiciones de abastecer al sistema público de salud de todo el país, una
vez que terminen las pruebas de estabilidad sobre el primer lote de 100.000 comprimidos
de uso obstétrico.