Ecclesia, 29
noviembre, 2015
”La realidad
simplemente es, la idea se elabora. Entre las dos se debe establecer un diálogo
permanente, evitando que la idea termine separada de la realidad. Es peligroso
vivir en el reino de la palabra, de la imagen, y del sofisma. Para evitar el
peligro de vivir fuera de la realidad, se deben abrir los ojos y el corazón”.
Son las primeras palabras del vídeo mensaje que el Papa Francisco envió ayer
por la tarde a los participantes del V Festival de la Doctrina Social de la
Iglesia cuyo lema este año es ”El desafío de la realidad”.
”Nuestra vida se compone de muchas cosas, -continúa-
un río de noticias, muchos problemas: todo esto nos empuja a no ver, a no ser
conscientes de los problemas de las personas que nos rodean. La indiferencia
parece ser una medicina que nos protege de la implicación, se convierte en una
manera de sentirse más tranquilos. Esta es la indiferencia. Pero este
distanciamiento es una manera que defiende el egoísmo y nos hace tristes. El
desafío de la realidad exige también la capacidad de diálogo, para construir
puentes en lugar de muros. Este es el momento para el diálogo, no la defensa de
la rigidez de la oposición”. Francisco de esta forma, invita a afrontar “el
reto de descubrir y transmitir la mística, el vivir juntos, el mezclarse, el
agarrase del brazo, apoyarse, participar a esta manera un poco caótica que
puede convertirse en una verdadera experiencia fraternidad, en una caravana de
solidaridad, en una santa peregrinación”.
”El desafío de la realidad, sin embargo, insta a un
cambio. Todo el mundo siente la necesidad de un cambio, porque se nota que hay
algo que va mal… El verdadero cambio comienza por nosotros mismos y es un fruto
del Espíritu Santo. Las personas interiormente cambiadas por el Espíritu,
conducen también a un cambio social”.
Antes de finalizar, el Papa menciona el ”desafío
ecológico”, escuchar el grito de la Madre Tierra. ”El respeto por las criaturas
y la creación -dice- es un gran desafío para el futuro del hombre. El hombre y
la creación están inextricablemente unidos”. Francisco destaca que aunque
pensemos que este tema corresponda a la política, la economía o a las
decisiones estratégicas sobre el desarrollo, ”nada puede sustituir nuestro
compromiso personal”. ”La sobriedad, el consumo consciente, un estilo de vida
que da la bienvenida a la creación como un don y excluye las formas de posesión
depredadoras y exclusivas, -finaliza- es el modo concreto por el que se crea
una nueva sensibilidad. Si somos muchos los que vivimos así, toda la sociedad
se verá afectada positivamente y escuchará el grito de la tierra y el grito de
los pobres”.
Ciudad del Vaticano, 28 noviembre 2015 (VIS).-