DON BOSCO

DON BOSCO
"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

ABORTO Y COMUNIÓN DE DIVORCIADOS, PROCESOS PARALELOS


Santiago MARTÍN, sacerdote
catolicos-on-line, 13-11-15

Lo que está sucediendo tras el Sínodo de los Obispos algunos lo vimos y lo anunciamos desde el primer momento. La metodología que se sigue es idéntica a la que se usó con el aborto, aunque en este caso la emplearan los que propugnaban su aprobación civil y ahora la estén usando los que quieren un cambio moral dentro de la Iglesia.

Es una metodología muy estudiada y practicada. El primer paso consiste en buscar un “caso lacrimógeno”, habida cuenta de que la población en general ya no se molesta en razonar sino que se deja llevar a golpe de sentimientos. Ese caso sensible en la cuestión del aborto era la adolescente violada por su padrastro, por ejemplo; en lo de la comunión de los divorciados en el propio Sínodo se ha presentado el del niño que a la hora de hacer la primera comunión da un pedazo de la hostia consagrada a su papá, que no puede comulgar porque está divorciado y vuelto a casar.

El segundo paso consiste en proclamar ampliamente que se trata de aprobar situaciones muy especiales y concretas y que desde luego no se quiere modificar el fondo de la ley. En el aborto, como se recordará, se planteó primero la aceptación del mismo en los supuestos de violación de la madre, peligro grave de salud física para la misma o nacimiento con una grave minusvalía del nuevo ser; pero se decía que se trataba no de una aprobación del aborto en cuanto tal, sino de una “despenalización”, lo que implicaba que el aborto seguía siendo un delito pero ahora ya no se iba a mandar a la cárcel a nadie que lo cometiera, porque eso de mandar a la gente a la cárcel estaba muy mal y en cambio no estaba mal permitir que se matara a un inocente. En el caso de la comunión de los divorciados vueltos a casar, lo que se dice es que va a afectar a poquísimas personas, que en realidad no se cambia la doctrina y que lo único que se va a hacer es tener misericordia con algunos y eso aplicando el recurso al fuero interno o, lo que es lo mismo, al respecto a la propia conciencia, guiada por un sabio y a ser posible santo sacerdote.

Luego vino el tercer paso. Consistió, en el aborto, en la ampliación de los supuestos –sobre todo la inclusión del riesgo psíquico de la madre, que ha sido un auténtico coladero- o en la aceptación de una ley de plazos, que permitía el aborto por cualquier motivo, pero siempre que se produjera en las doce o dieciséis primeras semanas del embarazo; seguía sin tocarse lo de la despenalización, pero ya se aplicaba de hecho el aborto libre. En el caso de la comunión de los divorciados vueltos a casar, la ampliación consiste en decir que los mismos derechos a la misericordia y al respeto a la conciencia los tienen los convivientes y los homosexuales, por lo que también estos deben verse beneficiados por la nueva pastoral; eso sí, se sigue insistiendo en que el hecho de que gays y convivientes puedan comulgar no modifica para nada la enseñanza de la Iglesia, añadiendo que Jesucristo habría sido el primero en darles a ellos la comunión.

Y, por último, el cuarto paso. Resulta ofensivo seguir hablando de despenalización, cuando el aborto se ha convertido en algo que se usa como un medio anticonceptivo más, por lo que éste ha pasado ya, incluso legalmente, a convertirse en un derecho. Su paralelismo en lo de la comunión de divorciados, gays y parejas de hecho consiste en rechazar que se les deba dar la comunión como una concesión misericordiosa, pues en realidad ellos tienen pleno derecho a recibirla y hablar de que pueden comulgar por misericordia les ofende enormemente. El nuevo obispo de Bruselas, monseñor De Kesel, acaba de decir precisamente eso: Misericordia es condescendencia y eso es inaceptable.


El nuevo obispo de Bruselas considera ofensivo para los divorciados decir que pueden comulgar por misericordia
catolicos-on-line, 13-11-15
Conforme se aproxima el Año Santo de la Misericordia, uno de los obispos nombrados recientemente, el de Bruselas, ha sugerido que el término “misericordia” es condescendiente para quienes la necesitan, y que la Iglesia debería ser más “relevante para la sociedad”.

Nombrado la semana pasada por el Papa, para presidir el arzobispado de Malinas-Bruselas en Bélgica, Jozef De Kesel, expresó su decepción respecto a que el recién concluido Sínodo de la Familia del Vaticano no llegó lo suficientemente lejos para permitir la comunión de los católicos divorciados vueltos a casar.

“El Sínodo quizá no haya producido los resultados concretos que se esperaban, tales como permitir que los católicos divorciados y vueltos a casar reciban la comunión”, dijo el Arzobispo De Kesel. “Pero es increíble verlo cómo un signo de una Iglesia que ha cambiado. La mentalidad realmente ya no es la misma”.

“Quizá yo sea una persona cuidadosa, pero creo que deberíamos estar acelerando el tiempo” continuó el Arzobispo. “La misericordia es una palabra importante para mí, pero de una forma u otra aún es un tanto condescendiente. Me gusta tomar las palabras con respeto y estima para el hombre a quien se dirige. Y eso debería ser un valor que nosotros, como Cristianos, compartimos con la cultura predominante”.

El Arzobispo electo De Kesel, conocido como progresista, ha hecho declaraciones a favor de la apertura a la homosexualidad y de otros temas que se oponen a la enseñanza de la Iglesia. Se cree que De Kesel, protegido del Cardenal Godfried Danneels, debe su denominación al ex arzobispo de Bruselas.