Justificar el aborto en algunos casos
es una trampa para ingenuos
catolicos-on-line, 10-11-15
El Cardenal Müller se encuentra en Chile del 6 al 10
de noviembre, para participar en dos conferencias magistrales relacionadas con
los desafíos de la familia y el rol de las universidades católicas, invitado
por la Pontificia Universidad Católica. El Prefecto de la Congregación para la
Doctrina de la Fe, Cardenal Gerhard Müller, aseguró que toda vida humana «es
intocable» y denunció que la justificación de casos específicos de abortos «es
una trampa para los ingenuos».
En declaraciones publicadas en la edición impresa del
diario El Mercurio, el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe
subrayó que «la vida del individuo es intocable. Los hombres no son propiedad
del Estado y el Estado no tiene poder absoluto sobre ellos. Tiene que respetar
la dignidad humana».
Respecto a las tres causales que se proponen en el
proyecto de ley que busca despenalizar el aborto en caso de riesgo de la vida
de la madre, «inviabilidad del feto» y violación, el Cardenal señaló que «en
comparación con lo ocurrido en otros países, siempre esa es la puerta. Se habla
de algunos casos especiales, pero la meta es distinta: es la apertura a todos
los abortos».
«No creo en estas palabras de algunos políticos, es
una trampa para los ingenuos, que se dejan llevar en una falsa dirección»,
dijo.
El prelado precisó que «el bienestar de un país
depende del respeto a los derechos humanos, sin condiciones».
«Los hombres no pueden condicionar el valor de los
demás. ¿Tienen el derecho de decir que una vida tiene menos valor que otra?
¿Quién decide? Si se acepta eso, se abre la puerta a todas las
arbitrariedades», advirtió.
El Cardenal Müller lamentó que en Estados Unidos se
«ve amenazada la libertad religiosa», al tiempo que su presidente, Barack
Obama, busca «imponer sus ideas».
«No se puede obligar a una persona a hacer abortos»,
subrayó y señaló que «se debe respetar la libertad de conciencia».
La Pontificia Universidad Católica, indicó el
cardenal, tiene no solo el derecho sino el deber de defender la vida y rechazar
el aborto.
«No podemos decir, como católicos, o como hombres
religiosos o que respetan la ley moral, que el Estado tiene el derecho de dejar
matar a algunos seres humanos y a otros no. Si el Estado comete esta falta, no
tenemos que seguir estas falsas ideas, tenemos que dar un contra testimonio por
el respeto incondicional de todas las vidas».
Contra el reconocimiento de las uniones homosexuales
Al referirse al recientemente aprobado Acuerdo de
Unión Civil en Chile que permite las uniones homosexuales, el Cardenal Müller
dijo que «los estados, los tribunales constitucionales -como en Estados Unidos
y otros países- no tienen el poder ni la autoridad de cambiar la ley natural.
Estos no pueden definir lo que es un matrimonio».
«Los estados abusan de su autoridad cuando quieren
definir los elementos básicos de la existencia humana. Un Parlamento no puede
contravenir o rechazar el derecho a la vida. Qué es la vida, qué es la
integridad de la persona, qué es el matrimonio, no dependen del Estado»,
explicó.