POR SERGIO RUBIN
Tres fallos
condenatorios por abuso sexual no alcanzaron a convencer a la Iglesia de la culpabilidad
del acusado, el antes mediático cura Julio César Grassi. El obispado de Morón –al
que pertenece Grassi– expresó ayer sus “dudas” acerca de la culpabilidad del
sacerdote. Fue a través de un comunicado difundido al día siguiente de que un
tribunal dispusiera, finalmente, su encarcelamiento. E incluso también se puso
en duda el “peligro de fuga” de Grassi, un concepto que formó parte de los
argumentos de los jueces que lo enviaron a la cárcel.
“Desde este
seguimiento y contando con el asesoramiento de estudiosos especializados se
desprenden dudas acerca de la culpabilidad del padre Grassi, así como del
‘peligro de fuga’, siendo que él residió durante mucho tiempo sin alejarse de
la vivienda declarada como su domicilio personal”, dice el comunicado del
obispado que encabeza monseñor Luis Eichhorn. La alusión a estudiosos
especializados incluiría al penalista Marcelo Sancinetti quien, a pedido de
Grassi, elaboró hace tres años un copioso informe editado en varios tomos sobre
el caso, que fue enviado a todos los obispos del país.
El obispado considera
que ante las dudas que tiene y habiendo una instancia judicial más pendiente
(la de la Corte
de la Nación )
esperará para iniciarle un proceso eclesiástico que podría concluir, en caso de
ser hallado culpable, con la expulsión del ejercicio de su ministerio sacerdotal.
“Por tales motivos –dice textualmente el comunicado– este obispado, antes de
dar una opinión al respecto, decide esperar a que haya una sentencia firme,
para dar inicio a los procesos canónicos”.
Clarín, 25-9-13