DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

La matriz del indigenismo





Publicamos el reportaje a Ernesto Damián Sánchez Ance realizado por el Centro Nacionalista de Santiago del Estero.



 Como estudioso de la lengua quechua estuvo nueve veces en viajes de estudio en Bolivia y el Perú. Por otra parte se desempeña como guía de turismo y excursiones educativas en Tucumán.


¿Nos podrías explicar que es el indigenismo?

Explicar qué es el Indigenismo, desde una óptica política, no es tarea sencilla, ya que el Indigenismo no es una doctrina, sino un movimiento en el que encontrarás gente de los más variados orígenes y seguramente con distintos intereses.
No hay que confundir tampoco Indigenismo Político con Indigenismo Cultural. Una cosa es el interés intelectual por las culturas indígenas. A los interesados en esos aspectos, que van desde lo artístico a lo idiomático, pasando por lo gastronómico, arquitectónico, etc., les cabe perfectamente el calificativo de indigenistas. Pero generalmente se cae en el error de meter a todos en la misma bolsa, cuando en realidad el interés cultural, no necesariamente tiene porqué, obligadamente, ir de la mano con el Indigenismo Político.
En el caso del Indigenismo Político, las cosas no son “o blanco o negro”. Hay muchísimos matices que no existen en cualquier grupo político con una doctrina o si queremos ser más contundentes, un dogma.
Se trata de un complejo entramado en el que encontrarás a teóricos como Ramiro Reynaga, quien tiene un profundo rechazo hacia el Marxismo. Y en una posición distinta hay gente como Evo Morales, muy influenciado por la Izquierda. Ambos en Bolivia.
En el Perú te das con los hermanos Humala, hijos del ideólogo indigenista Isaac Humala. Los Humala son ex militares acusados de violación de Derechos Humanos en la época de la guerra contra Sendero Luminoso.
Y en lo que es Argentina, la “indigenista” de moda es Milagro Salas, una oportunista que no sabe qué es la verdadera cultura indígena y que saca muy buenos réditos al ser una activista del Kirchnerismo.
Con estos cuatro escasos ejemplos te das una idea de cuan complejo es entender y explicar qué es el Indigenismo. En realidad, yo lo sintetizo con una sola frase: “existen tantos indigenismos como indigenistas hayan”. Y para complicar aún más el panorama te diré que muchos de los indigenistas carecen de pureza racial, están muy bien vinculados políticamente y son profesionales universitarios. No cualquier indiecito humilde que trabaja en su minifundio de sol a sol con su yunta de bueyes en el ámbito de una economía de subsistencia, acullicando y hablando como lengua madre el Quechua puede ser indigenista. Los indigenistas son, en muchos casos, gente de un nivel social e intelectual considerable.

Si la aceptación de nuestro origen hispano-católico no implica un rechazo a los valores positivos de las culturas aborígenes, ¿por qué entonces el indigenismo es tan virulento en sus ataques a la Iglesia y a la cultura occidental que nos trajeron los españoles?

El odio de la mayoría de los indigenistas hacia el Catolicismo radica en que muchos de ellos tienen una formación ideológica o intelectual de Izquierda o directamente marxista. Que quede bien en claro. El odio al Catolicismo está en los indigenistas. No son los indígenas quienes rechazan nuestra Religión, ya que éstos son muy creyentes. La mayoría de indios y mestizos son tan católicos como aquellos que van a Misa a cualquier parroquia que vos puedas frecuentar. Seguramente que se trata de un Cristianismo sincretizado y sin conocimiento de la Doctrina. Pero es gente muy creyente, como lo he podido comprobar por ejemplo en la localidad de Písac, a donde he asistido varias veces a la Misa en Quechua.
La gran mayoría de quienes a ella acuden son mestizos o indios. Sea cual fuere las características étnicas de los feligreses, se trata de gente que tiene un bagaje cultural con una notable ascendencia indígena. Se trata del auténtico elemento etnocultural indohispano en el que, en el ámbito familiar y comunitario, no resulta difícil imaginarse que prevalece, en muchos aspectos, lo indígena sobre lo hispano.
Un detalle que me gustaría resaltar. Si bien el indígena y el mestizo, en general gente pobre, no tienen rechazo a la Religión Católica ni al “tata cura”, que aún hoy sigue siendo de gran prestigio en el ámbito comunal, sí tienen rechazo hacia los funcionarios españoles en las colonias, y a los patrones de haciendas. Y los entiendo. Hablando cierta vez con un peruano campesino, mestizo, con un considerable nivel cultural, me decía que era imposible que el campesino del Ande peruano no sintiera rechazo hacia los patrones, descendientes de los blancos de la época colonial, ya que muchos campesinos de edad, llegaron a ver cómo sus abuelos eran castigados a latigazos por el patrón sin ningún tipo de inconvenientes. Inclusive hasta había casos de derecho de pernada. O sea que, el no cumplimiento de las Leyes de Indias por parte de los funcionarios, más el trato inhumano de los españoles hacia el indio, dan lugar a rebeliones como las de Tupaq Amaru II y de Tupaq Katari. Y ya en el siglo XX, el mal trato de los criollos hacia los indios que servían en sus haciendas, y las condiciones de pobreza, dan lugar a la aparición de grupos de Izquierda que, en lugares como el Cusco, siempre tuvieron gran aceptación. Mas ello no significa que la población se haya “ateizado”. Por el contrario. Sus Patrones, el “Taytacha” Temblores y la “Mamacha” del Carmen siguen siendo motivo de veneración, igual que en la época de la colonia. Y me temo que a raíz de esa devoción, los marxistas con discurso indigenista se expresan contra la Iglesia como institución, mas no contra la devoción religiosa de los pueblos.

¿Por qué los grupos marxistas se relacionan con el indigenismo siendo que el marxismo no coincide con las culturas indígenas?

En realidad, yo no creo que el marxismo se relacione con el Indigenismo como el Fascismo puede relacionarse con el Nacional Socialismo o el Peronismo con grupos nacionalistas. Creo que muchos de los denominados indigenistas, antes que indigenistas, son marxistas o bien izquierdistas que conocen lo que son las culturas nativas y tienen su actividad proselitista en esos ámbitos adecuándola a las coyunturas locales. Cuando digo que conocen lo que es la cultura nativa, puede ser no sólo por herencia cultural, sino a través de profundos estudios de Psicología Social, de Antropología, o de cualquier disciplina.
Los marxistas o bien los izquierdistas son muy hábiles para hacer entrismo. Lo hicieron con el Peronismo, que era lo más antimarxista que podía existir. Lo hicieron en la Iglesia, en la que muchos curas y fieles, si no son marxistas sí son de Izquierda. Lo hicieron en todos los ámbitos. Por ejemplo, el FRIP, germen del PRT – ERP, a comienzos de lo década de 1960, emitía en Santiago del Estero Comunicados en Quichua. No solo eso. Redactaban en un Quichua no necesariamente puro ni estilizado, pero sí, bastante esmerado.
Los marxistas no tienen mayores problemas para intentar penetrar en comunidades que tienen preocupaciones sociales totalmente justificadas. No les fue siempre bien en sus intentos, tal como les sucedió en el Perú, en que varias veces los comuneros los enfrentaron armas en manos, o como en Tucumán, más precisamente en Santa Lucía, en donde el pueblo empobrecido por el cierre de su ingenio, prácticamente les daba la espalda, y algunas veces delatábalos.
Aún así, recién en los últimos años la Izquierda ha llegado al poder en países con mayoría indígena como Bolivia. Todo ello resultado de las pésimas gestiones de gobierno de gente de raza blanca de tendencia neoliberal.
Daré mi opinión: si los blancos hubieran gobernado con una postura antiimperialista y con sentido de justicia social, hoy, en Bolivia, Evo Morales seguiría siendo un dirigente sindical y nada más. La Izquierda que usa el folklore indígena tiene su apogeo por culpa de los malos gobernantes de raza blanca, blancos que siguen en el poder, ya que el vicepresidente de Evo Morales, García Linera, es blanco. Y hay que decirlo… Evo Morales, más allá de su raza, de su origen campesino, de los ch’ullus, los sweaters de lana de llama y de la coca, piensa y razona como occidental.

En Santiago del Estero, muchas personas por el simple hecho de conocer algunas palabras en quichua han sido consideradas como miembros de los llamados pueblos originarios; esto nos lleva a preguntarle si todos que se hacen llamar indígenas lo son en realidad.

En 1999, creo que fue en ese año, tuve oportunidad de asistir a una conferencia de Soledad Pereyra en la Universidad Tecnológica de Tucumán. Vino acompañada por el hijo de Jorge Washington Abalos. Soledad Pereyra, quien se hace llamar “Sapallitan” Pereyra, en este país en el que todo está “patas para arriba” es una referente del pueblo supuestamente tonocoté de Santiago. Si vos observas sus rasgos faciales es una mujer netamente criolla. Recuerdo que habló tantas incoherencias, mezclando cosas de la cultura andina con la chaco santiagueña, que le doy la razón a Jorge Alderetes, de la Asociación de Investigadores en Lengua Quichua, quien dice: “Cuando a Solita Pereyra le preguntan acerca de las creencias religiosas de su pueblo, hace una gran ensalada con términos quechuas: “la Madre Tierra ... nos permite dejar nuestra huella sobre la faz del “Kai Pacha“ (este mundo), y nos recibe cuando nos vamos, al “Úray Pacha”, abajo, para renacer después y subir y trascender nuestro ”Uqurunanchys” que es nuestro yo, nuestro espíritu, al “Anaj Pacha””. No sólo los conceptos son ajenos a la región, sino también frases como “uku runa”. Para completar la ensalada, incluye a la Pachamama andina, el Taniku (un dios prehispánico de Salavina), y a la Mayup Maman (una mujer rubia con cola de pez semejante a las sirenas de la mitología europea)”.
Si analizamos el tema identitario desde lo idiomático, he de decirte que se puede hablar en Quichua, pero eso no significa, ni por cerca, ser indígena. Del mismo modo que, por el solo hecho de hablar en Castellano, nosotros no podemos decir que somos españoles.
Además, el Quichua a Santiago del Estero, recién ingresa con la llegada de los españoles, quienes catequizaron precisamente en Quichua a los nativos de la región. Quienes impusieron el Quichua en lo que hoy es Santiago fueron los sacerdotes católicos. Veo dificultoso que hayan sido los Incas, ya que no tenemos demasiados motivos para pensar en un efectivo dominio político ni militar incaico en lo que hoy es Santiago, muy a diferencia de lo que es el resto del Noroeste Argentino.
No conozco Santiago del Estero a fondo. Pero por los muchos contactos que tuve con quichuahablantes de tu provincia, o sea los shalacos, puedo decirte que se trata de mestizos y criollos. No puedo, bajo ninguna circunstancia, decir que los quichuahablantes de Santiago, sean decididamente indígenas. Es más… tengo entendido que muchos quichuabablantes en Santiago son de origen árabe. Todo lo contrario sucede con los quechuahablantes de Bolivia y Perú, que tienen, por lo general los que radican en zonas rurales, una pureza racial mucho más definida. Inclusive en esos países hay aun quechuahablantes monolingües, lo que realmente dudo que suceda hoy por hoy en Santiago.

¿Qué relación tienen con el gobierno estos grupos, y que buscan?

Hay indigenistas que están a la diestra del poder, como ser Milagros Salas. Su relación con el Kirchnerismo es harto divulgada, de modo que hablar al respecto sería redundante. Te citaré un dirigente menos conocido: Eduardo Nieva, “cacique” de la comunidad pretendidamente indígena de Amaicha del Valle quien, personalmente, admite estar relacionado con Jorge Taiana.
Contestar tu pregunta sobre cuáles son sus objetivos, tampoco es fácil porque te vas a encontrar con los más variados tipos de intereses. Sin embargo, lo que más me preocupa, es el espíritu separatista, secesionista y balcanizador de muchos grupos de pretendidos indígenas como los autodenominados mapuches. Una verdadera amenaza para la integridad territorial de los estados de Argentina y Chile.

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