Una serie de
opiniones y críticas a las políticas promovidas por un político católico
designado como candidato a la vicepresidencia de Estados Unidos motivaron una
aclaración por parte del Obispo de Madison, Mons. Robert Morlino, sobre ciertos
aspectos de la doctrina social de la Iglesia, el deber orientador de los
Obispos y la misión específica de los laicos.
La recta formación de
la conciencia
"No corresponde
al Obispo o a los sacerdotes avalar a candidatos particulares", aclaró
Mons. Morlino. "El papel de los Obispos y sacerdotes es enseñar los
principios de la fe", mientras que el deber de los laicos -entre ellos los
candidatos a cargos públicos- "es formar sus conciencias de acuerdo a esos
principios" y de esta forma solucionar los asuntos particulares.
Mons. Robert Morlino
Existen temas
especialmente sensibles que afectan materias fundamentales de la formación de
la conciencia y los cuales son defendidos por la Iglesia con particular
dedicación, explicó el Obispo. Estos temas son: "la sacralidad de la vida
humana desde la concepción hasta la muerte natural, el matrimonio, la libertad
religiosa y de conciencia, el derecho a la propiedad privada". Las violaciones
en estas materias son "intrínsecamente malas, es decir, un mal que no
puede ser justificado bajo ninguna circunstancia".
Cuando se trata de
los asuntos fundamentales, un católico "no puede hacer excepciones a la
prohibición de actos que son intrínsecamente malos". De igual forma,
"tampoco puede una conciencia bien formada por la razón o la fe católica
escoger votar por alguien que clara, consciente y persistentemente promueve lo
que es intrínsecamente malo", expuso el Obispo.
La misión de los
laicos
Mons. Morlino explicó
también que muchas decisiones políticas no involucran asuntos fundamentales o
maldad intrínseca. "Cómo atender a los pobres es probablemente el mejor
ejemplo actual", señaló el prelado. En este caso se persigue un fin bueno,
pero existen muchas alternativas para conseguirlo, sobre las cuales se pueden
presentar desacuerdos. "Nadie cuestiona el derecho de alguien a trabajar y
proveer para sí mismo o su familia. Sin embargo, pueden existir diferencias
sobre cómo seguir mejor los principios que la Iglesia ofrece".
Las decisiones
políticas sobre estos asuntos específicos de la aplicación de la doctrina
social de la Iglesia "corresponden a la misión de los laicos, no a los
Obispos ni a los sacerdotes". Con esta aclaración, el prelado rechazó el
juicio que, en términos religiosos, se ha hecho sobre algunas propuestas del
candidato católico.
Como estas críticas
se han originado en algunos casos en sectores de la Iglesia Católica, "en
obediencia a la ley de la Iglesia sobre el derecho de las personas a la buena
reputación", el Obispo aclara que "no tiene duda alguna" sobre
el conocimiento del candidato sobre la doctrina social de la Iglesia y su
cuidado en intentar aplicar sus principios de la mejor manera posible.
El prelado concluyó
su declaración pidiendo a Dios que los católicos puedan profundizar su vivencia
de la unidad y extendiendo su bendición sobre los fieles.
Madison (Jueves,
16-08-2012, Gaudium Press)