Declaración del
arzobispado de Trujillo
“Al conocer la
propuesta de Plan Nacional de Derechos Humanos 2012-2016 que se pretende
aprobar, hemos podido constatar lo siguiente:
1.- El contenido de
este Plan lesiona gravemente los principios básicos recogidos en la
Constitución Política del Estado, vulnera la ley natural y los principios
fundamentales de la dignidad de la persona humana, de la familia y del
matrimonio.
2.- Bajo el argumento
de propugnar la libertad del ser humano, tergiversa los valores y promueve una
autonomía moral equivocada que daña gravemente el orden natural de la persona y
de la sociedad.
3.- Desautoriza la
sentencia del Tribunal Constitucional, que ha establecido la prohibición de la
distribución de la píldora del día siguiente por su efecto antiimplantatorio,
que es abortivo. Esta desautorización permitiría que se desconozca las
decisiones del Tribunal Constitucional en otros temas de igual o mayor
importancia.
4.- Violenta el
principio constitucional fundamental del respeto a la vida, la debida
protección al concebido y la dignidad de la persona humana, al imponer el
aborto eugenésico bajo la careta del llamado aborto terapéutico.
5.- Los derechos de
la persona humana son agredidos al pretender cambiar el rol y la
responsabilidad de los padres en la familia, en el matrimonio y en la educación
de sus hijos, cuando propugnan los denominados derechos sexuales y
reproductivos y la ideología de género.
6.- Desconoce el
derecho natural que tiene todo niño a una madre y a un padre en una familia y
los derechos de éstos a la maternidad y la paternidad que son insustituibles
física, afectiva, psicológica y socialmente, porque la ternura materna y el
carácter paterno son únicos. No es justo privar al niño de su derecho natural
de tener un padre y una madre plenos, conforme lo establece también el artículo
18 de la Convención Sobre los Derechos del Niño, suscrita por el Perú.
Una vez más, invoco a
las autoridades para que, pensando en el bien de la persona humana y en el bien
del país, antes de aprobar el Plan Nacional de Derechos Humanos, realicen el
serio y debido análisis que temas de esta naturaleza ameritan, ya que con estos
planteamientos se pone en grave riesgo la salud ética y moral de la sociedad y
de nuestra Patria.
Las instituciones
tutelares del Estado, la sociedad civil, los medios de comunicación y, de
manera especial los padres de familia, y toda la sociedad en su conjunto,
estamos llamados a proteger a la institución familiar, al matrimonio, a la
niñez y al derecho de los padres de familia, que es insustituible, a brindar la
mejor educación para sus hijos, promoviendo los valores que garanticen una
sociedad y un Perú mejor”.
El arzobispo de
Trujillo, Perú, monseñor Miguel Cabrejo Vidarte OFM
Trujillo (Perú)
(AICA): 9-2-13