Donata Fontana
La lucha por la
presidencia de Estados Unidos se disputa también en el campo de los valores en
defensa de la vida y de la familia, aunque sea de manera indirecta.
Los Republicanos - en
la convención de su partido de hace algunas semanas - advierten a los votantes sobre el “sistema
de Naciones Unidas” denunciando
problemas burocráticos, influencias económicas y políticas y la
«vergonzosa colaboración de UNFPA (Fondo de Población de la ONU ) con el programa chino
sobre el aborto coercitivo». Por el otro lado, el partido Demócrata parece
responder y lo hace alabando el éxito de Obama al haber restaurado el liderazgo
de Estados Unidos en la ONU
y apoyando las tendencias de Naciones Unidas por equiparar las parejas
homosexuales con la familia “tradicional”.
Podría desempeñar un
papel interesante en la decisión final de los votantes las posiciones de los
dos partidos respecto a la ratificación de algunos tratados de la ONU sobre la protección de los
derechos de los niños, mujeres y personas con discapacidad. De hecho, algunos
bocetos de convenciones internacionales establecidos por Naciones Unidas están siendo estudiados por
los subcomités de “Asuntos Exteriores” del Senado y del Congreso. El contenido
de estos bocetos corre el riesgo de ser un peligro ideológico.
En Estados Unidos son
muchos los expertos en política y en derecho que advierten del riesgo de
parcialidad y ambigüedad de los textos de la ONU ; sobretodo, cuando por combatir la
discriminación de la mujer, se sirve de los llamados “derechos reproductivos”
y, cuando sugiere la idea de que puedan ser los padres quienes decidan sobre la
vida o la muerte del propio hijo recién nacido, que padece de síndrome de Down;
pero esta idea lleva consigo la tendencia que se está afirmando como “eutanasia
neonatal”. Solamente para dar un ejemplo: La Convention on the
Rights of Persons with Disabilities – CRPD (Convención sobre los Derechos de
las Personas con Discapacidad – CDPD) ya ha sido aprobada por el Senado en
julio. La enmienda, propuesta por los republicanos – por medio del senador
Rubio – con la intención de impedir que la convención extienda en Estados
Unidos el “derecho al aborto” en el caso de que el feto presente alguna
discapacidad psico-física, fue rechazada por la votación contraria de los
senadores demócratas.
Ha sido demostrado
que vocablos como “ salud sexual y reproductiva” han sido inseridos en el texto
del CDPD sin tener en cuenta la oposición de los representantes de 23 estados
diferentes. Incluso cuando no se habla explícitamente de aborto – como en el
caso de la convención de la ONU
contra la discriminación de la mujer – la experiencia nos demuestra que, sobre
la base de los Tratados aprobados, las agencias ONU podrían continuar a ejercer
presión sobre los legisladores
nacionales para la legalización, o extender la interrupción voluntaria del
embarazo, como ya ha sucedido en muchos estados de África o de América Central
y de América del Sur.
Una mirada a un
horizonte un poco más amplio, podría ayudar a elegir a muchos americanos ante
las próximas elecciones.
Newsletter n.419 | 2012-09-24
Osservatorio Internazionale Cardinale Van Thuân