vuelve a reunirse en páginas de famosa revista
Por Susan Yoshihara,
Ph.D.
Miembros del Club de
Roma, agrupación que se hizo famosa cuarenta años atrás por predecir una
hambruna mundial debido a la superpoblación, defendieron sus proyecciones
recientemente en una revista de asuntos exteriores de primera línea.
«La triste realidad
es que, pese a las advertencias del estudio, los seres humanos ya están
colmando la capacidad de carga de la tierra... si la sociedad humana no reduce
el tamaño de su huella, los sistemas ecológicos que sostienen su bienestar se
desplomarán», dijo Jorgen Randers, coautor del libro más vendido de la
agrupación, que data de 1972: Los límites del crecimiento.
El coautor Dennis
Meadows dijo que sus hipótesis fueron confirmadas recientemente por la
declaración de un grupo de 105 academias científicas que dijeron que el planeta
«está encaminado hacia futuros alternativos con consecuencias graves y
potencialmente catastróficas para el bienestar humano».
Los comentarios
surgieron como refutación de un ensayo de Bjorn Lomborg, quien calificó de
«extraordinariamente erróneas» las proyecciones del libro, y dijo que el
alarmismo medioambiental que generó, desde entonces, forjó una conciencia
popular de «efectos malignos». El artículo de Lomborg y las objeciones
aparecieron en números sucesivos de la prestigiosa revista Foreign Affairs.
En Los límites del
crecimiento se predijo que la
superpoblación y la escasez de materia prima llevarían al colapso económico
mundial. En realidad, los precios cayeron con la invención de técnicas
mejoradas de cosecha y los recursos abundaron. «Entonces, ¿por qué se
equivocaron los autores? Porque pasaron por alto la inventiva humana», sostuvo
Lomborg. Según él, al enfocarse en campañas ligeramente efectivas como el
reciclaje y en cuestiones importantes para los países desarrollados como la
prohibición de pesticidas, los alarmistas medioambientales anularon
oportunidades de un mejor crecimiento económico y en materia de salud en los
países en desarrollo. Incluso sus críticos admiten que el crecimiento
económico, a la vez, incrementa las inversiones destinadas a proteger el medio
ambiente, dijo Lomborg.
En sus nuevas
predicciones, la agrupación pasa del enfoque en los recursos naturales a uno
centrado en los metales preciosos.
Randers publicó una
versión actualizada (Informe del Club de
Roma, 2025) en la que predice el derretimiento de la tundra. Llegó a la
conclusión de que, «En resumidas cuentas, el futuro es desagradablemente
parecido al "contexto de polución persistente" de Los límites del
crecimiento».
En su ensayo titulado
«El alarmismo se justifica», los ambientalistas John y Mary Ellen Harte
afirman: «Los límites del crecimiento tenía razón de manera inquietante... el
incremento de la población humana y de los niveles de consumo minan la
sostenibilidad de la sociedad humana». «Sabemos cómo detener el problema de la
superpoblación ofreciendo instrucción sobre planificación familiar y
anticonceptivos a más de 100 millones de mujeres que carecen de ellos en los
países en desarrollo», dijeron.
En su ensayo titulado
«Aire limpio, clima estable, peces en abundancia, bosques frondosos, agua
dulce... son los componentes claves de la prosperidad», Frances Beinecke dijo que
«Dar cuenta del capital natural mundial no es alarmista». Beinecke es
presidente del Consejo para la
Defensa de Recursos Naturales, importante grupo ambientalista
con sede en Washington D.C. que entabló relaciones con agrupaciones de
población a comienzos de este año pasando por alto las objeciones de algunos de
sus miembros provida. Beinecke sostuvo en otros lugares que «simplemente
abordando la necesidad actual de las mujeres de planificar el número y
espaciamiento de sus embarazos, el crecimiento demográfico se desacelerará y
las emisiones mundiales de carbono se reducirán entre un 8 y un 15 por ciento
(el equivalente a detener toda la deforestación hoy)».
Lomborg dice que las
nuevas predicciones presentan las mismas fallas fundamentales que las anteriores.
«Los cuatro comentarios críticos de mi ensayo se valen del lenguaje de la
fatalidad para motivar la acción», dijo, «lo cual, en perjuicio del medio
ambiente, convence a la sociedad de que debe perseguir todas sus metas
ambientales de una sola vez, sin tener en cuenta costos y beneficios».
NUEVA YORK, 14 de
septiembre (C-FAM)