El diario Clarín nos informa que "En noviembre se cumplirán cinco años de la puesta en funcionamiento de la controvertida planta de celulosa en la ciudad uruguaya de Fray Bentos. "
En este blog reprodujimos lo que el mismo diario publicó el año pasado sobre este tema:
Botnia no contamina
El diario uruguayo El
País dijo que la
Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), el organismo
bilateral encargado de vigilar el curso fluvial, ya cuenta con los resultados
de las primeras muestras que analizaron científicos canadienses.
El matutino publicó
que ya están los primeros resultados de la CARU y que tiene dos conclusiones. La primera,
que la planta de UPM (la ex Botnia), localizada en Fray Bentos, no contamina .
La otra, que hay presencia de plomo, mercurio y demás metales pesados que
provendrían del Parque Industrial de Gualeguaychú.
(Clarín, 21-8-11)
Hoy, el matutino describe lo que ocurre en Uruguay:
"Para los habitantes de Fray Bentos, que conviven a diario con la planta de la discordia, no hay mucho más que el intenso olor que se despide al manos una vez al año, cuando la planta se detiene por mantenimiento, o en otras ocasiones, por perturbaciones en el proceso (hubo seis en 2011). Es un aroma como de repollo hervido, cuenta Giovanna Silva, vendedora de ropa del sector urbano más cercano a la planta.
Juan Carlos es empleado del club Remeros y desde niño ha tenido estrecho contacto con el río. En el último tiempo ha proliferado un alga verde, perjudicial para la salud; pero su origen es por los desechos que vierten los productores de soja de Brasil, asegura.
Blanca Rainiere, propietaria del restaurante La Juventud, dice que en su casa tienen la costumbre de tomar agua de la canilla, que lo siguen haciendo, y que jamás han tenido un problema.
(Clarín, Zona, 13-5-12, p. 35)
En conclusión, el conflicto generado con nuestro hermano país y los perjuicios múltiples ocasionados, respondieron a un planteo ideológico. Nunca existió el riesgo de contaminación grave como se difundió, con el respaldo explícito del gobierno nacional. Hemos insistido varias veces que la ecología es una disciplina científica, pero el ecologismo es una ideología que distorsiona la verdad.
