Hay que actuar sobre la demanda
Horacio Florencio Reyser
Miembro del Observatorio de Prevención del
Narcotráfico
La Nación, 16
de febrero de 2018
Leer la nota de Mario Vargas Llosa genera asombro y
preocupación. Creer y manifestar que "la mejor manera de combatir la droga
es legalizarla" evidencia una interpretación del tema de la drogadicción
que sigue poniendo en el centro del problema a la droga. Este error se comete
desde hace tiempo y entonces se concluye que como "la guerra contra las
drogas ha fracasado", la solución es facilitar el acceso a través de la
despenalización y la legalización.
En el centro del problema de las drogas está la
"persona" que se droga; en consecuencia, las acciones nunca deben estar
orientadas a facilitar el consumo, sino a reducir la demanda. El mundo entero
se ha expresado en este sentido a través de la histórica Sesión Especial de la
Asamblea General de las Naciones Unidas realizada en 2016. El informe final de
esa Asamblea tiene un fuerte enfoque en la prevención y el tratamiento, es
decir. en las personas, en evitar que caigan en la adicción y en recuperar a
los que han caído. Confirmando está mirada, la World Health Assembly de mayo de
2016 expresa que para enfrentar el problema global de las drogas "debemos
poner primero a la personas". Otra referencia valiosa es que a comienzos
de 2017 la ONU ratificó que "la legalización de la marihuana viola la
norma internacional".
Finalmente, se han vinculado los Objetivos de
Desarrollo Sustentable para 2030 de la ONU a las políticas de prevención de la
drogadependencia, porque se asocia claramente el contexto social al consumo de
sustancias. Los objetivos allí definidos vinculados con la salud, el bienestar,
la educación, la equidad, la pobreza, el trabajo, la paz, la justicia y la
consolidación de instituciones sólidas que protejan a los ciudadanos son
fundamentales para lograr un contexto social preventivo.
Las naciones del mundo han reaccionado ante el brutal
incremento del consumo de drogas y sus graves consecuencias, y expresan que
"lo fundamental es actuar sobre la demanda". Poner a la persona en el
centro del problema y desarrollar acciones concretas para estimular en todos
los ámbitos sociales el deseo de vivir una vida digna en libertad, lejos de la
esclavitud de las drogas. Es necesario crear un contexto social verdaderamente
inclusivo y aportar a nuestros chicos una formación que los ayude a enfrentar
dignamente los desafíos de la vida y que sean capaces de discernir y de tomar
decisiones basadas en valores y principios que les den verdadero sentido a sus
vidas. Que los aleje del consumo, de la violencia, del delito y de
comportamientos hedonistas, individualistas y de la búsqueda de un bienestar
inmediato que pareciera justificarlo todo.
Una formación tendiente al desarrollo de una
personalidad que los disponga a enfrentar con coraje y alegría los desafíos de
la vida. Que sepan comprender el sentido del sacrificio, del dolor, de los
procederes éticos y del valor del respeto y del trabajo por el bien común.
Las leyes cumplen además una función pedagógica. ¿Qué
enseñanza nos deja dar a las drogas un reconocimiento legal? Evitemos difundir
teorías alejadas de la realidad que vive nuestra gente. Asumamos de verdad el
compromiso de trabajar seriamente por una sociedad que privilegie el bien común
con una particular atención en nuestros hermanos más necesitados.
Nadie que haya compartido el dolor de una familia
afectada por la droga podría aceptar la legalización de sustancias que son
sinónimo de muerte.