Y LA IGLESIA CATÓLICA.
Expresa
y contundente confirmación del rechazo de la ideología de género por parte de
la Iglesia en la Exhortación Apostólica Postsinodal "Amoris Laetitia"
sobre la familia.
Por
Carlos Alvarez Cozzi
Seguramente
la prensa por estas horas está informando, sobre todo, de la parte del
documento más polémica y esperada, que es la referente a la posibilidad o no de
que los bautizados en nueva unión fueran habilitados a comulgar, sin haber
obtenido la declaración de nulidad matrimonial de parte de la misma Iglesia
Católica.
Pero
creemos que hay otra cuestión, tan importante como aquélla, que era la
confirmación del rechazo del Magisterio de la Iglesia de la llamada ideología o
perspectiva de género. Y ella se ha producido.
En el No. 56 del
documento se aborda el tema de la ideología de género. "56. Otro desafío
surge de diversas formas de una ideología, genéricamente llamada gender, que
«niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer. Esta
presenta una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento
antropológico de la familia. Esta ideología lleva a proyectos
educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y
una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica
entre hombre y mujer. La identidad humana viene determinada por una opción
individualista, que también cambia con el tiempo»[45]. Es inquietante que
algunas ideologías de este tipo, que pretenden responder a ciertas aspiraciones
a veces comprensibles, procuren imponerse como un pensamiento único que
determine incluso la educación de los niños. No hay que ignorar que «el sexo
biológico (sex) y el papel sociocultural del sexo (gender), se pueden
distinguir pero no separar»[46]. Por otra parte, «la revolución biotecnológica
en el campo de la procreación humana ha introducido la posibilidad de manipular
el acto generativo, convirtiéndolo en independiente de la relación sexual entre
hombre y mujer. De este modo, la vida humana, así como la paternidad y la
maternidad, se han convertido en realidades componibles y descomponibles,
sujetas principalmente a los deseos de los individuos o de las parejas»[47].
Una cosa es comprender la fragilidad humana o la complejidad de la vida, y otra
cosa es aceptar ideologías que pretenden partir en dos los aspectos
inseparables de la realidad. No caigamos en el pecado de pretender sustituir al
Creador. Somos creaturas, no somos omnipotentes. Lo creado nos precede y debe
ser recibido como don. Al mismo tiempo, somos llamados a custodiar nuestra
humanidad, y eso significa ante todo aceptarla y respetarla como ha sido
creada."
Como decíamos hace algunos años en un
trabajo nuestro publicado, “la reflexión que nos despierta esta ideología o
perspectiva de género es que parecería olvidarse por la misma que
la diferencia entre el sexo masculino y el femenino, de igual dignidad pero
complementarios y no enfrentados, lleva a la unidad, a la comunión; no puede
haber dominio de uno sobre otro, sino respeto a ambos en su singularidad e
irrepetibilidad. Parecería olvidarse que todas las personas pertenecen al único
género humano, cualquiera sea su sexo. La Doctrina de la Iglesia es contundente
sobre esta lamentable ideología destructora de la persona, la familia y la
sociedad, tanto en el Catecismo como en el Compendio de Doctrina Social, así
como en otros documentos del Magisterio Pontificio como “Dignitatis Mulieris”
de San Juan Pablo II. Agregamos también a nivel latinoamericano, que en el
No.40 del Documento de la Conferencia del CELAM de Aparecida, se denuncia a
esta ideología como contraria a la verdad de la dignidad humana, lesiva de las
personas y de las familias”.
Por ello, es necesario relevar con satisfacción,
la presente confirmación del Papa Francisco, en “Amoris Laetitia” acerca de la
posición de la Iglesia sobre la ideología de género y rechazar con más fuerza un
hecho reciente y lamentable, que tiene antecedentes similares en otras
universidades católicas, como el sucedido en la Universidad Católica de Minas
Gerais del Brasil. Allí, en un evento que tuvo lugar hace poco tiempo, sobre el
tema de esta ideología, sólo expusieron partidarios de la misma, sin que
hubiera sido invitado nadie que expresara la posición contraria de la doctrina
de la Iglesia.