DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

EL CARDENAL SARAH EN EL SÍNODO

 critica  la manipulación de las Iglesias ricas de occidente

catolicos-on-line, 14-10-15

En su intervención sinodal de la semana pasada, el cardenal Robert Sarah dijo que la idolatría de la libertad del occidente y el fundamentalismo islámico son «casi como dos bestias apocalípticas», similares al nazismo y al comunismo. El cardenal de Nueva Guinea, que pidió más transparencia en este sínodo y lamentó lo que ocurrió en el del año pasado, criticó claramente a las Iglesias «más ricas» de Occidente que quieren cambiar la fe católica.

De acuerdo al texto íntegro de su intervención, el prefecto de la Congregación para el Culto Divino dijo «que nos encontramos nosotros mismos entre la ideología de género e ISIS».

Las masacres islámicas y las exigencias libertarias «compiten regularmente por la primera plana de los periódicos», afirmó, y señaló al 26 de junio de este año. Los así llamados ataques terroristas en el mes del Ramadán en Francia, Kuwait, Somalia y Túnez tuvieron lugar ese día, como también la decisión del Tribunal Supremo (ndr: de EE.UU) permitiendo el «matrimonio» de las personas del mismo sexo a nivel nacional.

«A partir de estas dos radicalizaciones surgen las dos mayores amenazas para la familia: su desintegración subjetivista en el Occidente secularizado a través del acceso rápido y fácil al divorcio, al aborto, a las uniones homosexuales, a la eutanasia, etcétera. El cardenal Sarah afirmó lo anterior y citó como ejemplos la ideología de género, el grupo feminista radical «Femen», el lobby LGBT y la organización International Planned Parenthood Federation.

«Por otra parte», dijo, «encontramos la «pseudo familia del Islam ideologizado que legítima la poligamia, la servidumbre de la mujer, la esclavitud, el matrimonio infantil» El cardenal afirmó que se estaba refiriendo a Al-Qaeda, Isis, Boko Haram y otros grupos similares.

El cardenal de África occidental afirmó que son «varias claves» que permiten intuir el indudable «origen demoníaco» de estos dos movimientos.

A diferencia del Espíritu de Verdad que promueve la comunión, dijo, «dichos movimientos alientan la confusión» y demandan un «dominio universal y totalitario». Además, se caracterizan porque son «violentamente intolerantes, destructores de las familias, de la sociedad y de la Iglesia, y son abiertamente cristianofóbicos», afirmó. «No estamos luchando contra creaturas de carne y sangre.»

Continuó: «Necesitamos ser incluyentes y dar la bienvenida a todo lo que sea humano; pero lo que viene del Enemigo no puede y no debe ser asimilado», apuntó. «¡No puedes unirte a Cristo y a Belial (príncipe de la oscuridad!). Lo que el nazismo fascista y el comunismo fueron en el siglo XX, las ideologías homosexual y abortista en occidente, y el fanatismo islámico lo son hoy en día».

Concluyó su alocución diciendo que «debemos proclamar la verdad sin temor, el plan de Dios, el cual se expresa en la monogamia fundada en el amor conyugal abierto a la vida.»

Defensa de la fe contra los ataques de las iglesias ricas

El cardenal también hizo una llamada a «una firme y clara» enseñanza desde el magisterio de la Iglesia, añadiendo que todos los pastores «tienen la misión de ayudar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo a descubrir la belleza de la familia cristiana».

En su intervención, el cardenal Sarah hizo también una llamada «para que entre nosotros exista más transparencia y respeto.» Expresó preocupación respecto de algunos procedimientos del sínodo que, dijo, «no parecieron orientados a una discusión enriquecedora y a la comunión, en la medida en que promovieron un cierto estilo a favor de los grupos de las Iglesias más ricas.» Criticó abiertamente que se dieran a conocer proposiciones aprobadas en el Sínodo anterior sin haber logrado la mayoría de dos tercios, lo cual se hizo por decisión explícita del Papa.

Ante todo, el cardenal se refirió a la Iglesia en Alemania, cuya jerarquía ha estado, en gran medida, ejerciendo presión para que se conceda la Sagrada Comunión a los divorciados vueltos a casar civilmente y las validaciones de las uniones del mismo sexo. Quienes se oponen sostienen que ambas prácticas estarían en grave oposición al magisterio de la Iglesia.

El cardenal Sarah sostuvo que «esto es contrario a una Iglesia pobre, a un gozoso, evangélico y profético signo de contradicción en una sociedad secularizada.» También se refirió que no entendía «por qué algunas declaraciones que no fueron aceptadas por la mayoría cualificada del último Sínodo aparecieron en la Relatio y, posteriormente, por qué hubo quienes ejercieron presión en asuntos de gran actualidad (tales como la ideología de género), y que fueron en cambio ignorados tanto en los Lineamenta como en el Instrumentum laboris.

El cardenal Sarah dijo que su «primera esperanza» era, por lo tanto, que el sínodo pudiera mostrar más «libertad, transparencia y objetividad», y pidió que los resúmenes de las intervenciones se publicaran «para facilitar la discusión y evitar cualquier prejuicio o discriminación al aceptar los pronunciamientos de los Padres sinodales.»

Al hablar para el Register y Aleteia al final de una reunión de obispos africanos el sábado, el cardenal Sarah dijo que al conservar los tres polémicos párrafos en el Instrumentum laboris, cree que «hay una agenda que ellos están intentando imponer.»

Afirmó que esta segunda semana el sínodo sería «difícil» , conforme el sínodo se desplace a discutir la parte «más seria y grave»; la tercera parte del Instrumentum laboris. Las cuestiones discutidas se encuentran en su mayor parte relacionadas con la doctrina, por lo que «tomarán más tiempo», dijo. «También permitirán hablar a los delegados que han sido invitados.»

Dijo que durante la primera semana, el énfasis «también recayó sobre la doctrina en todos los informes.» Dijo que las intervenciones en la segunda parte del documento se desarrollaron «en una línea aceptable.» Añadió que todavía hay conferencias de obispos «algunas, no todas» en Occidente que «quieren abrir las puertas (a todos), pero son pocas». Los obispos del «oriente son ortodoxos», dijo, como es el caso de «África y de América».


En términos generales, el cardenal Sarah subrayó la necesidad de «insistir en el plan de Dios para la familia, porque comenzamos de un modo un poco equivocado. Necesitamos empezar con el plan de Dios para la familia. En lugar de lo anterior, comenzamos mirando hacia las dificultades. Pienso que no fue una manera adecuada de empezar. Pero incluso así, en este momento veo que el Espíritu Santo lo estaba guiando bien»-