por Carlos E. Viana
Informador Público, 2-5-17
“Sé cabal con los hombres, sé cortés con las mujeres.
Vive con la imagen de aquella que alienta y justifica”.
Miguel de
Cervantes Saavedra, El Quijote.
¿Sólo matan a damas?
Llama poderosamente la atención el aumento progresivo
del asesinato de mujeres, violando normas de caballerosidad, que muchas de las
que denuncian estos crímenes llaman incultamente normas burguesas, porque en
realidad son cualidades quijotescas. ¿Pero los crímenes son sólo contra
mujeres?
Los crímenes han aumentado en todas sus modalidades.
Abuso contra niños, criminales menores de edad, violencia contra maestras,
patoterismo, barras bravas, intolerancia política.
Respecto a la violencia generalizada, una pregunta nos
ilustra sobre el problema. ¿Alguien fue a pegarle al profesor de karate de su
hijo porque no lo aprobó?
Entonces no son sólo las damas quienes están en
riesgo, sino todos los más débiles. ¿Por qué? Porque muchos de los más fuertes
han perdido sus límites.
Anomia
Émile Durkheim, había investigado el número de
suicidios de una sociedad para verificar su falta de normas, es decir la
anomia. Esto es precisamente lo que esta señalando la violencia en aumento en
la argentina, la falta de normas. Las normas protegen valores, como el respeto
al más débil, la tolerancia, en definitiva, “ama a tu prójimo como a ti mismo”,
unos de los mensajes que disminuyó la crueldad del mundo Antiguo.
¿A que se debe este fenómeno de caída de los valores?
“No hay culpables”
La violencia esta asociada con la despenalización de
la protesta social, que en realidad es antisocial, porque para beneficiarse,
una minoría descontenta reprime violentamente la libertad de tránsito y el
derecho a trabajar de todos. El orden público es para beneficiar al Público, es
decir al pueblo.
La violencia está alentada por el garantismo, que se
ha transformado en abolicionismo de penas. Exaltado este por la predica de
Zaffaroni, Gil Laavedra, Gils Carbo y muchos de sus fiscales de “justicia
legitima”, jueces temerosos o convencidos de la culpa de la sociedad pero no
del delincuente. Garantismo que es abolicionismo propiciador de la puerta
giratoria.
Hasta la Comisión Episcopal ha atacado la penalización
de menores ¿Qué les dirán a los parientes de las víctimas que sus protegidos
siguen matando? Esperar es matar.
La injusticia
La moral está herida. ¿ Que nación del mundo castiga a
sus héroes mandándolos a prisión? Hay sesenta héroes de Malvinas prisioneros de
guerra. Hay más de 2.000 prisioneros por haber cumplido la orden de combatir a
los terroristas, que atacaron la República para imponer un régimen totalitario
marxista leninista. Ya murieron trescientos ancianos prisioneros, algunos sin
condena firme, otros con testigos falsos, la mayoría de ellos sin poder acceder
al beneficio de la prisión domiciliaria, como muchos jueces les conceden a los
criminales más terribles.
Un ejemplo abominable
En la Ciudad de Santa Fe, el Colegio de Psicólogos
sancionó con seis meses de suspensión a una psicóloga por haber aconsejado a
una menor violada que no abortara. La niña dio a luz y el bebé vive adoptado
por otra familia. Esta psicóloga salvó una vida y por eso es castigada “por
haber interferido en el trabajo de otras profesionales” ¿Que querían matar al
feto? Sancionada por salvar una vida, sancionada por quienes son profesionales
que supongo han jurado defender la vida.
Esta sanción fue apoyada por “ni una menos”. Pensar
que entre ellas hay madres. La Madre Teresa de Calcuta dijo que el mayor signo
de decadencia de nuestra cultura era el aborto, porque implicaba el asesinato
de un hijo por su madre. Si el amor de una madre, el más sublime de los
sentimientos entre humanos, no es respetado, que podemos esperar de un asesino.
Política del mal común
Alfonsín dio un dos por uno para los delincuentes
comunes y un tres por uno para los terroristas. Menem hizo algo similar.
Los Kirchner incentivaron el desorden para establecer
el populismo, que les permitió establecer una Dictadura Indirecta usando sus
propios grupos violentos.
Los traidores a la Patria son indemnizados y para esto
inventan culpables.
Periodistas y la represión cultural
El periodismo condenando a un policía porque lanzó gas
lacrimógeno contra delincuentes que reprimen el orden público, que atacan a
ciudadanos que van a su trabajo, a ambulancias que transportan enfermos. Otros
atacando públicamente a alguien que dijo con moderación su opinión fundada.
“¡De esto no se habla!” Periodistas que deberían defender la libertad de expresión
y en vez de ello, ejercen represión cultural.
La apología de la violencia tiene consecuencias.
¡Lamentablemente, estas consecuencias!