la Doctrina
Social en formato ágil, para los que se interesan por la política y la acción
Pablo J. Ginés
/ReL15 mayo 2017
En 1902 Lenin publicó su manual comunista "¿Qué
hacer?". Ahora ya no le interesa a casi nadie y de hecho quedó caduco
incluso con la revolución. Es quizá irónico que ahora en español circule el
Docat: ¿qué hacer? que es un compendio de doctrina social de la Iglesia
Católica pensando en los jóvenes, que con fotos y lenguaje ágil recoge
enseñanzas inmemoriales de la Biblia, doctrinas sociales del siglo XIX de León
XIII y reflexiones sobre el uso de las redes sociales en Internet.
Para mover a la acción
El subtítulo "¿Qué Hacer?" reconoce su
vocación práctica y transformadora: no quiere ser un libro para teorizar sino
para mover a la acción.
En el prólogo, el Papa Francisco explica:
"Queridos jóvenes, mi predecesor, el papa Benedicto XVI, puso en sus manos
un Catecismo para jóvenes, el YOUCAT. Yo quisiera hacerles hoy entrega de un
nuevo Catecismo, el DOCAT, que recoge la Doctrina Social de la Iglesia.
El
DOCAT quisiera responder a la importante pregunta «¿qué hacer?». Por eso está
diseñado como un manual de instrucciones que, poniendo en práctica el
Evangelio, nos ayuda a transformarnos primero a nosotros mismos, después
nuestro entorno más cercano y, finalmente, todo el mundo".
¿Piensa Francisco en Lenin y su "Qué hacer"?
No parece. Él dice que piensa más bien en Cristo y su frase: "Cada vez que
hicisteis así a estos pequeños míos, a mí me lo hacíais", una frase que,
asegura, hizo cambiar la vida de Francisco de Asís, de Madre Teesa y de Charles
de Foucauld, palabras que los convirtieron. No es una frase devocional: es una
frase de acción.
Jóvenes actuando, no sólo sentados bajo un árbol
Por eso el Papa, en el prólogo del DOCAT, pide
"hacer algo más para que esta revolución del amor y la justicia se haga
realidad en muchas partes de este maltratado planeta. A muchos les puede ayudar
la Doctrina Social de la Iglesia."
"No sueño con grupos de jóvenes sentados bajo los
árboles discutriendo sobre ella. Bien está eso, háganlo. Pero mi sueño es más
ambicioso: deseo un millón de jóvenes cristianos, o mejor, toda una generación,
que sea para sus contemporáneos, la 'Doctrina Social con pies'.
Solamente
transformarán la tierra aquellos que se entreguen a ella con Jesús y se
dirijan, guiados por él, hacia los marginados que viven en medio de la
suciedad. Involúcrense también ustedes en política y luchen por la justicia y
la dignidad y sobre todo por los más pobres."
No es folletito ni para niños
El DOCAT tiene "estilo joven" pero no es
para adolescentes ni tampoco es un folletito: son 328 preguntas bien complejas
y relevantes y es dudoso que los parroquianos que vemos en misa los domingos
sepan responderlas con cierta seriedad.
Por ejemplo, "¿Se puede ser político y cristiano
al mismo tiempo?" (pregunta 219). Sí, "pero en política se trata
siempre de aquello que se puede hacer", si faltan medios, mayorías, etc...
"no se puede por ello reprochar a los políticos cristianos que tengan que
aceptar ciertos acuerdos", aunque "hay algunas decisiones a las que,
por motivos de conciencia, ningún político cristiano debe asentir jamás".
O la pregunta 321: "¿Existen trabajos o tareas
sociales incompatibles con nuestra fe?" Se responde que "es imposible
ser cristiano y trabajar al mismo tiempo en una clínica de abortos o de
eutanasia, también están terminantemente prohibidos el negocio de la
prostitución, la producción y difusión de pornografía, la participación directa
o indirecta en negocios de droga y el tráfico de personas y cualquier otra
práctica de opresión denigrante y dañina". Por otra parte, los periodistas
o financieros honestos pueden verse presionados a dejar una empresa si le
fuerzan a engañar o estafar. "Pertenecer a Jesús significa decir también
rotundamente no a ciertas cosas", explica.
Por otra parte, a la pregunta "¿Debo involucrarme
en asociaciones que no sean cristianas?" la respuesta es "sí, los
cristianos no deben encerrarse en el gueto de los que piensan igual". Aunque
se avisa: cuidado con ser utlizado por otros intereses que manipulan a
cristianos de buena voluntad para luego imponer otras intenciones.
Frases de grandes pensadores
Además de las preguntas, el libro cuenta con cientos
de frases de pensadores, santos, filósofos, Papas y fragmentos bíblicos. Por
ejemplo, hay una cita de Solzhenitsyn, Nobel de Literatura y autor de
Archipiélago Gulag, que defiende el asociacionismo y la elección directa de
representantes políticos sin necesidad de partidos: "Así puede ser
destituido si lo hace mal, no entiendo la naturaleza de los partidos". Y
otra (en la edición española, que es la que comentamos) del escritor español
Miguel Delibes: "A los políticos en el poder no les frena hoy la posición,
sino los periódicos".
Hay así 4 citas o pensamientos de Saint-Exupéry, diez
de Teresa de Calcuta, once de Tomás de Aquino, siete de Hannah Arendt, 5 de la
pensadora y mística Simone Weil, 2 de C.S.Lewis y otras 2 de Chesterton, 2 de
Cervantes, 3 de Karl Marx, otras 3 de Martin Luther King, 2 de Cicerón, 13 de
León XIII y una infinidad de Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Solo con leer y meditar las preguntas, las citas de
pensadores y la selección de textos de encíclicas y documentos especiales, el
lector ya saldría convertido en un experto en Doctrina Social, mucho más que
los alumnos que cursan esta materia en las universidades católicas españolas.
Pero, además, el libro remite a párrafos y citas del Compendio de Doctrina
Social de la Iglesia (igual que el YouCat remitía al Catecismo), lo que permite
profundizar más en la enseñanza.
¿Quién lo va a leer?
La gran pregunta es ¿quién y cómo leerá este libro
que, aunque tenga fotos y dibujitos, cuenta con más de 300 páginas?
El formato ideal se supone que es el de jóvenes,
probablemente de 17 años o más, que se reúnen para leer y comentar distintos
capítulos, de forma más o menos sistemática. Los autores del libro (un equipo
dirigido por el cardenal Schonborn de Viena y el cardenal Marx de Berlín)
parecen suponer que eso será bastante frecuente. Pero en España no parece que
todavía se haya difundido mucho tal práctica. Quizá puede hacerse en
Hispanoamérica u otros países.
Lo que está claro es que quien lo trabajara así,
sistemáticamente, recibiría mucha más formación, más amplia y mucho más
trabajada y ambiciosa que la que reciben las juventudes de los partidos
políticos en España, o incluso los adultos de esos partidos. El "qué
hacer" de Lenin era un folletito de peleas internas frente al "DOCAT:
qué hacer" que ha lanzado Francisco.
Un regalo para quien gusta de la política
Otra opción es, simplemente, regalarlo a cualquier
joven que tenga inquietudes políticas. Para quien se toma en serio la política
puede ser una lectura ágil y apasionante, también reveladora.
Incluso a militantes de formaciones fanáticamente
dogmáticas y antisistema (como Arran, ligado a las CUP, o grupos de Podemos o
del batasunismo) podría ser interesante repartirles el DOCAT y rotuladores de
colores y proponerles un juego: "Marca de verde los párrafos que compartes,
de rojo los que condenas y de amarillo los que hacen pensar y te parecen
interesantes". Más de un
"revolucionario" se llevaría una sorpresa. Por desgracia, no vivimos
en épocas de leer 300 páginas marcando y reflexionando, sino de tuits groseros o
frivolizantes y linchamientos en las redes.
Pero con el DOCAT la posibilidad real está ahí, para
los que aún leen y reflexionan sobre lo social