“Nos duele,
aunque no respondemos de la misma manera”
Aica, 10 Mar 2017
El obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino,
ofreció la misa del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, por las
intenciones de todas las mujeres. La Eucaristía, promovida por la Pastoral de
la Mujer de la diócesis de Mar del Plata, comenzó minutos después de que la
“Marcha de las mujeres” pasara por la catedral y dejara abundantes
inscripciones en las paredes.
“Nos duele, aunque no respondemos de la misma manera
–expresó monseñor Marino durante la homilía- toda esta agresión al edificio
catedral no puede ser parte de una verdadera promoción de la mujer”.
“Hoy es el Día Internacional de la Mujer y tiene
interpretaciones distintas. La Iglesia en este día quiere ofrecer su
contribución en defensa de la dignidad, el papel y los derechos de las mujeres.
Lo hacemos desde la visión antropológica que nos brinda la Palabra de Dios”, señaló
el obispo y lamentó “la ola de violencia en distintos ambientes”, que exige
“reflexión y medidas concretas”.
“Nos parece increíble que la mujer sea despreciada en
su dignidad y con frecuencia cotidiana tengamos que conocer a través de los
medios, hechos aberrantes de violencia de género que llegan hasta la muerte o
que causan huellas físicas o psicológicas”, aseveró.
El prelado señaló que las circunstancias actuales “han
puesto muy difícil el camino de la mujer en determinados medios sociales”. “Los
cristianos queremos acercarnos a esta realidad con las actitudes del mismo
Cristo y, por tanto, defendemos la igualdad de derecho de la mujer en distintos
ámbitos, el salario en el mismo trabajo, igualdad de los esposos en el derecho
de familia y el reconocimiento pleno de deberes y derechos de todos los
ciudadanos en la sociedad actual”, recordó.
También, el obispo afirmó que la visión cristiana de
la mujer “nos lleva a defender su dignidad y a comprometeros en acciones
concretas y eficaces para superar las situaciones de vulnerabilidad y exclusión
en las que pueden estar las mujeres en un mismo medio”.
Por ello, la Pastoral de la Mujer “no vacila en
promover encuentros de trabajo con mujeres de otras confesiones, también para
promover objetivos comunes. Además, hace presente ante organismos civiles
cuando las circunstancias lo piden. Nada que tenga que ver con la dignidad
femenina, puede ser indiferente”, añadió.
Después, recordó el mensaje que pronunció con ocasión
de un hecho de violencia contra una joven en la ciudad de Mar del Plata en el
que dijo: “Debemos empeñarnos en cambiar la realidad que nos golpea la puerta
de un corazón que no puede seguir indiferente y endurecido. El mal se propaga y
no podemos ser testigos silenciosos de la muerte de los hijos de nuestra
sociedad. Si no se nos hace carne su dolor, envueltos en el egoísmo y la
indiferencia, poco esperanzador se hace el futuro”.
“Pero otra cosa son las teorías y construcciones
ideológicas que se intentan implementar en defensa de la mujer, tales como la
ideología de género que en palabras del papa Francisco ‘es una verdadera
colonización ideológica que intenta imponerse en muchos países’, e igualmente
la promoción del aborto como un derecho de la mujer y como parte de su
promoción”, aseguró y agregó: “Esto no cuadra con nuestra visión de la dignidad
de la mujer”.
“De parte de la Iglesia, del laicado católico, hay
siempre una gran sensibilidad y respeto, un reconocimiento de los derechos, nos
duele aunque no respondemos de la misma manera”, explicó.
“Recemos a Dios -nosotros somos discípulos de Cristo,
quien nos ha enseñado a orar- por aquellos que no nos entienden, que nos
combaten, que expresan el desacuerdo de esta manera, con agresión. Respondemos
nosotros con la misa que es lo mejor que podemos hacer. Y que cada uno asuma en
el ambiente que le es propio la tarea de poner humanidad, amor, comprensión y
difundir una cultura y crear la civilización del amor”, concluyó el obispo.