Clinton Financiará Abortos en el extranjero
Sin Protección de Conciencia
Susan
Yoshihara, Ph.D. (*)
C-Farm, October 28, 2016
Correos electrónicos publicados recientemente a través
de Wikileaks muestran que el presidente Obama quería financiar abortos en el
extranjero, una clara violación de la ley y política de Estados Unidos, sin
embargo, pese a ello, quería permitir la protección de conciencia para los
médicos y enfermeras reacios a realizar abortos.
Al parecer algunos grupos pro aborto bloquearon ese
esfuerzo, insistiendo en que los médicos deben ser obligados a realizar dicha
práctica. Algunos correos electrónicos muestran que Hillary Clinton tiene toda
la intención de dar a los defensores del aborto exactamente lo que quieren:
fondos estadounidenses para abortos en el extranjero, eliminando toda
protección de conciencia.
La noticia salió a la luz en los correos electrónicos
entre la asesora desde hace mucho tiempo de Clinton, Jennifer Klein y el
presidente de la actual campaña demócrata, John Podesta. Klein dijo que Planned
Parenthood y otras organizaciones defensoras del aborto le comentaron que Tina
Tchen, miembro del personal de la Casa Blanca les hizo saber de forma privada
sobre la intención de las administración para cambiar la interpretación de la
Enmienda Helms, la ley de 43 años de edad que prohíbe la financiación o
promoción del aborto en el extranjero.
Grupos pro aborto han presionado a la administración
de Obama por años para reinterpretar la ley.
Klein le dijo a Podesta, “La [Casa Blanca] estaba
preparada para proseguir, pero con dos notables limitaciones. En primer lugar,
que cualquier organización con alguna objeción religiosa o moral no estaría
obligada a proveer, pagar o referir para un aborto. Segundo, que una
organización que no provee servicios de aborto no podía ser objeto de
discriminación en la solicitud, aplicación y concesión de los fondos de ayuda
al exterior.”
“También he oído que después de escuchar las grandes
preocupaciones de los defensores, esto puede no llevarse a cabo” comentó Kein,
y luego añadió, “Ambas [limitaciones] plantean problemas, y en mi opinión,
dejar intacta Helms es una mejor alternativa en este momento. La cláusula de
conciencia es en el mejor de los casos extraña, y en el peor perjudicial”.
Clinton ha dejado constancia de que tiene la intención
de cambiar la interpretación de la Enmienda Helms. Klein indicó que iría más
allá y no haría ningún tipo de ajuste para grupos religiosos.
“Incluso me gustaría ir un paso más allá y argumentar
que si Helms se modificara de manera que los abortos pudieran ser pagados en
casos de violación, ese factor debe ser considerado en la solicitud teniendo en
cuenta la realidad de que en muchas partes del mundo, el concesionario de la
USAID va a ser el único servicio de salud disponible”.
Klein también dijo que la protección de conciencia era
un problema como “un asunto de política” para Clinton, aparentemente en referencia
a su campaña por la presidencia de Estados Unidos.
Clinton ha señalado a los grupos religiosos como una
barrera para el acceso al aborto. En una cumbre de mujeres en el 2015, dijo a
los asistentes que “los códigos culturales profundamente arraigados, creencias
religiosas y los sesgos estructurales necesitan y deben ser cambiado” para dar
a las mujeres “salud reproductiva”, un término que incluye el aborto, según le
dijo al Congreso.
John Podesta, asesor de Clinton, ha sido objeto de
críticas desde que Wikileaks reveló sus intentos de provocar una “revolución”
en la Iglesia Católica. De acuerdo a los correos electrónicos, creó al menos
dos organizaciones financiadas por el multimillonario George Soros con el fin
de sembrar la disensión en las filas de los fieles en las enseñanzas de la
Iglesia.
Klein ha sido asesor cercano a Hillary Clinton desde
1993. Fue Asesor Adjunto y Delegada de la Oficina de Asuntos Globales de la
Mujer en la Oficina del Secretario de Estado desde el 2009-2012, asesoró a Clinton
durante su campaña presidencial de 2008, se desempeñó como asesor de política
interna de Clinton cuando era primera dama de 1993-1999 mientras era miembro
del personal del gobierno de Bill Clinton.
Es profesora adjunta de derecho en la Universidad de
Georgetown con enfoque en la salud de
mujeres y niñas.