Por Carlos Alvarez Cozzi
Los portales de noticias en Internet
nos dieron cuenta recientemente que la Corte Europea de Estrasburgo había
recibido tres demandas contra el Estado italiano de parejas de personas
homosexuales que le reclamaban al demandado el presunto derecho de contraer
matrimonio entre ellas.
En efecto, el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDHE) aprobó el martes 21 de julio, un fallo exigiendo a
Italia que legisle alguna “forma definida institucionalmente” que reconozca a
las uniones homosexuales, pero reiterando su sentencia de julio de
2014 que señala que no existe el “derecho a contraer matrimonio” de parte de
las parejas del mismo sexo.
El fallo
dictado responde a la demanda de tres parejas homosexuales italianas. Según el
TEDHE, el país europeo “ha violado el derecho al respeto de la vida privada y
familiar” y dijo que “la tutela jurídica actualmente en vigor para las parejas
del mismo sexo en Italia no tutela las exigencias fundamentales de una pareja
comprometida en una relación estable".
Por tanto hay
que decir siempre toda la verdad porque no hay peor mentira que una verdad a medias.
Es decir, la sentencia exige a Italia que regule alguna forma de unión entre
personas del mismo sexo pero no lo condena, porque sencillamente tampoco podría
hacerlo, a que se apruebe una ley de “matrimonio” homosexual. Tan es así que la
misma Corte, recuerda la sentencia de julio de 2014, que oportunamente
comentamos en www.forumlibertas.com,
que dispone que no existe para las personas un derecho a contraer “matrimonio”
entre personas del mismo sexo. Y que radica en la soberanía de cada Estado
decidir el derecho aplicable a las uniones entre las personas.
De allí que
informar, como muchos medios lo hicieron, que Italia era obligada por le UE a
aprobar el matrimonio homosexual, es una grave desinformación, que no creemos
que sea bien intencionada, por la claridad del fallo y lo que venimos de decir.
Cumplirá con el fallo sancionando por
ejemplo una ley de uniones civiles homosexuales, proyecto que ya se encuentra a
estudio del Parlamento, con la polémica posibilidad de dichas uniones de
adoptar niños.