Noticias Globales,
28-2-15
Por Juan C. Sanahuja
Obama profundiza su
empeño por extender internacionalmente los falsos derechos de los homosexuales
El 25 de febrero
pasado, el Secretario de Estado, John Kerry, anunció el nombramiento de Randy
Berry como el primer enviado especial para los derechos humanos de las personas
LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales).
En esa ocasión Kerry
dijo: "La defensa y promoción de los derechos humanos de las personas LGBT
es el núcleo de nuestro compromiso con la promoción de los derechos humanos en
todo el mundo, es el corazón y la conciencia de nuestra diplomacia".
El secretario de
Estado presentó a Randy Berry como "un líder, un motivador", que en
materia de derechos humanos "habla con claridad y con convicción".
Además, destacó el papel del Departamento de Estado para la defensa y promoción
de los derechos LGBT, explicando que es "un compromiso a nivel mundial
para reafirmar los derechos humanos universales de todas las personas,
independientemente de su orientación sexual o identidad de género".
Estados Unidos parece
haber abdicado de su papel global en política exterior, teniendo una posición
vacilante e incierta, por el contrario, se dedica a extender su obra de
disolución moral universal a través de la difusión de esos supuestos derechos
humanos.
Randy Berry estará “a
cargo de los esfuerzos globales de la Administración para abolir las leyes que criminalizan
la conducta homosexual consentida", y desarrollará la capacidad
internacional de su país para "responder con rapidez a la violencia contra
las personas LGBT”.
El nombramiento
fortalece la labor del Global Equality Fund, un fondo de gestión estatal creado
especialmente por Obama para financiar el programa de derechos homosexuales en
todo el mundo.
El nuevo enviado
especial, llega al mismo tiempo que el gobierno de Obama ha minimizado o
ignorado la creciente ola de violencia y persecución hacia los cristianos en el
mundo, especialmente en Oriente Medio y África.
Recordemos que en
abril de 2013, la Agencia
de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) se vio envuelta en
uno de los más escandalosos fraudes a los contribuyentes norteamericanos. Con
la ayuda de la
Fundación Levi Strauss y del millonario liberal Tim Gill, el
gobierno de Estados Unidos, a través de la USAID , dedicó 11 millones de dólares para
entrenar a activistas homosexuales.