DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

LA DECONSTRUCCIÓN DE LA FAMILIA AHORA TAMBIÉN SE LLAMA "COPATERNIDAD"

                   

 

Por Carlos Álvarez Cozzi

 



Las agencias de noticias dan cuenta que Guillermo Pfening, actor de Dulce amor, Vecinos en guerra y Farsantes, entre otros, acaba de ser padre, pero no de una pareja, esposa o novia. 
Quien dio a luz a la niña Asia ha sido su mejor amiga, llamada Cynthia Pinasco 
El proceso de deconstrucción de la familia avanza rápidamente en lo que Josep Miró denomina “sociedad desvinculada”, que es el postmodernismo que estamos padeciendo. Sexo sin amor, familias sin cónyuges, reproducción desligada de un verdadero acto conyugal…
Por qué es deconstrucción? Porque basta leer la finalidad expresada por los propios progenitores de la criatura para advertir que se proponen deliberadamente “crear” “un nuevo tipo de familia”. Se puede llamar familia al engendro que acabamos de relatar, donde el hijo no es producto del amor humano, conyugal de sus padres sino una especie de generación puntual por encargo?
Claramente, y con todo respeto, afirmamos que no. Alguien dirá pero una pareja real, que se separa luego de tener un niño no es lo mismo que esta denominada “copaternidad”? Y la respuesta es claramente NO. Porque una pareja de convivientes o de esposos, se formó por amor. A consecuencia de ese amor se engendró su hijo y luego sobrevino la ruptura. Pero en el caso que nos ocupa ello claramente no es así porque nunca hubo amor ni convivencia entre los “partners”, que sólo acordaron como “amigos” generar un embarazo sin vínculo afectivo de pareja, simplemente de “amigos” en el mejor de los casos. 
En algún momento habrán pensado que los niños tienen derecho a nacer fruto del amor de sus padres y no como en un tubo de ensayo? Porque qué diferencia tiene esta procreación de la “in Vitro”? Casi ninguna, solamente que se genera dentro del vientre de la madre por una relación física sexual pero nada más!!! Y que no se nos tilde de retrógrados por poner en primer lugar el interés superior de los niños y niñas como manda sabiamente la Convención de los Derechos del Niño. Claro que toda vida vale, pero es este el modo de procrear humanamente? Qué diferencia tiene con un vientre de alquiler? Sólo que en este caso no se paga arrendamiento. Así va la humanidad. A este tren, que niñez estamos formando?