Aurelio García
Elorrio
Legislador Provincial
Luego de sancionada la Ley de Acceso a las Técnicas
de Fecundación Artificial en nuestro país, más la sanción del nuevo Código
Civil, era esperable que los diputados no dejaran pasar mucho más tiempo ni
esperaran el fin de su mandato y, previo a los comicios de 2015, terminaran el
camino de desprecio hacia la vida naciente. He aquí la muestra de ello.
Ahora legislan sobre
las propias técnicas de reproducción humana y asistimos a una nueva victoria de
los “lobbies mercantilistas” de la reproducción humana y de la manipulación
genética, por encima del derecho a la vida de los niños no nacidos. No estamos
en contra de que se legisle en la materia. Lo que rechazamos es que sea sólo
para el interés de los “lobbies mercantilistas” que se dedican a ello, con
desprecio absoluto de la vida humana en estado embrionario. Esto se pudo hacer
bien respetando al embrión, su vida, su identidad. Pero parece más fácil
hacerlo mal, realmente mal.
Parece que en este
proyecto de ley la humanidad del embrión es una falsa promesa que sólo se hará
verdadera cuando los profesionales médicos, como nuevos dioses de la técnica,
consideren a los embriones como aptos y dignos de vivir, o cuando sea “apto o viable”
para quienes lo pretenden como hijo, sólo si cumple con las condiciones que
pusieron, o si tiene la suerte de ser implantado previo a la separación o
divorcio de sus padres. Y si nadie lo quiere, será irremediablemente destruido
o utilizado para la investigación.
La Voz del Interior, 28-10-14