Pueden
agravarse leyes de financiamiento externo
NUEVA YORK, 10 de
octubre (C-Fam)
Mientras África es
arrasada por el ébola y el terrorismo, Dinamarca y los Países Bajos anunciaron
un nuevo fondo para la región que atraviesa momentos difíciles.
Los proveedores de
salud expuestos al virus mortal y las escolares secuestradas por terroristas
carecieron de importancia para estos benefactores, quienes, en su lugar, optaron
por una cuestión candente que puede empeorar las restricciones al
financiamiento externo para agrupaciones de la sociedad civil.
Daneses y
neerlandeses crearon un nuevo fondo junto a dos fundaciones estadounidenses
para repartir 19 millones de dólares a pequeñas organizaciones que hacen
campaña a favor del aborto y del comportamiento sexual de riesgo en países del
África subsahariana y del sudeste asiático.
La princesa Mary de
Dinamarca anunció que su gobierno adjudicará cerca de 14 millones de dólares al
fondo Amplify Change (Ampliar el cambio). El dinero se destinará a agrupaciones
de la sociedad civil «que trabajan en áreas desatendidas» del plan demográfico
y de desarrollo de la ONU
que cumple veinte años, añadió un ministro danés de comercio y desarrollo.
El lanzamiento del
fondo, que se realizó en septiembre durante la reunión anual de jefes de estado
en la ONU , indica
que se hará caso omiso de los países a los que está dirigido y se rehúsan a
adoptar normas occidentales de libertinaje sexual.
Frustrado por no
poder imponer el aborto y los derechos sexuales en naciones con principios
religiosos y tradicionales, el fondo pasará por alto los gobiernos y la
voluntad popular. Buscará agrupaciones polémicas e impopulares dentro de los
países para desafiar las leyes y las normas culturales.
Su lema es:
«financiamiento para romper el silencio sobre SDSR», abreviatura
correspondiente a salud y derechos sexuales y reproductivos. Esto a menudo se
refiere a la actividad sexual de riesgo, al aborto y a enseñar a los niños a
practicar ambos.
Amplify Change afirma
que repartirá dinero a «pequeñas organizaciones locales para que defiendan (y
apoyen políticas referentes a) cuestiones de la salud y los derechos sexuales y
reproductivos que a menudo no atraen fondos de los donantes convencionales por
razones políticas o religiosas».
Una cadena de
televisión informó que Amplify Change solo apoyaría «a mujeres de países
pobres... para mejorar las oportunidades de las mujeres a nivel mundial,
particularmente en países del tercer mundo».
No obstante, la
campaña es transparente en cuanto a su polémica tarea y admite que su materia
es difícil de ser apoyada «con orgullo y públicamente por sus patrocinadores»,
escribe Hewlett Foundation, fundación asociada. El cuarto socio, Packard
Foundation, permaneció en silencio respecto de la iniciativa.
Unos cincuenta países
limitan el financiamiento extranjero de agrupaciones de la sociedad civil, y en
los últimos años ha aumentado la rigurosidad de las restricciones, según el Fondo
Carniage para la
Paz Internacional.
La tendencia a
regularizar las donaciones extranjeras a la asociación voluntaria refleja
grandes inquietudes, que incluyen el financiamiento del terrorismo. Las leyes
prohíben o exigen permiso para actividades que pueden afectar la soberanía, las
elecciones, las relaciones diplomáticas o la armonía religiosa.
Algunos temen que la
intromisión estadounidense y europea en cuestiones sexuales divisivas puedan
suscitar leyes más estrictas.
El gobierno de Obama
creó el Fondo Mundial para la
Igualdad en 2011 a fin de entregar subsidios a agrupaciones
lesbianas, homosexuales y transgénero del exterior. En 2012, Usaid fue
expulsado de Rusia tras fuertes denuncias de que debilitaba la soberanía.
Los activistas
homosexuales critican una ley propuesta en Nigeria. Las agrupaciones tendrían
que obtener permiso del gobierno antes de recibir fondos del extranjero y
autorización para proyectos. Los transgresores afrontarían dos años de prisión.
Nigeria presentó el
proyecto de ley de financiamiento extranjero después de haber endurecido su ley
en contra de la actividad homosexual. Esta norma siguió al Fondo Mundial para la Igualdad y a la
declaración de Obama de que los organismos estadounidenses encargados de la
diplomacia y de la ayuda exterior deben promover los derechos homosexuales y
transgénero.
En julio, el Primer
Ministro de Hungría se quejó diciendo: «No estamos atendiendo a miembros de la
sociedad civil, sino a activistas políticos a sueldo que intentan favorecer
intereses extranjeros aquí».
Traducido por Luciana
María Palazzo de Castellano