Por Juan Bacigaluppi
NOTICIAS GLOBALES, 10
octubre 2014
En USA, mientras los
ciudadanos se preparan para las elecciones de medio término de 2014, el
cardenal Timothy Michael Dolan, arzobispo de New York, declaró que negar la
comunión a los políticos pro-aborto, “es cosa del pasado”.
El Código de Derecho
Canónico afirma, en el canon 915, que los que “perseveran obstinadamente en un
manifiesto pecado grave no deben ser admitidos a la sagrada comunión”. El Papa
Benedicto XVI, dijo que este canon debe ser aplicado en el caso de políticos
que se declaran católicos y apoyan el aborto.
John Allen Jr.,
periodista estadounidense, especializado en noticias de la Iglesia Católica ,
preguntó sobre el tema al arzobispo de Nueva York, quien respondió: "Me
gusta pensar que es un tema que nos sirvió, que nos obligó a hacer un serio
examen de conciencia acerca de la mejor forma de enseñar a los fieles sobre sus
responsabilidades políticas, pero es cosa del pasado”.
El Cardenal Dolan,
además expresó en otras oportunidades su desinterés personal por la defensa de
canon 915, por ejemplo, cuando declaró a TV Albany, que no estaba a favor de
negar la comunión a los políticos pro-aborto y que se inclinaba "a seguir
el ejemplo de los Papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, quienes enseñaron que
era mejor tratar de persuadirlos antes que sancionarlos”.
La trampa de
McCarrick
Sin embargo, en 2004,
el cardenal Joseph Ratzinger, escribió a los obispos de Estados Unidos una
carta indicando que a un político católico que votara por "las leyes del
aborto y la eutanasia", después de haber sido debidamente instruido y
advertido, se le debía negar la comunión
La carta del cardenal
Ratzinger fue enviada al cardenal Theodore McCarrick, entonces presidente de la
comisión de la
Conferencia Episcopal para los políticos católicos. McCarrik
retuvo el texto completo de la carta, y lo que dio a conocer daba una versión
ambigua.
La carta fue dada a
conocer por el vaticanista Sandro Magister, que publicó el documento completo.
La secretaría del Cardenal Ratzinger confirmó el texto.
Pero en 2008, el
arzobispo de Boston, cardenal Sean O'Malley, afirmó que la Iglesia aún tenía que
pronunciarse formalmente sobre la cuestión, y hasta que lo hiciera, "no
creo que vayamos a negar la comunión a las personas”, dijo.
En 2009, el cardenal
Donald Wuerl, arzobispo de Washington DC, dijo que el mantenimiento del canon
915 convertiría la
Eucaristía en un “arma política”, al negarse a aplicarlo en
el caso de Nancy Pelosi.
El cardenal Roger
Mahoney, arzobispo emérito de Los Angeles, dijo en una entrevista de 2009, que
debe concederse la comunión a los políticos pro-aborto, así como Jesucristo dio
la Sagrada Comunión
a Judas Iscariote.
Desde S. Pablo fue
así
Sin embargo, uno de
los principales defensores de la práctica de la Iglesia , el cardenal
estadounidense Raymond Burke, Prefecto de la Signatura Apostólica ,
insiste en que negar la comunión no es un castigo.
"La disciplina
de la Iglesia
desde los tiempos de San Pablo ha amonestado a los que obstinadamente
perseveran en un manifiesto pecado grave a que no se presenten a la Sagrada Comunión ",
dijo en el primer Foro por la
Vida , organizado por Life Site en Roma, a principios de mayo
pasado. "La disciplina no es un castigo, sino el reconocimiento de la
condición objetiva del alma de la persona involucrada en tal pecado.”
Organizaciones
pro-vida en todo el mundo han dicho que comparten la preocupación pastoral por
los políticos pro-aborto. Cincuenta y dos líderes pro-vida de 16 países en el
Foro por la Vida ,
pidieron a los obispos de la
Iglesia católica honrar el canon 915 y no dar la comunión a
los políticos pro-aborto, como un acto de amor y misericordia.