Clarín, 4-6-14
¿Madre hay una sola?
En Inglaterra ya están estudiando la posibilidad de autorizar la creación de
bebés con dos madres biológicas y un padre. La Autoridad de Embriología
y Fertilización Humana organizó una comisión de expertos que ayer se expidió:
consideró que los dos métodos en desarrollo “al parecer no son riesgosos”,
aunque pidieron más evaluaciones.
Los métodos
permitirían crear embriones humanos a partir del ADN de tres personas. Dicen
que servirán para prevenir que los bebés no padezcan fallas de las
mitocondrias, que son los compartimentos que están en las células del cuerpo
(excepto en los glóbulos rojos) y que se encargan de producir la energía que el
cuerpo necesita para mantener la vida y apoyar el crecimiento. La prevalencia
de este tipo de enfermedades es de 100 casos cada 100 mil habitantes. Son
causadas por mutaciones en el ADN mitocondrial y transmitidas por la madre.
Pueden ocasionar desórdenes en el cerebro, el corazón y el hígado o debilidad
muscular.
El desarrollo se suma
ahora a la movida por el diseño de “bebés perfectos”: quieren librar a los
hijos de enfermedades futuras. Pero para los críticos significaría ejercer una
práctica eugenésica: implica la selección de material genético para producir
seres humanos sin enfermedades. En febrero pasado, la autoridad sanitaria de
los Estados Unidos también había evaluado esas técnicas.
Uno de los métodos
que estudian en Inglaterra empieza por producir un embrión por fertilización in
vitro a partir del óvulo y el espermatozoide de la pareja que desea tener un
hijo. Luego, se le remueve el material genético mitocondrial enfermo a ese
embrión. Y se le añade material mitocondrial de un embrión donado. Es como si
se hiciera una “reparación” del embrión. La otra opción es una “reparación” del
óvulo con material dañado. En este caso, se toma un óvulo de la mujer que desea
tener un hijo, se le remueve el material genético mitocondrial dañado y se le
inserta otro de una mujer que dona su óvulo. Al final, ese óvulo resultante se
fertiliza con un espermatozoide. “En tanto no nazca un bebé sano, no podemos
decir al 100% que estas técnicas sean seguras”, dijo Andy Greenfield, que
encabeza el panel que elaboró el reporte, que se basó en experimentos en
animales.
“Estas técnicas de
los bebés con dos madres y un padre podrían usarse en mujeres que ya tienen
manifestaciones de las enfermedades por mutaciones del ADN mitocondrial y no
quieren que sus hijos tengan lo mismo”, dijo a Clarín Marcelo Kauffman,
investigador en neurogenética del Conicet y el Hospital Ramos Mejía. “También
podría servir para parejas que ya tuvieron un hijo con ese tipo de trastornos y
no quieren volver a enfrentar la misma situación. Puede ser una alternativa
válida, pero aún no están resueltos los cuestionamientos éticos”, agregó.