Por Mario Cafiero
Creo que como
sociedad los argentinos debemos pensar mirando hacia el futuro y no solo hacia
el pasado. Cuando miramos hacia el pasado y lo comparamos con el hoy, muchas
cosas que nos suceden, jamás las hubiéramos imaginado. Nos alegramos cuando los
cambios son positivos y por el contrario nos enojamos y apelamos a la nostalgia
por las cosas buenas del pasado perdidas. Pero allí queda el análisis y ya nada
podemos hacer.
Si miramos hacia el
futuro, la cosa cambia. Pensar el futuro nos puede permitir actuar en el
presente y cambiar nuestro futuro o al menos luchar para cambiarlo.
Pensar el futuro nos
puede hacer cambiar.
Cristina Kirchner
desde 1992 y hasta hace pocos meses, era una férrea defensora del modelo
privatista y extranjerizador de REPSOL-YPF. Acorralada por los ruinosos
resultados de su política energética, debe haberse dado cuenta que a futuro, ni
la Argentina
ni los argentinos, íbamos a poder pagar la exorbitante cuenta de importación de
hidrocarburos. Y Cristina cambió y expropia YPF. Enhorabuena!!
Los que venimos
denunciando y anunciando que se venía este DESASTRE podemos decir como la
canción de los Cadillac: "yo te avisé y vos no me escuchaste". Te
avisé que no se podía seguir exportando hidrocarburos mientras caían las
reservas, te avisé del negociado de exportación de gas, te avisé que se
prorrogaban concesiones y no había inversiones, te avisé (y denuncié
inmediatamente ante la justicia penal) de las consecuencias del fenomenal
negociado de la compra del 25% de las acciones de YPF por parte del Sr.
Eskenazi articulada por Néstor Kirchner, etc., etc. Pero ya es tarde, no haber
actuado a tiempo hace que hoy tengamos que poner mucha plata para intentar
enderezar la cosa. En materia energética el gobierno está como mi club San
Lorenzo, no puede equivocarse más porque si no se va al descenso!
Parece que en la Argentina las decisiones
se toman "siempre poco y siempre tarde". Y esto nos tiene que hacer
reflexionar a todos, mirando de cara al futuro.
Los que no somos oficialistas,
tal vez debemos cambiar la forma en la que decimos las cosas, para que no se
nos confunda con los que están en otro juego.
Y los que son
oficialistas, por favor no sigan acompañando aquellas políticas que son
nefastas y bancando funcionarios cómplices de un saqueo imperdonable. Ver ayer
a Kicilof haciéndose eco de todas nuestras denuncias, al lado de los dos
sinvergüenzas como De Vido y Cameron, es una escena discepoliana que nunca
olvidaré.
Lamentablemente no
veo en el oficialismo lugar para la crítica interna. El que no recita el
Katecismo es exkomulgado. Por eso hace rato que optamos por construir y militar
una fuerza política y social que se construya con democracia interna y
contenido nacional. En eso estamos luchando, para cambiar el futuro.
politicaydesarrollo.com.ar,
20-04-2012